Entre gritos de júbilo y proclamas. Así fue recibida la liberación del miliciano palestino Zakaria Zubeidi. Quizá la más celebrada de las tres rondas de intercambios entre rehenes israelíes y prisioneros palestinos que ya van en este alto el fuego.
El último momento en el que Zubeidi había experimentado la libertad fue durante la espectacular fuga que protagonizó junto con otros prisioneros palestinos de una cárcel de máxima seguridad israelí en el año 2021. Él había sido detenido por las autoridades israelíes en 2019 acusado de participar en actividades armadas y estuvo planeando su huida junto con otros dos compañeros por más de dos años.
Para llevarla a cabo, cavaron un túnel usando unas planchas metálicas y ese túnel les condujo a un sistema de drenaje que les permitió salir a pie. Su fuga le valió la admiración de miles de palestinos y puso en jaque a las autoridades israelíes.
Sin embargo, la épica hazaña de Zubeidi tocó su fin tan solo cinco días después de su marcha, cuando fue descubierto junto a un compañero de prisión oculto en un camión en el norte de Israel, con rumbo a salir del país.
Este episodio le hizo un nombre reconocido entre jóvenes que ni siquiera habían escuchado de su lucha previamente a la escapada de la prisión. Por eso, este 30 de enero fue recibido en Ramala como una auténtica estrella. El preso salió primero y a hombros del autobús que lo trasladaba desde la prisión israelí de Ofer junto a otros 94 palestinos liberados este jueves en Cisjordania.
"He venido con mis primos para ver la liberación de Zakaria. No tenía ninguna intención de venir, pero cuando me enteré de que lo liberaban ni me lo pensé", dijo a la agencia EFE Amir, un joven palestino que condujo durante hora y media para poder presenciar el momento.
Poco después del baño de masas, Zubeidi paso a manos de los médicos, quienes iniciaron un reconocimiento para saber su estado general de salud.
Una vida entregada a la causa armada
Pero la historia de Zubeidi, de 49 años, se empezó a forjar mucho antes de su escapada. Él fue una de las piezas clave de las Brigadas de los Mártires de al Aqsa, grupo armado de Fatah, y una de las personas más buscadas por Israel durante la década de los 90 por sus ataques, algunos de ellos violentos.
Nacido en la ciudad palestina de Jenin, Zubeidi pasó su infancia y adolescencia como un refugiado en uno de los mayores bastiones de Fatah. Su padre fue torturado por pertenecer a este partido y él desde joven comenzó a luchar contra Israel.
Su papel fue especialmente relevante durante la Segunda Intifada, que enfrentó a los palestinos contra Israel. Ese conflicto convirtió a Zubeidi en una persona con poder, tanto en Jenin como en la política palestina en general y fue objeto de intentos de asesinato antes de ser incluido en un acuerdo de amnistía de 2007 entre Israel y la Autoridad Palestina.
Esta vez, su liberación estuvo marcada por muchas dudas y tensión ante los retrasos debidos a los múltiples inconvenientes que tuvieron los rehenes israelíes para salir de Gaza. Israel no confirmó la liberación de los presos palestinos hasta que se garantizase la seguridad de los rehenes.
Zubeidi fue recibido en Ramala, pero está en duda que pueda regresar a su ciudad natal, Jenin, debido a que los enfrentamientos entre Hamás y la Yihad Islámica con Israel en los últimos días se han multiplicado, hasta el punto de pasar a ser el centro del conflicto en medio del acuerdo de alto el fuego que se mantiene en Gaza.