José Miguel Villarroya analiza el discurso de Donald Trump en la ONU y sus posteriores declaraciones desde una perspectiva crítica y centrada en los hechos. Señala que, con Trump, lo relevante no es tanto lo que dice, sino lo que hace, dado que sus discursos y mensajes en redes sociales suelen ser contradictorios. En este sentido, resalta que, respecto a Ucrania, Trump no entrega armas ni dinero directamente, sino que lo hace a través de la Unión Europea, lo que evidencia un papel limitado de Estados Unidos en el conflicto.
Las declaraciones sobre derribar aviones rusos o sobre la capacidad de Ucrania para recuperar territorio son interpretadas como tácticas de presión, comparables a estrategias del mundo empresarial: amenazas veladas que buscan influir en la negociación con Rusia, más que compromisos efectivos. Villarroya subraya que el principal problema militar de Ucrania no son las armas, sino la falta de soldados, y que un enfrentamiento directo con Rusia tendría consecuencias graves, pero que la decisión final no recae directamente en Trump sino en otros actores tanto en Washington como en Moscú.
