5 de abril de 2016.- Hace un año se apagó el ingenio del ilustre revolucionario, poeta, y artista plástico venezolano, Paúl Del Río, fallecido trágicamente a los 72 años de edad en el Cuartel San Carlos.
En vida Del Río se destacó por su fiel entrega a las causas populares y revolucionarias. Hasta el final de sus días luchó por el respeto a los derechos humanos del pueblo y por la dignificación social. De hecho centró su obra pictórica en describir el sufrimiento de los desposeídos.
A principios de los años 70, se inició en la carrera artística. Uno de los primeros países en recibir su obra fue México, se le sumaron España, Japón, Colombia, Canadá, Alemania, Austria y Rumania.
Uno de sus últimos trabajos en el campo de la escultura marcó una referencia internacional. Se trata de “Mano Mineral”, figura en bronce que da testimonio de la recuperación de PDVSA y retrata el mineral que emerge en el país. Puede ser vista en Viena, ciudad europea a la que fue donada en 2003. También es expuesta en Caracas y Cuba.
Como Máximo Canales, su alias de combatiente, protagonizó acciones estratégicas y de gran relevancia para alzar la voz en contra de la represión y el terrorismo de Estado que se ejerció durante la IV república.
Dentro de las filas de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, FALN, lideró la retención del reconocido futbolista del Real Madrid, Alfredo Di Stéfano y la toma del buque Anzoátegui, acciones que sirvieron para denunciar ante el mundo, las reiteradas violaciones de derechos humanos cometidas por el gobierno de Rómulo Betancourt.
Sus últimos años los dedicó al rescate de la memoria histórica de lo sucedido durante la represiva cuarta república a través de la Fundación Capitán de Navío Manuel Ponte Rodríguez.
Aportó conocimiento de gran valor a la Comisión por la Justicia y la Verdad, a la que se unió en calidad de asesor. Contribuyó en hacer posible la promulgación de la Ley para sancionar los Crímenes, Desapariciones, Torturas y Otras Violaciones de los Derechos Humanos por razones políticas en el período 1958-1998 por la cual se rige en órgano descentralizado, presididlo por la Dra. Luisa Ortega Díaz.
Paúl Del Río nació en La Habana un diciembre de 1943, luego de que sus padres fueran exiliados de España después que el patriarca de la familia recibiera en dos oportunidades una condena a muerte por el Franquismo.
La familia se mudó nuevamente, esta vez a Caracas donde la persecución por parte de los gobiernos de AD y COPEI no se hizo esperar. Se hizo sentir a tal extremo que terminaron por despojar a los Del Río de la nacionalidad venezolana. Dado al acoso que sufrieron, se vieron forzados a asilarse en Cuba por un tiempo.
Paúl tuvo dos hermanos, Elio y Nancy Del Río. Le sobreviven dos hijas, Guadalupe y Selva Del Río, así como un nieto llamado Alejandro.