Entre las localidades mirandinas de Higuerote y Carenero, rodeada de árboles de mangle, se ubica la laguna La Reina, hoy un claro ejemplo de contaminación y desforestación que amenaza los ecosistemas de la zona.
El humedal que reposa a unos 120 kilómetros de Caracas, es vital para regular la temperatura y la canalización de las aguas de lluvias. Sin embargo, actualmente la mano del hombre ha ocasionado que este espacio con una rica flora y fauna este bajo amenaza.
Por esta razón, Bárbara Ordóñez y su familia tomaron la iniciativa de crear en 2008 la Fundación Ecológica Brión (Ecobrión), encargada de defender la laguna La Reina de la contaminación.
Según esta institución, la construcción de conjuntos residenciales-turísticos han intervenido los manglares que rodean el cuerpo de agua. Las acciones han reducido en un 25% la superficie del humedal costero. A esto se suma un proyecto que pretende crear un puente para facilitar a las embarcaciones el acceso a urbanizaciones cercanas a través de La Reina. En una entrevista para AFP, Ordóñez contó que estos botes de mayor calado podrían dañar aún más el ecosistema.
«Muchos fuimos criados con una cultura de que la laguna no valía la pena. Lo veíamos como algo insignificante», añadió Darielbis Nieves, guía turística en la zona. Seguidamente, indicó que anteriormente los lugareños veían a los mangles «solo como madera para casas o quioscos».
Ambas mujeres resaltaron que las orillas de la laguna La Reina, declarada en 2009 Monumento Natural, se utilizan como vertederos de desechos. Relatan que se puede encontrar electrodomésticos e incluso el asfalto que han retirado de las carreteras.
