Se cree que los escombros terminaron en el Océano Pacífico, pero no se conoce la hora exacta en la que el satélite, del tamaño de un autobús, entró en la atmósfera
26 sept. 2011 - La NASA confirmó este lunes que los restos del satélite UARS, que cayó en la madrugada del viernes de forma incontrolada sobre la Tierra, seis años después del fin de su vida útil, podrían no encontrarse nunca.
Se cree que los escombros terminaron en el Océano Pacífico, pero no se conoce la hora exacta en la que el satélite, del tamaño de un autobús, entró en la atmósfera y la ubicación de sus restos no ha podido determinarse todavía, informa la agencia AP.
“Como no sabemos dónde está el punto de reentrada, tampoco sabemos dónde cayeron los escombros exactamente”, aseguró Nicholas Johnson, jefe científico de desechos orbitales en el Centro Johnson de la NASA en Houston. “Puede que nosotros nunca lo sepamos”, advirtió.
Los trozos de escombros podrían haberse esparcido en los 800 Km de camino, pero con más del 70% de la superficie terrestre cubierta por el agua, muchos expertos dijeron que las piezas eran más propensas de terminar en el océano.
Stephen Cole, portavoz de la NASA en Washington, dijo a la BBC: “Hay que recordar que son piezas muy, muy pequeñas, a pesar de que el satélite original era grande – tan grande como un autobús”.
“La mayor parte se quema en la atmósfera y sólo una docena de piezas sobreviven. Serían fragmentos muy dañados, y si cayeron en el océano desaparecieron”, explicó.
Al igual que ha hecho en los últimos días, la NASA volvió a insistir en que el riesgo para la seguridad de las personas es “muy remoto”.
Los datos que maneja la agencia espacial indican que es probable que los pedazos del satélite cayesen en el océano Pacífico. Veintiséis componentes compuestos de acero inoxidable, titanio y berilio, con un peso total de unos 1.200 kilos, podrían haber sobrevivido a la reentrada y llegar a la superficie de la Tierra.
“Estaremos pendientes y si recibimos algún informe, trataremos de verificarlo y comunicarlo”, añadió Jhonson.