La Cuarta Flota y la Nueva Política de Agresión Imperialista IV

     El gobierno corporativo de los Estados Unidos declaró la guerra total contra los pueblos. Esto representa una escalada hacia la ocupación de los países del tercer mundo, por cualquiera de sus formas de agresión. Desde la intervención encubierta a través del financiamiento de agentes en el país objetivo, a las organizaciones no gubernamentales, a los partidos políticos pro imperialistas, a los medios de comunicación, a los factores dentro del ejército, todo esto con el propósito de ejecutar Golpes de Estados insurreccionales cívico militares; además del financiamientos de campañas electorales para lograr llegar por esa vía; hasta la invasión de los territorios para ocupar los Estados definidos como Estados Fallidos o Delincuentes, generalmente, ricos en materias primas energéticas, materiales estratégicos, agua, biodiversidad, etc. O poseer la condición estratégica de ser transito obligado de gasoductos y oleoductos.

     Esta declaración de guerra va a acompañada de una visión estratégica que corresponde a la interpretación de un contexto estratégico caracterizado por: 

  1. Actores Transnacionales, que no corresponden a Estados organizados.
  2. Proliferación de armas de destrucción masiva.
  3. Protagonismo de organizaciones no gubernamentales.
  4. Terrorismo.
 

     En consecuencia, estas “amenazas no tradicionales,” difusas, generan un ambiente estratégico dominado por la incertidumbre, para usarlo como propaganda de guerra contra los países del tercer mundo por parte del Estado imperialista norteamericano. El estado de guerra generado después del 11-9 y la propaganda que va acoplada ha esta nueva forma de agresión, desarrolló una matriz de opinión que criminalizó  la lucha de los pueblos por la liberación nacional y el socialismo, bajo la denominación de actores para estatales delincuentes, terroristas, narcotraficantes y asesinos. Esta es la base ideológica de la propaganda de guerra generada por el sistema de guerra de agresión imperialista, conformada por: 

    1. La Estrategia de Seguridad Nacional, bajo la responsabilidad del Consejo de Seguridad Nacional
    2. La Estrategia de Defensa Nacional a cargo de la Secretaría de Defensa.
    3. La Estrategia Militar a cargo del Estado mayor Conjunto.
 

     Esta Sistema de planificación estratégica tiene como fundamento básico, en primer lugar, el creciente aumento de sus intereses globales, que involucra poseer capacidad para defenderlos en todo el mundo. Es decir, la Estrategia de Seguridad Nacional, es la formulación explícita de la política de agresión imperialista considerada desde el punto de vista de los intereses globales de la potencia hegemónica. Esta formulación integra todos los aspectos diplomáticos, económicos, militares, de derechos humanos, ayuda humanitaria y los aspectos de inteligencia de combate, unidades que fueron creadas después del 2002,  para operar en los países a ser desestabilizados.

     Este carácter multidimensional y público, convierte a la Estrategia de Seguridad Nacional (ESN/NSS) en una “gran” estrategia que sirve para orientar y supervisar la proyección exterior de EEUU, y guiar las operaciones en las diferentes regiones del mundo dentro de un sistema de guerra total utilizando como primera línea de intervención, operaciones encubiertas financiadas por los organismos como la NED, (National Endowment for Democracy) y operaciones al descubierto utilizando los organismos multilaterales regionales y ONGs,  como Human Rights Watch. En el interior del país objetivo, financian a los partidos políticos pro imperialistas, las ONGs como SUMATE, y todo esto dirigido por los medios de información de masas y sus medios aliados internacionales, que constituyen la punta de lanza de la Guerra Sicológica y de movilización de masas.

      Esto, constituye una concepción mas avanzada y refinada tecnológica y militarmente, de la utilizada en Irán en 1952-53. El primer Golpe de Estado exitoso que desarrollaron la CIA y la S.I.S de Inglaterra en el extranjero, después de la Nacionalización del petróleo ejecutada por Mohammed Mossadegh, primer ministro de Irán elegido democráticamente. Mediante este Golpe de Estado impusieron al Shah Mohammad Reza Palhavi. Utilizaron los medios de comunicación desarrollando campañas contra el gobierno. Dividieron a la población y ejecutaron una insurrección contra Mossadegh, con un componente militar reclutado por la CIA: el General Fazlollah Zahedi.

     En segundo término, el acceso a tecnología avanzada de sus eventuales adversarios, obliga al ejército norteamericano a continuar investigando para desarrollar medios más complejos, y simultáneamente, el adiestramiento del efectivo, tanto civil como militar, bajo criterios de especialización, estimulando el desarrollo de entidades privadas especializadas en el entrenamiento de comandos para la privatización de la guerra, como la compañía Black Water. Esto constituye uno de los factores de la Globalización Neoliberal en el campo de la Guerra Total contra los pueblos del mundo.

     Y el tercer aspecto lo constituye, hacer de la amenaza al territorio nacional y a sus habitantes, por parte de los “actores para estatales,” supuestamente demostrada en los ataques del 11-9, el eje mediático interno para mantener a la población bajo el mito ideológico de la posibilidad de un ataque que podría provenir de los estados delincuentes y fallidos que albergan a las organizaciones terroristas como el caso de Afganistán y al-Qaeda. Y facilitar la adopción de leyes que permitan el sometimiento de la población como la Ley Patriota y la legalización de la tortura para buscar información.

     Este último aspecto  es considerado quizás el más relevante, para los planes de convencer al pueblo norteamericano de que están en guerra contra un enemigo diabólico y lograr de esa manera, conseguir el apoyo del ciudadano aterrorizado, para agredir a los Estados que el gobierno terrorista de EEUU, defina como fallidos o delincuentes, inclusive, fuera del marco del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Esto permitió al Gral. Richards B. Meyers, Jefe del Estado Mayor Conjunto (CJCS), como parte del Plan del Mando Unificado, materializar en el año 2002 una de las reformas más significativas en la organización jurisdiccional y mandos regionales de las FF.AA. de los EE.UU, crear el “Comando Norte”, responsable exclusivo de la Seguridad Nacional del territorio.

     Si consideramos un escenario, en que los intereses del más débil se sientan amenazados por la agresión imperialista. Por su debilidad, no buscará un enfrentamiento directo, entonces, según los expertos del pentágono, consideran que las vulnerabilidades en el más fuerte, puede ser explotados por estas organizaciones y producir ataques mortíferos. En esto consiste lo que los analistas militares imperialistas denominan Guerra Asimétrica.

     Como afirmó la actual Asesora de Seguridad Nacional del presidente de EE.UU. Condoleezza Rice, "...virtualmente todos los servicios vitales, suministro de agua, transporte, energía, servicios financieros, telecomunicaciones y salud pública, dependen de las computadoras, líneas de fibra óptica, interruptores y enrutadores que los conectan. Si esas redes se descomponen, toda la nación se trastorna. Es una paradoja de nuestros tiempos: la misma tecnología que le permite a nuestra economía tanto dinamismo y a nuestras fuerzas armadas tanto dominio, también nos hace más vulnerables".

     Los analistas de la guerra, encuentran como un fenómeno el cambio de escenarios de guerra, una característica de la guerra actual.  “En la era de post Guerra Fría, sin embargo, los conflictos están cambiando de la guerra en la selva a la guerra en el desierto y las ciudades, donde los terroristas insurrectos encuentran protección y un ambiente rico en objetivos.” Esta manera de abordar el cambio de la naturaleza de la guerra de resistencia popular, encubre lo esencial del cambio en la postura de la Doctrina de Seguridad y Defensa del hegemón imperialista. La Idea básica actual es la intervención a países, por ellos llamados Países Fallidos. Con ese propósito, el Consejo Nacional de Seguridad de EEUU, resuelve instruir al Departamento de Estado del Gobierno norteamericano para que cree, en julio de 2004, la Oficina coordinadora para la Reconstrucción y Estabilización. Esta oficina tendrá la misión de planificar la ayuda a la estabilización y reconstrucción de las sociedades en transición del conflicto o la distensión civil, para que puedan alcanzar una trayectoria sostenible hacia la paz, la democracia, y la economía de mercado.

     El primer Coordinador1 de esta oficina fue el Embajador Carlos Pascual, quien dirigió la embajada de EEUU en Ucrania desde octubre del 2000 a agosto del 2003. En este país supervisó y dirigió la política de EEUU centrada en promover en Ucraniana, su integración con la comunidad Euro-atlántica. Las prioridades claves incluyeron: la consolidación de las iniciativas democráticas propuesta por una organización no gubernamental “Grassroots.” Mediante esta organización, desarrollaron su política de intervención en ese país, promoviendo como ejes de actividad política de la operación encubierta de desestabilización, la contención del terrorismo y la no proliferación, además trabajar por la edificación de un sector privado fuerte.  

     En la revista Foreing Affairs de Julio/Agosto de 2004, en la pag., 153, Carlos Pascual junto con Stephen Krasner, escribieron un artículo sobre los Estados Fallidos (EF) donde señalan:

     “En un mundo interrelacionado, los Estados débiles y fallidos, representan un riesgo para los Estados Unidos y la seguridad global. Además, representan uno de los retos más importante para la política exterior en la era contemporánea. Cuando el caos prevalece: el terrorismo, el narcotráfico, la proliferación de armas y otras formas del crimen organizado, florecen. Dejados en la calamidad, sujetos a la depredación, y negado el acceso a los servicios básicos, la gente llega a ser susceptible, a las exhortaciones de demagogos y traficantes de odio. Afganistán, uno de los países mas pobres del mundo estaba en esas circunstancias en el 2001, este se convirtió en la base para el ataque más mortífero contra los Estados Unidos, ilustrando trágica y gráficamente que los problemas de otros países no solamente los afectan a ellos.”

     Esta visión de Carlos Pascual, Fundador-Director de la Oficina de Reconstrucción y Estabilización, de lo que son los estados fallidos y el impacto que podrían causar en su país, y en el resto del mundo, nos indica claramente la intención de la Administración del Presidente Bush, de desarrollar una política exterior de intervención encubierta para crear el caos en un país, declararlo Estado Fallido como lo hicieron en Afganistán y Kyrgyzstan, y como además, lo intentaron e intentan en la República Bolivariana de Venezuela. Pero ahora, la intervención será coordinada, desde una oficina del Departamento de Estado. Al mismo tiempo a través de la reforma de las Naciones Unidas, introdujeron la Comisión de Consolidación de la Paz, que actuaría en la etapa de post conflicto, donde la oficina del Departamento de Estado para la Reconstrucción y la Estabilización entraría en actividad, con apoyo y asesoría “técnica.”

     La página WEB de la Oficina de Estabilización y Reconstrucción podemos extraer lo siguiente:

      “Se ha desarrollado un consenso dentro de la Rama Ejecutiva, en el Congreso y entre expertos independientes de que el Gobierno necesita una vigorosa capacidad para prevenir el conflicto cuando sea posible y si es necesario dirigir operaciones de estabilización y de reconstrucción en los países que emergen del conflicto o guerras civiles. En julio de 2004 el Congreso autorizó la programación de fondos para crear la Oficina del Coordinador para la Reconstrucción y la Estabilización (S/CRS).  El Embajador Carlos Pascual fue nombrado Coordinador, y reporta directamente al Secretario de Estado…si vamos a asegurar que los países promuevan una vía sustentable hacia la paz, la democracia, y la economía de mercado, necesitamos nuevas herramientas institucionales de política exterior, que puedan influenciar las decisiones, que los pueblos y los países hacen, acerca de la naturaleza de sus economías, de sus sistemas políticos, su seguridad, y en algunos casos acerca de la construcción del tejido social de una nación.

      Como se desprende de la declaración anterior, la Oficina forma parte de las nuevas herramientas de política exterior de la Administración Bush, para dirigir las sociedades hacia su modelo político, económico y social, construyendo un imperio formado por provincias neocoloniales dirigidas desde esta oficina, y la Comisión de Reconstrucción de la Paz de las Naciones Unidas.  De esta forma, los Estados Unidos actuarían a través de un organismo multilateral, las Naciones Unidas, para consolidar, de manera abierta y con su apoyo, la nueva forma de tutelaje neocolonial.

clazo13a@gmail.com



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Carlos Armando Lazo G.


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