Mercado paralelo o mercado negro de divisas ¿Puede hacerle un gran daño a la economía?

El mercado paralelo o el mercado negro de divisas surge ante la imposibilidad de los agentes tener acceso a las divisas para realizar operaciones de importación de bienes y servicios, que no se encuentran en los listados de las importaciones autorizadas, así como para satisfacer la demanda de divisas para viajeros al exterior.

El tamaño de dicho mercado paralelo puede alcanzar para el mes de diciembre un nivel cercano a un tercio del valor de las importaciones no petroleras. No obstante, el problema no es sólo el tamaño del mismo, que en este caso no es tan pequeño, sino que este tipo de cambio se convierte en un referente para que los agentes económicos marquen sus precios a las mercancías. Ejemplo de ello son los precios de la industria automotriz, los cuales entre enero del 2003 y diciembre del mismo año los precios de vehículos se incrementaron en 54 por ciento, a pesar de que el tipo de cambio oficial se ha mantenido en 1.600 Bs. por dólar y dicha industria ha recibido el diez por ciento de las divisas aprobadas por CADIVI. Sin dudas que este sector ha tenido jugosas ganancias a pesar de que las ventas en el 2003 disminuyeron.

Dado que en la mayoría de las actividades económicas venezolanas existen oligopolios (especialmente entre las que solicitan divisas) las empresas que acceden a éstas terminan por imponer su poder de mercado por ser quienes reciben las divisas y no los últimos eslabones de la cadena (pequeños productores y comerciantes) y los más débiles de todos terminan por ser los consumidores de bienes y servicios. Por ejemplo, en el mercado del trigo, las divisas las reciben unas pocas empresas importadoras pero, los panaderos sólo reciben el trigo en pequeñas cantidades de parte del distribuidor, éste importador podría decir: “quien recibe el dólar soy yo, así que tu quien no puedes adquirir los dólares de Cadivi págame el trigo a 2500 Bs. por dólar y no dudes que te ofrezco tu mejor alternativa ya que de acudir al mercado paralelo, comprarías los dólares más caros y sin embargo, aún tendrías que dar otros pasos para adquirir el producto” y el consumidor termina por pagar un pan dolarizado. En definitiva, ese poder en manos de quien recibe las divisas es lo que genera la especulación y si no se controla el precio de la harina entonces el mercado paralelo termina por fijar los precios de la economía.

Quiero llamar la atención sobre la necesidad de atacar dicho mercado paralelo, no hay enemigo pequeño, y quienes han venido conspirando siempre han encontrado una veta por donde perturbar, recordemos que antes del control de cambio la salida de capitales fue un instrumento de quienes atentaron contra la economía y el estado, quienes durante el paro paralizaron la Banca a medio día de funcionamiento y sus intenciones era paralizarla a plenitud, aún pueden mantener su intencionalidad conspirativa.

Hoy en día existe un pequeño pero pequeñisimo mercado el de los ADR’s que se convierte en marcador “informal” del mercado paralelo. Existe gente con cuantiosísimas fortunas que podrían estar dispuestas a invertir unos dolarítos para que dicho precio suba y suba como lo ha venido haciendo. El precio del mercado paralelo ha aumentado en 27 por ciento en tan sólo un mes. Ante este hecho ¿Debemos permanecer de brazos cruzados? No actuar sería como meterse un autogol por omisión.

Quiero insistir en que los referentes de precios del mercado paralelo afecta los precios en lo que se efectúan las transacciones de bienes y servicios en la economía, incluyendo incluso un impacto sobre gran parte de los mercados de bienes y servicios nacionales. Por ejemplo, el mercado inmobiliario (los cuales son bienes no transables, es decir, no se pueden exportar) en éste mercado se conoce de las ofertas por medio de avisos de prensa, dichas ofertas se realizan en dólares y luego cuando se busca más información con una llamada telefónica te dicen que se acepta pago en bolívares a precio del mercado paralelo (Bs. 3000 a Bs.3200 por dólar).

De igual forma, las agencias de viajes promocionan paquetes turísticos y las empresas que venden equipos de computación promocionan los equipos, ambos anunciando sus ofertas en dólares y ajustando con frecuencia el tipo de cambio para la realización de la venta.

A pesar de la efectividad que se consiga al controlar precios en forma eficiente, es decir, permitiendo la rentabilidad normal de la actividad productiva, evitando el margen de ganancia adicional producto de la especulación, con ello no se puede asegurar que no habrá escasez ya que muchos productores pueden acudir al contrabando de extracción, cuando los productores burlan los mecanismos llevando su producto al exterior en forma ilegal, se hacen inefectivo los esfuerzos del control de precios. Ejemplo de ello es la salida de carne de ganado en pie al exterior (entre ellos novillos) lo que desabastece al mercado doméstico y se realiza una ganancia producto del elevado diferencial entre el tipo de cambio oficial y el precio del mercado paralelo. Con acciones de este tipo FEDENAGA no sólo rompe la Ley de Tierras ante las cámaras de televisión, sino ante el bolsillo y el estómago de los venezolanos. Aquí corremos el peligro de reducir la población pecuaria del país, lo cual es contrario a toda tesis de desarrollo sustentable, es decir, se vende las gallinas de los huevos de oro ó “las vacas de la leche de oro” afectando el futuro de la cría ganadera en el país.

Adicionalmente, un mercado irregular a un tipo de cambio más elevado, incentiva la sobrefacturación de exportaciones y la sub-facturación de importaciones. En definitiva, el mercado paralelo propicia muchas más distorsiones al mercado y contribuye con el incremento de precios de bienes y servicios.

En la medida en que dicho mercado paralelo se incremente puede propiciar que se acelere el proceso inflacionario, así que en lo inmediato deben ser creadas las condiciones que permitan la reducción de dicho precio de referencia y el tamaño de dicho mercado.

En definitiva, si no se atacan de inmediato los factores que fortalecen al mercado paralelo, sería como conspirar contra nosotros mismos.

Nota: En nuestro próximo artículo hablaremos de cómo enfrentar el mercado paralelo. Se aceptan comentarios en el E-mail: josesojo1@hotmail.com
El autor es economista
Profesor de la Universidad Central de Venezuela
Ms. En Science Texas A and M University
Realizó estudios doctorales en el Departamento de Economía Agrícola Texas A and M University.





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José Sojo


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