07-02-25.-Este decomiso refleja las posturas encontradas dentro del Gobierno de *Donald Trump respecto a Venezuela. Mientras algunos funcionarios han buscado la colaboración de Maduro en temas migratorios, Rubio y otros aliados han impulsado una estrategia más dura contra el mandatario venezolano, a quien Washington acusó de fraude en los comicios presidenciales de julio pasado.
La semana anterior, el enviado especial Richard Grenell logró la liberación de seis ciudadanos estadounidenses que permanecían detenidos en Venezuela, además de obtener un compromiso del gobierno de Maduro para aceptar vuelos de repatriación desde EE.UU. Este acuerdo fue visto como un éxito temprano para la administración, en medio de sus esfuerzos por agilizar las deportaciones y ante la negativa previa de Caracas a recibir dichos vuelos.
Rubio, sin embargo, ha abogado por retomar la política de máxima presión que Trump aplicó durante su mandato anterior. En esa etapa, Washington impuso severas sanciones contra Venezuela y respaldó a Juan Guaidó como el legítimo líder del país, en un intento de desplazar a Maduro del poder.
La agencia de noticias AP informó que, para que Marco Rubio pudiera concretar la incautación, se tuvieron que pagar más de 230.000 dólares en tarifas de almacenamiento y mantenimiento. Además, dicha incautación habría sido aprobada por el Departamento de Justicia norteamericano.
En septiembre de 2024, Estados Unidos incautó otro de los aviones de Venezuela en República Dominicana.
