Los estudiantes margariteños fueron invitados a sumarse a una huelga de hambre que anda por ahí de moda y sin pensarlo siquiera dijeron: “¡Tus tas loco muchacho!”. Y es que se necesita estar loco para hacer esos convites justo ahorita cuando viene la época de la tripa de perla, un marisco tan sabroso, que por muy abundante que sea la cosecha no hay manera de que alcance para enviar aunque sea un poquito a tierra firme porque los ñeros la devoran en la forma que se la preparen.
En pleno febrero cuando están cargadas de jojoto las matas de malojo sembradas a finales del año pasado y los conuqueros no encuentran qué hacer con tanta mazorca. ¡No mijo¡. Se necesita tener poco juicio para pensar que alguien puede aguantar las ganas de zumbarse una docena de mazorca sancochada o bien asada o mejor frita. Se necesita estómago para pedirle a otro que renuncie a la tentación de zamparse unas cachapas calientes o unos bollitos recién cocidos.
Está por el medio la temporada de iguana. Imagínate tú que el amigo Chico Paton, allá en Atamo Norte, les llegue con un pote de huevos tostaditos a los muchachos de sacopana y éstos le digan “No chico. Estamos en huelga”. O que Frank prepare un guiso sabroso con las mismas iguanas a ver si algún cristiano va a ser capaz de aguantar la tentación.
Ni se diga de la temporada de jurel que ya viene cerca. ¿Van a perder esa bolada? Si el jurel hay que comerlo fresquecito porque después se pone amargo. ¡ No que va mi hermano los bachilleres ñeros no son “cogios en trampa ”!.
Después viene la cosecha de mango que con esas lluvias que cayeron en días pasados las matas van a florear hasta en el tronco y como seguramente tendrán una buena soleada entonces el mango burrero, el briteño, el mango tino, el dudú, el mango hilacha y hasta el tamoquero se van a poner de un sabor, color y aroma, que los profesores y maestros van a tener que dar materia vista para irse detrás de sus pupilos a echarle piedra a los racimos.
Cuando empiecen las clases veremos que hacemos, le dijeron los estudiantes a los que allá en Caracas están deseando que llegue el carnaval para tener una excusa de suspender su ayuna en vista de que nadie les para bolas. En realidad los muchachos de “laisla” lo que quisieron decir fue “después que pase todo este temporal “. Aunque después en Mayo vienen los cardúmenes de sardinas, en Junio la cosecha de frijol, en Julio y Agosto la feria del Juinche y ….. “¡Métete Jorge que viene aguacero!”
Los paisanos hicieron como Trino, allá de la Tacarigua de Margarita, que entre cervecitas cuadró con dos primos para salir tempranito al día siguiente a buscar trabajo en Porlamar y cuando la mamá lo fue a despertar porque ya los compañeros estaban esperándolo en la puerta, Trino le dijo sin despegarse del chinchorro “Diles que ya yo me fui “.
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