Caracas, 31 de marzo 2009.- La eliminación de la pesca de arrastre artesanal se realizará en forma progresiva y previa consulta con los consejos de pescadores de las distintas comunidades que se vean afectadas.
El artículo 23 de la Ley de Pesca y Acuicultura, publicada el 14 de marzo de 2008, establece que: "La pesca artesanal de arrastre será sustituida progresivamente por otras artes de pesca, a los fines de garantizar el desarrollo sustentable de los recursos hidrobiológicos y el ambiente. A tal efecto, los reglamentos y normas técnicas del presente decreto establecerán los requisitos, condiciones y prohibiciones para realizar la pesca artesanal de arrastre, así como las medidas de apoyo y protección a los pescadores y pescadoras artesanales que desarrollen esta actividad".
"No vamos a imponer nada", dijo ayer a Últimas Noticias el presidente del Instituto Socialista de Pesca y Acuicultura (Insopesca), Gilberto Giménez, quien recalcó que la ley plantea la sustitución progresiva de un arte de pesca que le haga daño a la biodiversidad marina por otro menos dañino. "Los cambios se harán previa consulta y en común acuerdo con los consejos populares de pescadores, en las que se buscará la manera de sustituir esa forma de pesca por otra".
El arte de pesca de arrastre artesanal más usado en nuestro país es el conocido como "chinchorro de jalá pa’tierra", muy utilizado en Cumaná, Araya, Coche y Margarita, el cual consiste en una red que se lanza al mar, la cual es jalada de ambos lados hacia tierra por dos peñeros generalmente con motor fuera de borda. "En estos casos una opción sería no utilizar motores en la faena", dijo Gutiérrez.
Insistió en que aún no se ha fijado un plazo para su eliminación. "Hay trenes que tienen más de 80 años pescando así, pero ahora usan lanchas con motor, que dañan el fondo marino; la intención es ir discutiendo con ellos la mejor alternativa porque esa pesca constituye la fuente de sustento de muchas familias".
Cuestión de concientización.
"La eliminación de la pesca de arrastre artesanal es una cuestión de concientización", dijo el biólogo marino Ramón Guzmán, quien añadió que "al fin y al cabo ellos (los pescadores) son los que extraen el recurso". Indicó que antes de la suspensión total de ésta, se debe hacer un trabajo de concientización en las comunidades pesqueras, "la idea es que -una vez en vigencia- no se necesite un ente supervisor para que las normas se cumplan".
UN AÑO DE RECUPERACIÓN
Resultados
Se espera que entre uno y tres años se verán los resultados del cese de la pesca de arrastre industrial.
"La especies tropicales se caracterizan por crecer muy rápido", dijo el especialista Ramón Guzmán. "Ahora tienes que comprar el pescado más caro, pero no será por mucho tiempo porque se va a restituir la pesca en la zona", dijo Tarcisio Rivero, presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales de Marigüitar.
Precios
Hay diferencias sobre si el precio del pescado subirá por el fin de la faena industrial; los que apoyan la medida dicen que "los artesanales traen pescado fresco" y exhortan al Gobierno para que a sus comunidades se les dote de sistemas de cavas para almacenar en frío.
Otros aseguran que la medida traerá escasez de pescado y alzas en los precios.
DAÑO A LA BIODIVERSIDAD
Representantes de varios gremios de pescadores y especialistas en biología marina coinciden en señalar que la pesca industrial de arrastre afectaba la biodiversidad de las aguas.
"Esta era una pesca a ciegas, barrían con el fondo marino, cuando tenían las especies ya muertas en el barco es que empezaban a escoger lo que querían y sólo 10% de lo capturado era lo que servía", dijo Luis Rodríguez, presidente de la Asociación de Pescadores de Sardina de Nueva Esparta (Aprosardine).
El biólogo Guzmán señaló que esta pesquería representaba 6% de la captura nacional, con un impacto que pudiera estar entre 100 y 120 mil toneladas anuales de fauna de descarte (lanzada al mar).