Por qué es importante el ecosocialismo en la formación de los cuadros socialistas del PSUV

En el mundo se debate hacia donde va la humanidad parece encontrarse en una encrucijada, el desarrollo de las sociedades actuales y el desarrollo científico y tecnológico, el hombre esta escribiendo su lapida para su final en esta carrera consumista engendrada desde el espíritus capitalista nos sacude, y ya la capacidad de carga de nuestro planeta se esta agotando estamos casi en el comienzo del final, el hombre necesita vivir en armonía con la naturaleza en un equilibrio que le permita no perturbar mas su entorno ya demasiado daño hemos causado, el ecosocialismo es una alternativa civilizatoria radical que tratata de general una conciencia nueva sobre el hombre que tiene un reto vivir en un ambiente sustentable.nuestro partido socialista en sus cuadros de base tenemos que impulsar la conseccion del ecosocialismo como un elemento importante hacia el futuro de nuestro proceso revolucionario porque que hacemos con el socialismo si nuestra civilización esta en peligro de desaparecer no tendría sentido hay que impulsar la idea de minimizar el consumo ya que para capitalismo consumir es lo fundamental.

La lógica del capitalismo dicta que el beneficio privado lo es todo: busca producir acumulación de capital a través de la explotación, ya sea de personas, de los pueblos o de los recursos naturales. Ser anti-ecológico y expoliar los recursos naturales es la esencia del capitalismo. Además, su búsqueda del beneficio inmediato es contradictoria con hacer planes a largo plazo: que grandes empresas se gasten sumas millonarias en mutar a energías limpias es, para los cánones capitalistas del lucro privado, una locura impensable. Los biocombustibles que tanto se hablado como la solución inmediata ya en Europa se ha generado todo una discusión porque es evidente el gran impacto negativo que este tendría sobre los alimentos y la ecología de bosques tropicales por la gran cantidad y volumen de biomasa que requiere para satifacel las necesidades energéticas solo para algo como 6 % de Europa Por otra parte, los intereses creados en empresas que explotan la energía nuclear y del petróleo son inmensos: algunas de las empresas más ricas del mundo lo son gracias al “oro negro”, como Texaco, BP, Shell, Rockefeller o Standard Oil. Los gobiernos propician guerras –como la de Irak- para salvaguardar sus intereses; así que no podemos esperar ni confiar en que los capitalistas o sus gobiernos vayan a tomar medidas efectivas para salvar el planeta Sólo la acción de del pueblo organizado con una conciencia clara sobre los efectos letales del desarrollismo sin lógica y alterando el equilibrio de nuestra naturaleza existen ciertas condiciones especiales como la plasticidad la elasticidad de los ecosistemas pero como sabemos estas tienen un limite , por encima de este limited ya no hay retrocesos en el efecto que se pueda general puede ser catrastofico, sólo una sociedad que se base en el bien común, y no en el beneficio privado puede salvaguardar nuestro planeta.

Hoy en dia que Venezuela es un país con las mas grandes reservas de petróleo y posiblemente pueda covertise en entre los 5 países con mayores reservas en gas ya probadas, lo cual lo pone en la mira de de cualquier país imperialista , ya que durante muchas décadas mas el petróleo será la fuerte de energía segura para el movimiento del planeta por esta razón Venezuela se convierte en un objetivo militar de cualquier país imperialista , como lo fue Irak y lo es Afganistán en este momento como una ruta para el petróleo y gas El socialismo y la ecología -o, por lo menos, algunas de sus corrientes- cada una a su manera, son los herederos de la crítica romántica. Sus objetivos comunes implican la superación de la racionalidad instrumental, de la autonomización de la economía, del reino de la cuantificación, de la producción como fin en si, de la dictadura del dinero, de la reducción del universo social al cálculo de los márgenes de rentabilidad y de la necesidad de acumulación del capital. Tanto el socialismo como la ecología reivindican valores cualitativos: el valor de uso, la satisfacción de las necesidades, la igualdad social, para el primero; la salvaguarda de la naturaleza y el equilibrio ecológico para la segunda. También conciben la economía como “encajada” pero sin ser parte del medio ambiente social y natural. Su objetivo común podría ser, como escribe A. Mitzman, “sustituir los actuales valores dominantes de crecimiento económico lineal y de enriquecimiento personal, de competitividad sin piedad y de dividir el mundo entre ganadores y perdedores, por valores orientados hacia la armonía social y la solidaridad, basados en el respeto por la naturaleza y al carácter cíclico de la vida en general”. Porque la vida en nuestro planeta no es eterna los seres humanos nacen crecen y desaparecen es el ciclo de la vida , la naturaleza se mantiene por una serie de intercambio de energía la materia se trasforma todos los restos orgánicos y inorgánicos y regresa al ciclo que permite la vida en nuestro planeta, los animales las plantas tienen un puesto en este enlazamiento complejo que es la trama de la vida Asimismo, en Engels, que celebra demasiado el “control” y el “dominio” humano sobre la naturaleza, es posible encontrar escritos que llaman la atención, de forma más explícita, sobre los peligros de tal actitud –veamos, por ejemplo, el siguiente text del artículo sobre “El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre” (1876)

"No debemos presumir demasiado nuestras victorias humanas sobre la naturaleza. Por cada uno de estas victorias, la naturaleza toma venganza sobre nosotros. Es verdad que cada victoria dada, tenemos en primera instancia, los resultados esperados, pero en segunda o tercera instancia son efectos diferentes, inesperados, que anulan demasiado a menudo los primeros. La gente que, en Mesopotamia, Grecia, Asia Menor y en otras partes, destruyeron los bosques para conseguir tierras cultivables, nunca imaginó que mientras los eliminaban, acababan con los centros de colección y depósitos de humedad, poniendo las bases para el estado desolado actual de esos países. Cuando los italianos de los Alpes cortaron los bosques de pinos de la parte sur, tan queridos por la parte del norte, no tenían la menor idea de que mientras actuaban así cortaron las raíces de la industria lechera de su región; y menos aún preveían que se privaron de ese modo de las fuentes de agua para la mayor parte del año (...). Los hechos nos recuerdan a cada paso que no reinamos sobre la naturaleza como un conquistador reina sobre un pueblo extranjero, como alguien que está fuera de la naturaleza, sino que nosotros pertenecemos a ella con nuestra carne, nuestra sangre, nuestro cerebro, que nosotros estamos en su seno y que todo nuestro dominio en ella reside en la ventaja que tenemos sobre el conjunto de las otras criaturas es la de conocer sus leyes y poder servirnos de ellas juiciosamente." La gran contribución de la ecología fue -y es de nuevo- hacernos tomar conciencia de los peligros que amenazan al planeta como consecuencia del modo presente de producción y consumo. El crecimiento exponencial de agresiones al ambiente, la amenaza creciente de una ruptura del equilibrio ecológico configura un escenario catastrófico que pone en cuestión la misma supervivencia de la vida humana. Somos confrontados con una crisis de la civilización que requiere algunos cambios radicales.

El problema es que las proposiciones avanzadas por las corrientes dominantes de la ecología política europea son muy insuficientes o llevan a callejones sin salida. Su principal debilidad es ignorar la necesaria conexión entre el productivismo y el capitalismo, de conducir a la ilusión un "capitalismo propio" o de reformas capaces de controlar sus "excesos" (como eco-impuestos, p.e.). Toman como pretexto la imitación, por las economías burocráticas despóticas, del productivismo occidental, encontrando que espalda a espalda el capitalismo y el socialismo son dos variantes del mismo modelo - un argumento que ha perdido su interés después del hundimiento del pretendido "socialismo real." Los activistas ecológicos están equivocados si piensan poder hacer la crítica de la economía marxista del capitalismo: una ecología que no comprende la relación entre el "productivismo y la lógica de la ganancia está condenada al fracaso -o peor, a la recuperación por el sistema. Los ejemplos no faltan...
Considerando a los trabajadores como irremediablemente ganados por el productivismo, algunos activistas ecologistas consideran un punto muerto al movimiento obrero, y han puesto en sus banderas: "ni izquierda, ni derecha". Los ex-marxistas convertidos a la ecología declaran apresuradamente el "adiós a la clase obrera" (André Gorz), mientras de otros (Alain Lipietz) insisten que es necesario salir del "rojo" –es decir, del marxisme o del socialismo- para adherirse al "verde", nuevo paradigma que traería una respuesta a todos los problemas económicos y sociales.

Finalmente, en las corrientes llamadas "fundamentalistas" (o la ecología profunda) se llegan a esbozar, bajo el pretexto de lucha contra antropocentrismo, una refutación al humanismo que conduce a sus posiciones relativistas colocando a todas las especies vivientes en el mismo nivel. ¿Es necesario considerar verdaderamente que el bacilo de Koch o el mosquito anofeles tienen los mismos derechos a la vida que un niño enfermo de tuberculosis o malaria?Como podemos observar las diferentes tendencias de la ecología moderna , si no toman en cuenta el ser humano como parte del ecosistema , con sus diferentes consecuencia de su presencia, los extremos no son buenos , los fundamentalistas verdes por ejemplo solo se observan en países donde el estatus de vida es elevado pareciera que no existen pobres. La refutación de esas posiciones hace superior a los ecosocialistas. Al integrar las conquistas fundamentales del marxismo –desembarazado de las escorias productivistas-, comprenden que la lógica del mercado y del lucro (del mismo modo que del autoritarismo tecnoburocrático de las difuntas «democracias populares») es incompatible con las exigencias ecológicas. Al mismo tiempo que critican la ideología de las corrientes dominantes del movimiento obrero, ellos saben que los trabajadores y sus organizaciones constituyen una fuerza esencial para cualquier transformación radical del sistema. El ecosocialismo se ha desarrollado –a partir de las investigaciones de algunos pioneros rusos de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX (Sérgio Podolinsky, Vladimir Vernadsky)-, sobre todo durante los últimos veinicinco años, gracias a trabajos de pensadores de la talla de Manual Sacristán, Raymond Williams, Rudolf Bahro (en sus primeros escritos) y André Gorz (ibidem), como en las preciosas de contribuciones de James O'Connor, Barry Commoner, John Bellamy Foster, Joël Kovel (EE.UU.), Juan Martinez Allier, Francisco Fernandez Buey, Jorge Riechman (España), Jean-Paul Déléage, Jean-Marie Harribey (Francia), Elmar Altvater, Frieder Otto Wolff (Alemania), y muchos otros uno, que se han expresado en una red de revistas tales como: Capitalism, Nature and Socialism, Ecologia Politica, etc.

Esta corriente –presente en los partidos verdes, en los movimientos «rojos-verdes», tanto en la extrema izquierda como en el seno de la izquierda «clásica»- está lejos de ser políticamente homogénea, pero una mayoría de sus representantes comparte el interés por algunos temas. En ruptura con la ideología productivista del progreso –en su forma capitalista y/o burocrática (del «socialismo real»- y opuesta a la expansión ilimitada de un modo de producción y de consumo destructor del medio ambiente, representa en la esfera ecológica a la tendencia más avanzada y más sensible a los intereses de los trabajadores y de los pobres del Sur, donde sea que se comprenda la imposibilidad de un «desarrollo sustentado» en los marcos de la economía capitalista de mercado.

La utopía revolucionaria de un socialismo verde o de un comunismo solar no significa que uno no debe actuar desde hoy mismo. Pero no tener ilusiones sobre la posibilidad de "ecologizar" al capitalismo no significa que no debe comprometerse con el combate por reformas inmediatas. ese uno no puede contratar la lucha para las reformas inmediatas. Por ejemplo, algunas formas de eco-impuestos pueden ser útiles, a condición de que sean portadores de una lógica social igualitaria (hacer pagar a los contaminadores y no a los consumidores), y que se quite de encima el mito de un cálculo económico del "precio de mercado" por el daño ecológico: éste es una variable inconmensurables desde el punto de vista monetario. Nosotros tenemos necesidad desesperadamente de ganar tiempo, de luchar inmediatamente por la prohibición del CFCS que destruye la capa de ozono, por una moratoria en el OGM, por una severa limitación de los gases responsables del efecto invernadero, por privilegiar a los transportes públicos por encima de el uso del automóvil individualista, contaminante y anti-social. (18)

La lucha por las reformas eco-sociales puede ser portadora de una dinámica de cambio, de "transición" entre las demandas mínimas y el programa máximo, a condición de que rechace los argumentos y las presiones de los intereses dominantes, de apelar a las reglas del mercado, la competitividad o la "modernización". Algunas demandas inmediatas ya son, o puede volverse rápidamente, el lugar de una convergencia entre los movimientos sociales y los movimientos ecologistas, entre sindicalistas y conservacionista, entre rojos y verde: la promoción del transporte pública -trenes, metros, camiones, tranvías-, bien organizado y gratuito, como alternativa a los embotellamientos y la contaminación de ciudades y campos gracias al uso del automóvil individual y el sistema de caminos y transporte. La lucha contra el sistema de la deuda y los "ajustes ultraneo-liberales" impuesto por el FMI y el Banco Mundial a los países del Sur, con consecuencias sociales y ecológicas dramáticas: el desempleo masivo, la destrucción de las protecciones sociales y de las culturas vivientes, la destrucción de los recursos naturales por la exportación.

La defensa de la salud pública, contra la polución del aire, del agua (mantos acuíferos) o de la comida por la avaricia de las grandes empresas capitalistas.
La reducción del tiempo de trabajo como respuesta al desempleo y como visión de la sociedad que privilegia el tiempo libre respecto a la acumulación de bienes y posesiones.
Sin embargo, en la lucha por una nueva civilización, a la vez más humana y más respetuosa de la naturaleza, el conjunto de los movimientos sociales emancipadores deben asociarse. Como lo dice tan bien Jorge Riechmann:
"Este proyecto no es capaz de renunciar a ninguno de colores del arco iris en el cielo: ni el rojo del movimiento obrero anticapitalista e igualitario, ni al violeta de las luchas por la liberación de la mujer, ni al blanco de los movimientos no violentes por la paz, ni al anti-autoritario negro de los libertarios y anarquistas, y mucho menos al verde de la lucha por una humanidad justa y libre sobre un planeta habitable ".

Esta causa es planetaria, como la vamos a enfrentar en Venezuela que vamos hacer si tenemos que construir nuestro propio ecosocialismos con nuestras raíces ancestrales que tenemos que parir una nueva sociedad con valores a hacia nuestra madre tierra aprender nuestros hermanos Bolivianos su sabiduría de nuestros compañeros zapatistas de los movimientos campesinos, aun mas de los árboles de las flores de esas relaciones que creemos insignificantes para nosotros pero inpresindibles para la vida.


sflores@ivic.gob.ve


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Saúl Flores


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