Intereses económicos como ExxonMobil habrían apoyado

Abogado de Trump, Rudolph Giuliani, conversó con Maduro para que dejase el poder y reabrir Venezuela a corporaciones estadounidenses

Rudolph Giuliani ha buscado que Maduro salga del poder pacíficamente, para abrir a Venezuela a lucrativos negocios para empresas de EE.UU.

Rudolph Giuliani ha buscado que Maduro salga del poder pacíficamente, para abrir a Venezuela a lucrativos negocios para empresas de EE.UU.

Credito: Aporrea

30/12/2019.- Rudolph Giuliani, abogado personal del presidente estadounidense Donald Trump, conversó por teléfono con el mandatario venezolano Nicolás Maduro en septiembre de 2018, con el fin de presionarlo a dejar el poder, según informó el Washington Post.

Matt Mackowiak, portavoz del entonces diputado republicano por Texas, Pete Sessions, quien habría participado en la llamada, dijo al diario estadounidense que la llamada fue una maniobra de seguimiento a una reunión personal que sostuvo el mismo Sessions con el presidente de Venezuela en la primavera de 2018.

Las conversaciones secretas no contaban con el apoyo de la Casa Blanca, pero fueron respaldadas por intereses privados, que buscaban crear una solución negociada para sacar del poder a Maduro y permitir una reactivación de lucrativos negocios en el país rico en recursos naturales.

Cuando la Casa Blanca se enteró de la comunicación internacional, desconocían por qué Giuliani participó en la misma. El ex-alcalde de Nueva York también está ligado a las acusaciones del Partido Demócrata que han impulsado el juicio de destitución (impeachment) contra Trump.

De acuerdo a las declaraciones brindadas al Washington Post, Giuliani conversó con John Bolton, entonces asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, para definir un plan que buscaba una salida "suave" del gobernante venezolano Nicolás Maduro por una "puerta trasera", una especie de vía paralela a la política formal de la diplomacia estadounidense. Bolton rechazó la propuesta de manera férrea, ya que él mismo estaba preparando sanciones como parte de una política más radical contra Maduro.

El Washington Post reportó previamente que Giuliani había llegado a un acuerdo para negociar una comunicación indirecta entre Maduro y Trump. Los contactos extranjeros del abogado fueron sometidos a escrutinio en el marco de la investigación del juicio político, impulsada por la Cámara de Representantes contra el mandatario republicano.

Posteriormente a la llamada, en enero de 2019, Estados Unidos formalmente reconoció como presidente encargado de Venezuela a Juan Guaidó, el diputado opositor presidente de la Asamblea Nacional, una jugada respaldada por Bolton.

Poco después, Giuliani consiguió un nuevo cliente en el país, Alejandro Betancourt López, un millonario venezolano que hizo su fortuna bajo los gobiernos de Hugo Chávez y Maduro, co-fundador de la empresa Derwick Associates, y quien está bajo investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos, por posible lavado de dinero en el manejo de contratos para la construcción de plantas eléctricas en Venezuela.

Negocios, ExxonMobil y Gorrín

Según reveló a The Washington Post, Matt Mackowiak, vocero del ex-congresista Sessions, el congresista aceptó una invitación de Maduro para discretamente visitar Caracas para tratar de negociar un sendero a mejores relaciones entre Estados Unidos y Venezuela.

Sessions fue atendido en Caracas por Raúl Gorrín Belisario, un personaje ligado a Maduro, quien es dueño de el canal de televisión Globovisión. Gorrín era visto con desconfianza por funcionarios estadounidenses y quien meses más tarde sería acusado judicialmente de “lavado de dinero y soborno” por un juez de Florida.

El distrito electoral que representaba el congresista Sessions, incluye la sede principal de la petrolera ExxonMobil y otras compañías que estuvieron activas en Venezuela, pero que tuvieron que recortar operaciones por la inestabilidad política y económica.

Un vocero de la Casa Blanca afirmó que el gobierno de EEUU no apoyaba dichas negociaciones secretas con Maduro. El vocero de Sessions desestimó esas observaciones como parte de una “guerra territorial” entre burócratas de Washington.

Según su portavoz, Sessions regresó de Caracas con una lista de concesiones aceptadas por Maduro, incluyendo supuestamente su salida del poder y su compromiso de permitir elecciones libres y justas a cambio de un trato benevolente por parte de los Estados Unidos.
 
Pero algunos funcionarios de la Casa Blanca aseguran que les preocupó que el trato que Sessions estaba promoviendo con Maduro, pretendía legitimizar las elecciones, al permitir la participación de por lo menos algunos candidatos opositores, lo cual podría ayudar a Maduro a permanecer en el poder, en lugar de salir por las buenas, según una persona familiarizada con las conversaciones. Temían además que las conversaciones enviaban mensajes contradictorios a Maduro.


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