¿Ingenua tolerancia o complicidad concertada?

La quinta columna ocupa áreas sensibles y estratégicas del gobierno

El Comandante Chávez en su comparecencia reciente en el programa Dando y Dando, conducido por la excelente periodista Tania Díaz, durante el cual anunció varias medidas para enfrentar la crisis energética y los efectos de la fuerte sequía que ha impuesto el fenómeno de El Niño mermando a niveles críticos los embalses en general del país, entre las cuales se destacan el ahorro energético y las fuertes inversiones en la generación energética, así como la creación del ministerio de energía, dijo, sin rodeos de ningún tipo, que algunas gerencias hasta el momento del sector eléctrico (palabras más, palabras menos): se habían convertido en muros infranqueables para el desarrollo de esa área tan importante para el país, saboteando y retrasando todo proyecto, tal y como ocurrió en la vieja PDVSA, con la llamada "meritocracia" o "gente del petróleo", para agregar, sin inmutarse, que esas personas, a quienes se les pagan sueldos escandalosamente altos, tenían que salir de allí porque no iba a tolerar que eso siguiera ocurriendo en el sector eléctrico.

Valgan esas palabras del presidente Chávez para retomar de nuevo el tema que a muchos ha concitado inmensa preocupación, como lo es la infiltración de saboteadores de la oposición en la instituciones del Estado, quienes disfrazados de rojo, se desempeñan en muchas instancias gubernamentales como gerentes en posiciones claves, sin que ninguna medida se tome no solamente para removerlos de inmediato de sus cargos, sino para impedir que sus actuaciones afecten seriamente los planes y programas de la revolución y sólo se acuerdan los debidos correctivos luego de que ya han hecho el gran y grave daño, como es el que hoy vivimos en el sector eléctrico, lo cual es algo que realmente no es posible que nadie lo logre entender…

Nos planteamos como una necesidad permanente reiterar la preocupación compartida por muchos compatriotas respecto de la fortaleza institucional de que gozan centenares de funcionarios públicos que detentan cargos de muy alta responsabilidad gerencial en los distintos estamentos del Estado, cuya vinculación política estrecha con el neoliberalismo y el imperio yanqui, constituyen un real y serio peligro, no solamente para la buena marcha de los proyectos y programas de este proceso de cambios que lidera el Comandante Hugo Chávez Frías, sino para la propia estabilidad del gobierno.

Además de esos grupos de personas que han permanecido por años en las instancias estatales a la "chita callando", quienes, además, exhiben mucha solidez en sus posiciones, se han “infiltrado” y lo siguen haciendo, nuevas caras hábilmente disfrazadas de "chavistas" que igualmente ocupan importantes responsabilidades de mando. Ambos hechos resultan nada entendibles para quienes estamos convencidos de que un proceso revolucionario solamente es posible llevarlo adelante con gente que realmente esté comprometida con darle un vuelco de ciento ochenta grados al esquema político impuesto por las castas del puntofijismo, en conchupancia con los grupos económicos expoliadores y entreguistas que durante más de cuarenta años hicieron con Venezuela lo que les vino en gana. Y esa gente no puede ser otra sino aquella que ideológica y políticamente tenga eso muy claro, así como que sus antecedentes de vida ciudadana hayan estado signados por conductas de muy alto contenido ético y que, además, sean virtuosas y bien sensibles, así como que tengan en su haber una apropiada preparación para el trabajo creador y productivo. Desde nuestra óptica, así calificamos a quienes deben manejar las estructuras del Estado, en todos los niveles de gerencia, para un pueblo que busca su liberación definitiva, en el marco de la Constitución Bolivariana que nos rige.

No podemos en las actuales circunstancias en que los grupos de la oposición todavía persisten en sus esquemas golpistas, con el apoyo cada día mayor del gobierno del norte y sus lacayos criollos, seguir aceptando con una tolerancia que ya raya en una gran irresponsabilidad, que el alto gobierno consienta que muchos de sus integrantes admitan la permanencia de enemigos de este proceso de cambios en las instituciones del Estado. Eso es inadmisible y cuanto antes hay que ponerle coto a esa situación, o de lo contrario, nos veríamos en el terrible trance de tener que presenciar, con la mayor perplejidad, que nuestro Comandante de nuevo sea sacado de Miraflores y esta vez ocurra que no sepamos lo que hagan con él, pues no creo que se les ocurrirá repetir lo de Zelaya…!!! No olvidemos que el imperio no cejará en su empeño por apoderarse de nuestro país y para hacerlo, ya sabemos que no desdeña cualquier fórmula que haya para hacerlo, así sea el asesinato planificado de nuestro Presidente o una invasión sangrienta al estilo de la de Panamá, en 1989.

La situación es realmente preocupante. La presencia en el gobierno de enemigos jurados de la revolución en puestos claves es una realidad que es muy difícil de ocultar y no creo que sea nada complicado detectarlos, pues basta que se les haga un riguroso seguimiento de evaluación a cada una de sus ejecutorias y se verá de inmediato que aquello que había sido previsto que realizaran en un año o dos, lo fue en cuatro y cinco o más y, lo que es peor aún, se verificará que en muchos de los casos, ni un ápice han hecho, luego de que se puso la primera piedra o se les impartió la orden y se les asignaron los respectivos recursos.

¡Ojo pelao..., mi Comandante!. No es nada tarde para enderezar lo que anda torcido o muy lento. Estamos convencidos de que su liderazgo siempre ha apuntado hacia el camino correcto. Revise su entorno, pues eso lo pudiera llevar a tomar la acertada decisión de mover la mata tanto como sea necesario para despojarla de la broza y todo lo podrido que le impide erguirse frondosa hacia los cielos...Pero, paralelamente a eso, insistimos en que usted debe examinar con la mayor urgencia la creación de una Junta de Veedores integrada por gente de su más absoluta confianza, para que haga de forma permanente el debido seguimiento al cumplimiento de los planes y programas que su gobierno ordena llevar adelante y así yo creo que vamos a evitar que los enemigos de la revolución se salgan con las suyas…

En fin, vemos que son muchas las interrogantes que no conducen sino a la conclusión de que muchísimas cosas no andan bien y ello ocurre, simplemente, porque la oposición golpista y desestabilizadora dispone de mucha gente en el estamento gubernamental.

oliverr@cantv.net


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Iván Oliver Rugeles


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