Congresista de EEUU: "Nos quedamos en Irak y pagaremos caro"

Redacción Central, 16 jun (PL) "Nos quedamos y pagaremos caro", advirtió sombriamente a sus colegas en el Congreso el representante demócrata de Pennsylvania John Murtha, un feroz opositor a la política de Estados Unidos en Iraq.

Las palabras del político coincidieron con el reconocimiento por el Pentágono, el jueves 15 de junio, de la baja número dos mil 500 desde que se inició la agresión contra la nación árabe.

Para más, ese mismo día el Senado dio el visto bueno a una partida presupuestaría de 94 mil millones de dólares, de los cuales cerca de 66 mil millones se dedicarán a la escalada de la guerra en Iraq y Afganistán.

El conflicto en la nación del Golfo Pérsico consumió ya el 70 por ciento de los 438 mil millones de dólares asignados a la presunta lucha contra el terrorismo, y que en algunos casos, llena las arcas de transnacionales norteamericanos como la Halliburton.

A las pérdidas de vidas y de miles de millones de dólares, se une el hundimiento de la escasa credibilidad que posee Washington ante el mundo, consideró Murtha, cuando exigió fijar una fecha para el retorno de las tropas a casas.

Aunque estos debates en el Congreso estadounidense son simbólicos y propios de un año electoral, las negativas de la mayoría del Senado y de la Cámara para fijar una fecha para el retiro de las tropas de Iraq contrasta con lo que plantean las encuestas.

El Senado rechazó 93 votos contra seis el retiro de las fuerzas invasoras.

Sin embargo, los sondeos plantean que más del 50 por ciento de la población se opone a la guerra y aboga por el pronto retorno de los uniformados.

En esto pesa que el presunto paseo en Iraq, anunciado por el vicepresidente Richard Cheney tras la invasión en 2003, se refleja hoy en un promedio de dos soldados muertos a diario, y 64 al mes.

Según analistas, el descontento de la población no se traduce en masivas y constantes manifestaciones en contra del conflicto porque la cifra de muertos no se compara con conflictos anteriores.

En Vietnam, por ejemplo, dejaron de existir casi 60 mil soldados estadounidenses.

Aunque el panorama resulta sombrío, la Casa Blanca es favorecida aún por el efecto de vincular a Iraq con la lucha antiterrorista.

Tras meses de manipular a la población con la idea de que la agresión contra la nación árabe es una parte central de la guerra antiterrorista, el tema se convirtió en uno de los puntos más débiles del desempeño del presidente Bush.

Lo real, opinan expertos, es que la Casa Blanca, parece no tener una estrategia definida y no encuentra como salir de Iraq, aunque trata de someter a la resistencia y dejar a un gobierno que responda a sus exigencias.

En esa dirección destaca una ofensiva de gran envergadura que llevan a cabo en la actualidad las fuerzas norteamericanas y sus colaboradores locales.

Sin embargo, la resistencia es cada día más letal para norteamericanos y aliados locales, por lo que la advertencia del congresista Murtha no parece descabellada. A pagar caro.


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(PL) (http://www.prensalatina.com.mx/article.asp?ID={EEDD425F-205A-4C20-93C3-9E60C1B1CDC9}&language=ES)



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