Las palabras siempre han ignorado las leyes que regulan y moldean la libertad de expresión, palabras y frases transformadas en críticas que poco tienen de constructivas porque la crítica es solo eso, una crítica que dependiendo de a quien le llegue la someten a estudios morales pero con destinos independientes porque la moral tiene dos vías, desde esa perspectiva escribir es un atrevimiento que debe asustar ya que meterse a criticar o aplaudir una conducta política es juzgar y tratar solo tratar de ayudar a resolver milenarios problemas que se creían sin solución para el país. Escribir es una gran empresa de aventura.
Escribir con dignidad critica estorba a muchos que no quieren comprender y aceptar que los derechos de las personas son anteriores al poder de los gobiernos y superiores a la ley, verdadero freno moral a la libre expresión que justifica teorías, impulsan grandezas y locuras individuales y colectivas en las que los teóricos, intelectuales y políticos son especialmente fértiles.
Escribir es uno de los dramas más interesantes que una persona con pensamiento revolucionario enfrenta porque implica desentrañar la anatomía de la realidad, la estructura social y sus comportamientos, hay que inmiscuirse con la moral de la sociedad y la doble moral de las religiones, hay que distinguir y separar los prejuicios, descubrir las raíces de las tradiciones que animan los usos y los abusos solo para llegar a las ideas que una vez escritas se formalizan en opiniones que enmarcan una ideología con sus perversiones y esperanzas, por último, delinear los límites del poder ejecutivo para saltar al poder de las masas con sus funciones y responsabilidades que se debaten entre las necesidades sociales y el interés político.
Desde esa perspectiva escribir sobre socialismo es un derecho atrevido ya que hay que explicar por qué debe ser una conducta deseable enfrentando a quienes juzgan y resuelven explotar al pueblo en el espacio de un proceso revolucionario que, de ninguna manera puede ser modesto si lo que se quiere es, resolver los grandes temas del país con algún plan ideológico que de paso es uno de los temas más difíciles para el partido, porque las siglas dicen, Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) no dice Partido Chavista Unido de Venezuela, mas, sin embargo, el chavismo, el socialismo, comunismo y los revolucionarios enfrentan a la oposición y construyen el socialismo del siglo XXI.
Difícil no opinar sobre los culebrones de las crisis financieras, sobre los novelones de EEUU, Colombia, México, Vaticano, sobre los zafarranchos en Irak, Siria, Afganistán, Libia, Irán, Corea del Norte, Venezuela o sobre toda la intimidad de lo cotidiano que se va en la profundidad del bostezo frente a una computadora para que paginas como Aporrea publique los artículos que dan a conocer sobre la importancia que tienen los nuevos socialismos para la vida en la tierra, sin embargo, ¿Qué más escribir y para qué?
Escribimos para la nueva mujer y hombre o para todos cuyo espíritu es entrar en la colectividad, en la solidaridad, en la responsabilidad que ayuda para una nueva visión estratégica del proceso, incluso, para esa clase media que se niega a ser pueblo por estar a un paso de la oligarquía se dicen…típica pobreza mental contra la que hay que luchar porque es parte de la ignorancia cultural, sin embargo, todos esperan algo mejor de la imaginación de los que escribimos.
Los escritos pueden servir para la reflexión, burla, angustia, critica, todo depende de quien los lea, los artículos pueden ser puertas abiertas a ideas frescas o ventanas cerradas para las viejas ideas de lectores y escritores, unos conocidos hasta amigos otros anónimos y muchos enemigos con derecho a opinar; opinión que para algunos es el adversario de la libertad, a los gobiernos no les gusta la crítica cuando consideran que el poder no tiene límites aun cuando le ponen freno a la democracia, y no se puede crear una nueva inspirada solo en la desaparición de un líder con llamados justicieros agazapados en la venganza de la lucha de clases para que la igualdad no tenga cabida.
Por otro lado, todavía no sé si llamarme escritor porque dicen que los escritores nunca terminan por realizarse, otros, los más viejos exclaman ¡como que no estamos realizados! Ya lo estamos, lo cierto es que todos aportan con sus ideas, algunos con más luces y capacidad los otros escribimos también disparates y nos angustiamos porque los temas son los mismos ejemplo, a Capriles lo estamos haciendo famoso en Aporrea, la pagina está contaminada por este individuo fangoso por lo que dice y por lo que no dice, crónica diaria de la oposición en una página revolucionaria.
Y, gracias a la ética que Aporrea no permite los insultos ni artículos polvorientos contra el proceso, pasan los de los grandes bostezos como el mío, escribir a diario no es fácil y si lo es yo no puedo mantener la calidad ya que escribo muchas veces pendejadas lo que evidencia lo mucho que me falta por aprender para contribuir de mejor manera con uno de los proyectos más complejos que deberemos enfrentar para lograr la transición al socialismo con Chávez o sin él.
Peor es ponerse hablar sobre soberanía, libertad y autonomía en estos tiempos globalizados por el poder imperial que lucha por sostener al capitalismo que, ya no es la única razón que legitime o justifique ser de izquierda porque esa no es la expresión final para una mejor democracia socialista; participación es la voluntad del mando popular verdadera expresión de una ley constitucional que abrace otro modelo socio-económico, no esa libertad-participación bajo el mando permanente de un gobierno.
Es que la libertad no es una filosofía ni un derecho otorgado simplemente es un derecho especial para los pobres y es la piedra en la bota del poder, tema fundamental para un escritor revolucionario que no entiende las normas establecidas desde la nobleza, abusos para hablar de una libertad vigilada que solo señala límites a las clases sociales, fronteras donde empieza la arbitrariedad, esa la importancia para contribuir a la recuperación política de la izquierda en la región, actividad que tiene mucho de reconstrucción y de reconquista en nuestros pueblos.
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