Gracias por el Golpe

A cinco años del último golpe de estado consumado que ha sufrido
Venezuela, es más fácil hacerse una idea de las implicaciones que ha
tenido. Del mismo modo, será mucho más fácil verlo dentro de otros 5 años.

Como bien sabemos, el golpe fue en gran medida mediático, sustentado en
la falsa realidad que producen los medios y sus artefactos, como la
publicidad, los noticieros amañados, los supuestos programas de
"opinión" y la manipuladora programación, entre otros.

Sin embargo, me intriga un imposible: saber qué habría pasado de no
haber tenido el golpe del 11 de abril, consumado el 12 de abril con la
mediática puesta en vigor del carmoníaco decreto. Tiendo a pensar que el
proceso de cambios que hemos tenido en los últimos años no hubiera sido
tan exitoso.

De todas las posibles combinaciones de eventos de aquel aciago abril de
2002, estoy convencido de que, haciendo la dolorosa abstracción de los
fallecidos y lisiados, la mejor combinación de sucesos que le pudo haber
ocurrido a Venezuela fue el golpe seguido del contragolpe. Si el golpe
no hubiera tenido contragolpe, pienso que estaríamos sumidos en una
atroz dictadura de derecha. Los movimientos populares que apoyan a
Chávez de todos modos no se hubieran quedado de brazos cruzados y eso
iba a desatar una feroz represión. El objetivo del golpe se hubiera
convertido rápidamente en una desactivación brutal, pienso que mucho
peor que la de los años 60, de todo lo que oliera a izquierda. Un efecto
Irak, casi nada. Y con la calaña de quienes aparecieron por televisión
festejando el golpe el día 12 en Miraflores, ni les cuento.

Más interesante es pensar qué habría pasado si no hubiéramos tenido el
golpe, o el paro "cínico" nacional que, al no tener la convocatoria que
esperaban, se convirtió en un paro petrolero. Pienso que de no haber
tenido el golpe y el paro, no hubiéramos tenido misiones, ni control de
cambios, ni gasto social masivo de PDVSA, entre muchas otras
transformaciones que ha habido después de estos oscuros momentos.

Ya se sabe que la consecuencia inmediata del fracasado golpe fue una
purga de militares oposicionistas de los puestos con capacidad de fuego
en la Fuerza Armada. La consecuencia del fracasado paro fue una purga en
la gerencia de PDVSA, es decir, en los puestos clave de toma de
decisiones de la industria. Pero esas no fueron las únicas
consecuencias, a pesar de que sentaron las bases del poder que ha
permitido acelerar el proceso de cambios. Con el golpe y el paro, el
gobierno entendió que a la oposición hay que jugarle duro. También
entendió que el proceso de cambios no podía ser tan gradual.

A raíz de estos fracasados sucesos, regalos de la inepta dirigencia
opositora, muchos ciudadanos de oposición se dieron cuenta del error en
que estaban al apoyar a los fascinerosos. Esto lo demuestran los
resultados electorales posteriores, en los que la relación de votantes
parece ir aproximándose a la relación dos tercios/un tercio a favor del
chavismo, en las últimas elecciones la relación ya fue 63% vs 36%.

Las famosas misiones, como las de alfabetización, y la conocida como
Mercal, tuvieron su origen en estos sucesos. Antes de estos episodios el
gobierno se mostraba un poco timorato para aplicar medidas directas de
cambio, pero al salir fortalecido de las acciones fracasadas de la
oposición, tomó las riendas con más fuerza.

El control de cambios, justificado en el marco de la economía ortodoxa
como un mecanismo de emergencia, y los eventos lo ameritaban, devino en
un mecanismo de más largo plazo para el impulso al desarrollo. Evita la
fuga de capitales, especialmente esa fuga de capitales concertada entre
los agentes del poder económico, para ocasionar situaciones de falsa
inestabilidad económica. El gobierno se dio cuenta, sobre la marcha, de
que el control de cambios es un arma mucho más poderosa. El control de
cambios también ayuda a combatir el sabotaje al pago de impuestos y
otras obligaciones legales: sólo hay petrodólares de 2150 para quienes
tengan una empresa con todas sus deudas al día. El SENIAT, por ejemplo,
se fortaleció a partir de estos eventos y hoy día estamos muy cerca de
tener un país moderno en este sentido.

El Fonden se creó y se fortaleció gracias a la disponibilidad de dólares
que traía el control de cambios. Esto permitió hacer transformaciones
importantes en la estructura del presupuesto nacional. Ahora el
presupuesto de la nación se calcula sobre la base de un precio muy
conservador del barril de petróleo. Esto evita tener que devaluar para
pagar el presupuesto nacional en caso de un bajón en los precios del
petróleo, como decía la ortodoxia económica cuartorrepublicana. Los
grandes proyectos nacionales van por el Fonden, no por el presupuesto
ordinario.

La nueva PDVSA ha ido cambiando las entreguistas condiciones
contractuales que tenía la vieja. Todos los porcentajes impositivos que
pagan las trasnacionales petroleras al fisco se han aumentado
significativamente, sin que las trasnacionales hayan puesto demasiada
resistencia. Unido al alza de los precios del petróleo, esto significa
que el fisco recibe cantidades muchísimo mayores de ingresos, lo que se
traduce en una mayor cantidad de planes sociales. Por ejemplo, el
presupuesto nacional dedicado al área de salud ha aumentado del 2,7% del
PIB en 1998 a cerca del 10% del PIB en estos momentos, como consecuencia
del aumento en la recaudación del estado venezolano. Causa mucha risa
que los opositores se fijen en las donaciones que el gobierno hace a
sectores pobres de otros países pero no se fijen en los regalos que
ellos hacían a las trasnacionales petroleras, regalos al menos tres
órdenes de magnitud superiores.

Estos son sólo unos pocos ejemplos de todo lo que fue posible gracias al
golpe y al paro fracasados. Después de estos eventos violentos que
promovió la oposición, el proceso de cambios se aceleró y continúa
acelerándose. Todavía falta mucho por hacer, y esperemos que los cambios
sigan por los cauces que todos nos merecemos. Creo que, a pesar de ser
uno de los episodios más amargos de nuestra historia reciente, podemos
decirle a los opositores no democráticos (que también los hay
democráticos): estuvo mal hecho, pero gracias por el golpe.

(http://www.ldc.usb.ve/~emilio)


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