Me gustaría ser Presidente de la República Bolivariana de Venezuela pero, bien que no lo soy porque, no maduro sino inmaduro, yo metería preso, por maluco a Cisneros, dueño de venevision y, también a Camero, de televen y entonces me llamarían dictador.
Camero y Cisneros son tal para cual, son conspiradores que desestabilizan el país y no conformes con que ya dieron un golpe de Estado sangriento que derrocó al gobierno legítimamente escogido por el pueblo, hacen como la gatica de maría ramos que tira la piedra y esconde la mano.
Tuvieron Cuarenta años de la IV, más los últimos catorce de la V República, haciendo lo que les da la gana, irrespetando al pueblo, embuchando dinero y sin embargo, son insaciables. Más de medio siglo pregonando los valores del consumismo capitalista no les basta, ahora quieren derrocar al gobierno que el pueblo se ha dado; son criminales de cuello almidonado, ignoramos en que parte del cuerpo albergan uno y otro tanta sevicia, vomitada, puesta de manifiesto alegremente, sin escrúpulos, especialmente durante el 11 de abril de 2002.
¿Es que acaso el señor Cisneros y el señor Camero no ganan suficiente?
¡Avaros es lo que son, uno y otro sólo son un organismo sin corazón!
¿Dónde guardan ellos tanta dinero, donde se lo meten, acaso se lo llevarán en la urna cuando vayan pa´el infierno?
¡No le perdieron pedigrí a Marcel Granier o viceversa!
Pero ojalá reflexionen y pueda que hagan un “mea máxima culpa” aunque sea cuando san juan agache el dedo.
Agua de lejos no apaga incendios pero es preferible un eco en el aire que no.
Se han visto cosas.
