Caracas, 10 Sep. ABN – Luego de que en el pasado mes de septiembre de 2007 se estrellara un jet con cuatro toneladas de cocaína en la ciudad mexicana de Mérida, días atrás se conoció que la aeronave había pertenecido a la Central de Inteligencia Americana (CIA).
En un artículo publicado este miércoles en la página rebelion.org y titulado “La CIA y el narcotráfico”, el periodista Ernesto Tamara destaca que el cargamento de estupefacientes era propiedad del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
“La noticia podía haber pasado como un hecho policial más, pero la pasada semana, el diario El Universal de México reveló que la avioneta estrellada con el valioso cargamento de cocaína fue utilizada por la Central de Inteligencia Americana (CIA) para el traslado clandestino de prisioneros por Europa”, asevera Tamara.
Según el recuento realizado por el comunicador, el jet donde se trasladaba la cocaína era un Grumman Gulfstream II privado que “aparece en los registros de vuelo de la Organización Europea de Seguridad de la Aeronavegación, como parte de una investigación del Parlamento Europeo'.
Desde el Poder Legislativo de la Unión Europea se intenta conocer “la presunta utilización de países por la CIA en el transporte y detención ilegal de presos”, que derivó en dos reportes de 2005 y 2006.
Tamara explica que el mismo avión realizó viajes desde territorio norteamericano a la base militar estadounidense en Guantánamo “registrados en la Administración Federal Aeronáutica (FAA) de Estados Unidos” y que estos vuelos no eran vuelos “privados”.
Registros de la FAA muestran que uno de los últimos dueños de la aeronave era la empresa Donna Blue Aircraft, cuya dirección en el estado de Florida resultó ser una oficina vacía.
Además se conocieron fotografías del jet en instalaciones de la compañía Boeing, en la ciudad de Seattle, 20 días antes de su desplome en suelo mexicano y para ese entonces la propiedad del aparato se adjudicaba a la empresa S/A Holdings, de la cual prácticamente no hay datos.
En su artículo, Tamara refleja además las semejanzas entre los vuelos secretos llevados a cabo por la CIA para trasladar de forma ilegal a prisioneros y la operación montada en la década del ochenta para abastecer a la contrarrevolución nicaragüense.
El periodista recuerda que “bajo la administración de Ronald Reagan, con la vicepresidencia de George Bush padre, desde la oficina de Seguridad de la Casa Blanca se montó un complejo operativo para abastecer de armas” a los mercenarios que atacaban a Nicaragua “que incluía venta de armas a Irán”.
Desde la administración norteamericana, con los beneficios de la venta de armas a Irán, “se compraban las armas para la contra, o 'luchadores por la libertad' como definía Reagan, hasta los talibanes afganos –entre ellos Osama Bin Laden- y después de descargar el armamento en Honduras –donde estaba como embajador John Negroponte- cargaban drogas de regreso a Estados Unidos”, refleja Tamara en el artículo.
Mientras Estados Unidos mantiene esta política, el periodista afirma que el país del norte amenaza a través de su “zar antidrogas” John Walters a Venezuela y “olvidan revisar y contar sus propios aviones”.
“De lo que no cabe dudas, es que bajo la administración norteamericana el negocio de la droga florece en los países que controla. Afganistán bate record de producción de heroína, y Colombia sigue exportando cocaína a Estados Unidos sin que la producción disminuya”, finalizó Tamara.
