Este pueblo no es pendejo

Me iría demasiado... (I y II)

En la guerra y en el amor todo se vale, dice el viejo proverbio. La política no está exenta de artimañas en pro de ganar o perder unas elecciones, eso ha marcado la historia de la humanidad en cuanto a política se refiere, claro, es más politiquería que otra cosa. Pero lo cierto del caso es que ésta ha sido la tendencia. El fin justifica los medios, dirían otros por allí; no importa el cómo, lo importante es el resultado, también responderían unos cuantos.

Nos encontramos inmersos en una vorágine de acciones de todo tipo, en la que tratan de degradar, desprestigiar e incluso deslegitimar las políticas de gobierno que se están dando actualmente en nuestro país. ¡Sí señor, sí señora, sí joven, sí carricito!, eso es aquí mismo, aquí en tu país, aquí en tu pueblo, en tu comunidad, en tu ciudad, aquí en Caracas. En gran parte del territorio nacional estamos siendo víctimas de acciones apátridas sin ningún basamento lógico que lo explique, cabe destacar que no puede haber en modo alguno una razón lógica para acciones de este tipo. Tramoyas, matrices mediáticas, tergiversación en las informaciones (medios de comunicación de derecha), guarimbas golpistas, en fin, todo un cúmulo de factores que quieren, a como dé lugar, resquebrajar las bases de este proceso revolucionario cada vez más arraigado en el seno de su pueblo. A diario me doy cuenta de esta realidad al ver como los medios de comunicación (opositores) crean una matriz mediática que difunde el odio y la mentira, o mejor dicho, que tratan de difundirlo, porque el pueblo, compañeros, no es pendejo.

Estamos ante un pueblo que, además de ser batallador (entiéndase como el acto de haber defendido las bases de su constitución y devolver el poder al legítimo mandatario electo por ellos en el año 2002), es preparado, lee, se instruye, se educa, se informa y critica de manera constructiva los planes sociales que se llevan a cabo en su suelo porque es un pueblo con participación protagónica en este proceso. Por tal razón, me indignó muchísimo ver hace un par de semanas atrás una nueva modalidad mediática de desprestigio a la nación.

En esta oportunidad fue un “documental” hecho por un grupo de jóvenes de familias y entornos -a todas luces – elitescos, en el cual exponen una serie de motivos por los cuales dejar su país. El cortometraje (17 minutos), es una muestra más de la represión tan fuerte que sufren los ciudadanos en este “rrréeegimen” (como dice una querida periodista venezolana) al no poder expresarse de manera libre en su propio país. No pretendo, en lo más mínimo, hacer propaganda a dicho material, no es digno en absoluto de ello, pero debo hacer mención de él e invito a quienes no lo hayan visto aún a tomar asiento, preparar unas cotufas y sentarse en una alfombra o como más cómodo(a) se sienta, porque algo si le garantizo, por diecisiete minutos, usted, compañero(a), se va a reír hasta más y no poder. Satisfacción garantizada (risas).

ESTE PUEBLO NO ES PENDEJO

Me iría demasiado... (II)

Análisis de un documental (aunque lo nieguen) “escuálido”, por parte de un (sin negarlo) “chavista”...

 

1.- En primer lugar tengo que reconocer el valor que tuvieron esos chamos para filmar semejante “documental”. Es un premio Nobel a la estupidez. Me da vergüenza decir que ese grupo de jóvenes son venezolanos(as) (si es que se les puede llamar de esa manera), pero, por el contexto en el que desarrollan el cortometraje, me temo que sí lo son. Hay miles de formas de hacerse famoso, la estupidez, camaradas, se ha vuelto una de ellas.

2.- Al comienzo del video se avizora en muy cortas palabras lo que serán los próximos 17 minutos restantes del mismo, frases como: “todo está podrido”, “la inseguridad”, “el secuestro”, “nada funciona”, “edificios a medio terminar”, “es una mierda” y, por supuesto la ya mundialmente famosa: “me iría demasiado”, dejan ver de manera anticipada una opinión burlesca de un grupo de la sociedad burguesa para con su propio país. Entiéndase bien: es burlesca, vacía no crítica.

3.- Hay algo que me llamó mucho la atención y es que en ningún momento se enuncian las preguntas que ellos están – idiotamente – contestando. Quien ve el video infiere por lo que ellos responden, la pregunta que NO se está haciendo. Y lo más impresionante aún es la carencia de sentido y lógica en esas respuestas tan vacías que continúan dando los jóvenes.

4.- Al parecer se trata de una moda entre los grupos sociales del “este del este” de la ciudad, de irse de su país a cualquier lugar de Europa o del mundo, no importa cuán jodido esté ese sitio, pero no debe ser Caracas y, sobretodo no debe existir en modo alguno el bolívar fuerte. Puede ser el euro o el dólar pero nunca el bolívar.

5.- Tienen un concepto de lo que es querer a su país, bastante cónsono al discurso de oposición política: vacío, carente de fondo, de respuestas, de lógica, pero la quieren. Que no corresponde a la realidad que se está viviendo en Venezuela actualmente, supongo que deben leer los periódicos de extrema derecha (si es que leen) y no se han enterado del desarrollo tremendo que ha experimentado su país desde hace más de diez años para acá. Compañeros contemporáneos, desde acá les digo honestamente: Globovisión no es información.

No hay razones realmente contundentes que conlleven a que un venezolano deje su país por buscar la “estabilidad y la seguridad” que, según ellos, no encuentran en su suelo patrio, por lo menos no en este momento. Ahora yo me hago algunas preguntas: ¿a cuál estabilidad se refieren?, infiero que a una estabilidad económica. Ese tipo de personas jamás van a referirse a la palabra estabilidad bajo un contexto social, entonces, asumiendo que se trata de la estabilidad económica (la de sus padres obviamente), yo les respondería con otra pregunta: ¿qué tipo de casas se ven en el video?, o mejor aún: ¿qué tipo de vehículo es el que conduce uno de los chicos mientras va manejando y lo van filmando diciendo una sarta de sandeces?, ¿cómo miden estas personas la estabilidad?, ¿acaso saben ellos de barriadas caraqueñas y pueblos del interior del país?, lo dudo “demasiado”.

Venezuela ha sido un país, desde que tengo uso de razón, que se ha caracterizado por hacer ricos a los extranjeros, sino que lo digan los portugueses, árabes, chinos, españoles y hasta colombianos que hacen vida en nuestro país (que también es de ellos por cierto). Bien sea por su turismo, por el alto nivel de consumo de sus habitantes (lo cual habla muy bien de la economía del venezolano en general), por su ubicación geográfica o por las diversas cualidades de interés para los inversionistas, Venezuela siempre se ha mantenido como una nación dentro del cono sur que es vanguardista. Estas características, entre muchas otras bondades de las cuales goza nuestra amada patria, han hecho, que a lo largo de los años cada vez se sumen más extranjeros a estos suelos. Traigo a colación todo esto porque se me sigue haciendo “demasiado” difícil entender como un grupo de personas opositoras a la mejora de la calidad de vida de un país (entiéndase como proceso revolucionario), intenten hacer creer a los venezolanos(as) que la solución a los problemas de la nación, está en “irse demasiado” de acá, cuando más bien muchas personas que de verdad padecen de las penurias de un sistema capitalista que los ha devorado, como en el caso de España, por ejemplo, quieren venir acá a formar parte de esta realidad social inclusionista. Señores(as), les repito, este pueblo, no es pendejo.

Pensándolo bien, no está mal que estén pensando seriamente en irse del país. Es más, a personas con esta forma de pensar los apoyaríamos “demasiado” en que se fueran, inclusive propongo que se cree la misión “váyanse demasiado”, para que inscriban a todos los apátridas que están inmersos en una ciudad en la que “todo está podrido”, como dicen ellos solamente, porque las sociedades de gran parte del mundo (sobre todo aquellas que buscan solución a sus crisis), piensan lo contrario de nuestro país y están viendo en Venezuela al modelo alternativo de desarrollo. Váyanse demasiado que cuando el sistema los vomite de las otras sociedades aquí los esperamos con los brazos abiertos.

Algunas de las frases (¿estupideces?) que son dignas de análisis

  • El odio que uno expresa refleja amor que más o menos tu le tienes a aquí”

  • Irse y querer burda a Venezuela desde afuera”

  • Caracas sería tan perfecta sin la gente”

  • ...como si Caracas fuera un cubo, saco a todos los caraqueños y que se caigan y meto yo a la gente que quiera nada más”

Nota: ¿quién carájos los asesoró?, ¿Manuel Rosales?


maraque85@hotmail.com



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