Caracas, 14 May. ABN.- El programa Infocentro tiene siete años trabajando para que las comunidades formen parte activa del mundo tecnológico, lo que fortalece su labor social.
Por el éxito en las actividades que han llevado a cabo, en mayo de 2007 se convirtieron en lo que ahora se conoce como la Fundación Infocentro, la cual celebrará su primer aniversario esta semana con actividades dentro de las comunidades venezolanas.
Una vez como fundación, han adquirido mayores responsabilidades con la sociedad, expandiendo además su radio de acción.
“Antes, cuando éramos programa, formábamos parte del Centro Nacional de Tecnología e Información (CNTI), pero a medida que la cantidad de infocentros fue creciendo, la atención que necesitaba el programa tenía que evolucionar. Entonces se aprovechó el cambio de estructura del Estado que se suscitó el 8 de enero del año pasado para que en el Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (MCT) se creara esta fundación, para atender el aumento de los infocentros”, explicó su director ejecutivo, Omar Montilla.
Con su evolución a fundación, ahora los infocentros obtienen un mayor rango. Incluso crecen en importancia hasta lograr concentrar un mayor número de personal dedicado exclusivamente a mejorar y ampliar su servicio. Los infocentros dejaron de ser uno de los programas del MCT para convertirse en un concepto más amplio.
Sin embargo, los cambios que ocurrieron luego de su paso a fundación no son sólo de infraestructura o personal administrativo.
Gracias a su nuevo estado, pueden abordar con mayor profundidad el campo humano, tal como lo explica Montilla.
“Ahora abarcamos asuntos más allá de lo físico, que es lo humano. Al abordaje con los facilitadores, que son las personas que están en cada uno de estos Infocentros, se le ha dado una dimensión totalmente distinta en la fundación, y se empezó un plan bastante ambicioso de formación de estos facilitadores, el cual no implica únicamente lo tecnológico sino es una formación que tiene componentes políticos, pedagógicos y tecnológicos, que permiten desarrollar en ellos una serie de capacidades para que puedan afrontar sus responsabilidades de una manera distinta”.
Los infocentros no son sólo un lugar al que se puede acceder a Internet, ellos se han convertido en una herramienta que impulsa el desarrollo social. Esto se logra mediante la apropiación tecnológica, concepto que no está limitado al uso personal de las computadoras sino que ellas representen parte importante de la vida de las personas que las usan.
La meta es convertir a las computadoras en un método mediante el cual los ciudadanos puedan conseguir respuestas pertinentes a algunos de los problemas de su comunidad, que permitan impulsar el desarrollo de las comunidades.
“El hecho de que esa computadora con Internet sirva para la comunidad es el verdadero resultado de la apropiación tecnológica”, expresó Montilla.
Pero esta apropiación tecnológica tendrá resultado en la medida en que las comunidades puedan aplicar las herramientas que ofrecen estas máquinas para forjar su propio desarrollo, sin tener necesariamente a un intermediador tecnólogo.
Los facilitadores de infocentros son personas que habitan dentro de las mismas comunidades en las que se encuentran un centro de información, y son elegidos por su propio entorno, siguiendo un perfil necesario para el manejo de las máquinas. Esto se debe a que es la propia comunidad la que puede resolver sus problemas, y nadie mejor que sus habitantes para lograrlo.
Las modalidades de los centros de información no se restringen a los habituales infocentros o megainfocentros (cuyas capacidades de infraestructura albergan a más personas), sino que van más allá. Un ejemplo se puede ver en los infomóviles, que son camiones dotados entre 12 a 14 computadoras portátiles y su propia planta eléctrica, que van recorriendo todo el territorio nacional y llegan a zonas con un difícil acceso.
Uno de los proyectos más novedosos son las infolanchas, las cuales, como su nombre lo indica, constan de acondicionar lanchas con los equipos necesarios para acceder a la web, tanto físicos como humanos.
Este plan está diseñado para lo que el director ejecutivo de la Fundación Infocentros llama la Venezuela Acuática, zonas en las que su población se dedica a actividades como la pesca.
Igualmente, la Fundación Infocentros desarrolla un plan denominado telemedicina, que, como concepto, significa que un doctor ubicado en Caracas pueda diagnosticar a un paciente ubicado en Guárico, por ejemplo.
“Podemos utilizar los infocentros donde se encuentran personas con problemas de salud para conectarlos, vía Internet, con algún especialista médico para que pueda ayudarlas”, señaló Mantilla.
Cuando el satélite venezolano Simón Bolívar esté en órbita aumentará la gama de posibilidades que ofrecen los infocentros.
“El propósito del satélite no es para minimizar los costos sino para hacer cosas que en este momento no estamos haciendo, para que haya un despliegue en todo el territorio nacional de la conectividad, y de esa forma mejorar servicios como la educación y la salud en los poblados', dijo Montilla.
