La nueva olla del Nuevo Herald

En septiembre del año pasado el comandante Chávez a través de su programa “Aló Presidente” anunció la captura en México de un avión con varias toneladas de droga procedente de Venezuela con destino a los Estados Unidos. Como consecuencia del decomiso fue capturado Farid Félix Domínguez, importante agente del narcotráfico colombiano que operaba en Venezuela, quien como es costumbre fue rápidamente deportado para Colombia. La noticia llenó de satisfacción al presidente Chávez por considerarla un duro golpe al narcotráfico internacional y que pone en evidencia la eficiencia de las políticas venezolanas en la lucha contra las drogas.

Hasta aquí la noticia internacional. Ahora viene El Nuevo Herald a montar la olla. El diario norteamericano publica una extensa entrevista al narcotraficante realizada en el patio de visitas de la prisión de alta seguridad de la cárcel de Cómbitas, 300 Km. al norte de Bogotá. Pero sin la identificación del periodista que la realizó, al menos así aparece en el diario La Hora de Margarita que raudo y veloz la publicó con fotografía y todo de este potentado viajando en avión y hablando por celular.

El incógnito periodista del Nuevo Heráld. dice que se trata de un médico cirujano de 42 años de edad, que ejerció solo durante cinco años, dedicándose luego al lucrativo negocio del narcotráfico. Actividad que desempeñó buena parte del tiempo en esta tierra de gracia, como coordinador de los envíos aéreos de cocaína hacia territorio norteamericano.

Toda la “entrevista” es una delación contra funcionarios del gobierno venezolano en el más alto nivel, pero no se denuncian para nada los funcionarios policiales o gubernamentales de la hermana república, ni siquiera a uno que otro personero de las mafias. Resulta extraño ya que Colombia es uno de esos países donde se negocia con los delincuentes capturados ciertos beneficios en sus condenas a cambio de información. Pero la información de Domínguez es totalmente sobre Venezuela.

Entonces el señor Domínguez denuncia al Comisario Marcos Chávez jefe del Cicpc. A Hugo Cabezas ex Director de la Onidex y ahora Secretario de la Presidencia de la República. A Luís Correa, Director de la Oficina Nacional Antinarcóticos, Jesús Itriago, jefe de la Dirección Nacional Antidrogas del Cicpc y al General de Brigada GN Jesús Armando Rodríguez Figuera, Comandante de la policía del estado Lara. Así como a unos señores apellidados Santos y Bermúdez, agentes del Cicpc asignados a su custodia.

Además señala Domínguez que existe una fuerte participación en el narcotráfico en Venezuela de un importante grupo de Generales que conforman el denominado “Cartel de los soles”. Llama la atención que no suministra el nombre de ninguno, mas si pone el periódico en boca del entrevistado que se trata de altos oficiales que se han involucrado en el narcotráfico porque muchos no lograron entrar en el círculo de Chávez para robar al Estado y han encontrado sus ingresos extras en el narcotráfico. Un juicio de valor, con contenido político que supuestamente se permite emitir el delator. ¿Quieren decir con esto, que en la Fuerza Armada Nacional, el que no está robando, es narcotraficante?


Sin embargo dice que un vuelo, que él sepa, despegó de la Rampa Presidencial del aeropuerto de Maiquetía, por supuesto escoltado. Entonces cabría preguntarse cómo si el “Cartel de los soles” no lo integran generales del entorno del Presidente Chávez, es usada la pista presidencial para los vuelos ilícitos de esta organización? Domínguez dice que Chávez no está involucrado, pero acusa a altos niveles de su gobierno, señalando sus nombres y a miembros de la alta jerarquía castrense pero sin identificarlos. Será que el negocio con la justicia colombiana es para que monte a venezolanos en la olla y venga después un periódico gringo con un periodista ni tan siquiera identificado a lanzar la sensacional noticia del narcotráfico rojo rojito en Venezuela.

No vamos a poner las manos al fuego por nadie a estas alturas de la vida. Pero es evidente que este tipo de denuncias deberían ser investigadas, por supuesto luego de ser seriamente formuladas y no por un fantasma. Pareciera evidente que se trata de una nueva olla periodística para de una manera vaga e indefinida ir creando matrices de opinión en una campaña de deterioro de la imagen del proceso bolivariano. A buen seguro dentro de ese plan fue el negocio del médico narcotraficante colombiano. Con razón se dice que el papel aguanta todo.

Ollas como estas le montaron a Freddy Muñoz Altamiranda corresponsal de Telesur en Bogotá en base a los supuestos testimonios de dos guerrilleros presos. Después de pasar cincuenta y cuatro días preso el joven y valiente corresponsal, se cayeron las acusaciones contra el por que uno de los exguerrilleros declaró que sus denuncias habían sido producto de presión de oficiales de la Armada colombiana. A ese nivel están las cosas en la hermana República.


Desde Juangriego, en la sonrisa del Caribe,

mundoiribarren@gmail.com


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