El pasado 9 de diciembre se conmemoraron 123 años de la Proclama de Cipriano Castro en la que llama a la unión nacional y defensa de la patria, ante la agresión de potencias extranjeras, Alemania, Inglaterra e Italia, las cuales, bajo el argumento del cobro de deudas, atacaron el territorio nacional con barcos de guerra que bombardearon costas, puertos y pueblos venezolanos. De aquella proclama, una frase que la encabeza retumba hoy con más fuerza: "Venezolanos: la planta insolente del Extranjero ha profanado el sagrado suelo de la Patria". Hoy, de acuerdo al criterio generalizado, ante una flota de guerra de Estados Unidos rondando el Caribe y nuestras costas, vivimos un asedio, una agresión y una amenaza parecida a la de 1902, aunque ya no con el argumento de reclamar deudas, sino con la burda acusación de que estamos inundando de drogas las calles de las ciudades de Estados Unidos. Además, la narrativa que sale de la boca de los voceros de la Casa Blanca, agrega que aquí hay un Cartel de los Soles que dirige el presidente Nicolás Maduro y que todos los venezolanos somos miembros del Tren de Aragua, una poderosa banda criminal que ha vulnerado la sofisticada red de inteligencia y seguridad estadounidense y se ha extendido por todo el territorio, llevando zozobra y terror a los habitantes.
El pasado 9 de diciembre en la sala de lectura del Archivo General de la Nación se realizó un conversatorio titulado "Patria, libertad e independencia, 123 años de la proclama antiimperialista de Cipriano Castro". Con Pedro Calzadilla oficiando de moderador, intervinieron como ponentes los historiadores Yajaira Hernández, José Gregorio Linares y Aldemaro Barrios. A este panel se le unió posteriormente Alejandro López, quien preside el Centro de Estudios Simón Bolívar.
La proclama del 9 de diciembre de 1902
Previo a las exposiciones, los asistentes acudieron al Panteón Nacional donde se rindió homenaje a Simón Bolívar y a Cipriano Castro. El historiador Manuel Carrero Murillo pronunció un discurso efusivamente aplaudido por los presentes.
Pedro Calzadilla, presidente del Celarg, confesó en el conversatorio que cada vez que uno acude a un acto en el Panteón Nacional sale con las pilas recargadas de patriotismo. "Felicitaciones al profesor Manuel Carrero, quien se lanzó tremendo discurso", dijo el historiador.
Todos los ponentes coincidieron en que tanto ayer como hoy, la respuesta del pueblo venezolano, ante la amenaza extranjera, ha sido monolítica y patriótica. Ayer, el país nacional se unió en torno a Cipriano Castro, hoy el fervor patriótico se ha potenciado y millones de venezolanos acudieron al llamado del presidente Nicolás Maduro a alistarse como milicianos para la defensa de la patria.
En el conversatorio también se recordó el triunfo de Antonio José de Sucre en la batalla de Ayacucho de 1824, cuando el Ejército Libertador echó de tierras americanas a las fuerzas españoles. Por coincidencia este pasado 9 de diciembre, la Unesco declaró al joropo venezolano como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, noticia que fue aprovechada por el historiador José Gregorio Linares para recitar una estrofa del poeta Alberto Arvelo Torrealba, cantada en el contrapunteo de Florentino y el Diablo, que retrata de algún modo el ser y el alma venezolana. Esta estrofa la recitó el Comandante Hugo Chávez durante algunas de sus intervenciones públicas:
Yo soy como el espinito /que en la sabana florea /doy aroma al que pasa /y espino al que me menea.
Respaldo popular
Yajaira Hernández Rubio, docente, historiadora, autora del libro "Venezuela 1902-1903 Bloqueo y Resistencia Nacional", editado por el Centro Nacional de Historia, dijo de entrada, refiriéndose a los barcos estadounidenses que hoy amenazan a Venezuela, que esta agresión se circunscribe dentro de la pretensión de Estados Unidos de mantener su hegemonía en el continente americano, en consonancia con la Doctrina Monroe, recientemente reeditada. Pero la historiadora expuso otro argumento, anunciado por muchos analistas internacionales
"Los internacionalistas señalan que Estados Unidos lo que está haciendo es ejecutando una guerra híbrida contra Rusia, China, por los objetivos que tienen estos dos países aquí. Venezuela es su principal foco de subversión que atacar. Es verdad, son nuestros recursos, tierras raras, todo eso, pero, además, ratificar su hegemonía en el Caribe, en el continente, lo que ellos llamaban antes su patio trasero. Rusia y China se han relacionado con América Latina desde la postura del mundo multipolar, cuestión que a ellos no les conviene. Esto se manifiesta en cómo Estado Unidos ha presionado a Brasil para que se salga del foco de influencia de China. Estados Unidos controla Ecuador, presiona a México para que no participe en la Ruta de la Seda. Son posturas de defensa de su hegemonía", consideró.
En torno a los hechos acaecidos en 1902 y la agresión de los países europeos dijo que Castro llamó a la unidad nacional en un país que sufría de inestabilidad interna a consecuencia de la mal llamada Revolución Libertadora que encabezaba el banquero Manuel Antonio Matos.
Contó que empresas extranjeras daban dinero a la oposición de la época, para que enfrentaran a Castro, estrategia que no dio resultado. Castro se había convertido en una molestia para Estados Unidos por su postura política, su posición nacionalista. Por eso los países europeos decidieron lanzar el bloqueo que ya se venía anunciando desde 1901. Estados Unidos avaló la agresión afirmando que la Doctrina Monroe no eximía de deudas, y que no defendía a un país moroso. Incluso, Estados Unidos instó a Inglaterra a que invitara a Alemania a participar en el bloqueo, ya que albergaban el interés de sacar a los alemanes de Venezuela por la influencia que mantenían en el circuito agroexportador, principalmente en la zona Maracaibo-Cúcuta.
"La movilización popular de aquella época se parece a lo que hoy se vive en las calles de Venezuela en defensa de la patria. La proclama de Cipriano Castro fue una hoja suelta que, reproducida, pasaba de mano en mano, de plaza en plaza. En un país con 80 % de analfabetismo, los bachilleres, y los que tenían alguna instrucción, le leían las noticias al pueblo en las plazas. Se hicieron colectas públicas para contribuir a pagar la deuda y se fundaron Sociedades Patrióticas para reunir dinero. En la Universidad Central de Venezuela se crearon milicias patrióticas de estudiantes y el rectorado expresó su apoyo al gobierno. Desde los medios de comunicación se instó a la población a boicotear a los países agresores y no comprar productos o mercancías alemanas, inglesas, italianas. Desde Perú, Ecuador, Bolivia, Argentina, y de otros países se reportaron grupos de estudiantes que deseaban viajar a Venezuela a combatir a los agresores extranjeros; gente de la Colonia Tovar y de la colonia italiana apoyaron a Castro", relató Yajaira Hernández Rubio.
La historiadora resaltó el papel de algunos personajes como César Zumeta, intelectual, periodista y escritor, quien a pesar de adversar a Cipriano Castro le enviaba cartas desde Nueva York y lo animaba a resistir y que hiciera una guerra de guerrillas.
"Cipriano Castro fue el líder y presidente que aglutinó al pueblo en aquellos años difíciles, como hoy lo han hecho Hugo Chávez y Nicolás Maduro" sentenció.
Aldemaro Barrios tituló su ponencia "Dinámicas históricas de bloqueos comparativos 1902-2025", en donde analiza la postura de Estados Unidos sobre el bloqueo y demuestra citando documentos, comunicados y cartas de la época, cómo este país se vio involucrado en los acontecimientos de aquellos años y en los planes conspirativos contra Cipriano Castro. Aseguró que Estados Unidos apoyó y financió la conspiración de Manuel Antonio Matos contra Castro.
Para Barrios la política exterior de Estados Unidos con relación a Venezuela en 1902, y la situación actual en 2025, nada ha cambiado. En un poco más de un siglo, en tanto ayer como hoy el bloqueo contra Venezuela tiene una misma génesis, la apropiación por la fuerza de sus recursos patrimoniales.
Barrios enumeró una compleja situación diplomática en la que estaba involucrado el vapor Viking, impedido de viajar a Caño Colorado, Venezuela, ante la negativa del cónsul venezolano de autorizarlo, ya que Caño Colorado y la aduana estaba en poder de los revolucionarios, es decir, de fuerzas leales a Manuel Antonio Matos. Sin embargo, el barco hizo el viaje.
Barrios recordó un antecedente de orden económico y financiero, para demostrar el apoyo de Estados Unidos a Manuel Antonio Matos: "…los directivos de la New York and Bermúdez considerando que no lograrían resolver sus problemas por la vía legal (deudas con el gobierno venezolano), resolvieron apoyar el movimiento conspirativo contra Castro, liderado por Manuel Antonio Matos y que llevaría el nombre de Revolución Libertadora (1901-1903). Matos recibió de la New York and Bermúdez la suma de $145.000 (entre octubre de 1901 y enero de 1903), utilizada, en parte, para la compra y operación del buque Ban Righ.".
Barrios hizo referencia al contexto de hoy con buques de guerra en el Caribe, en Trinidad, para sostener que nada ha cambiado en cien años. Adujo que, si hay algo que apreciar de la cultura diplomática de los Estados Unidos, es la continuidad administrativa y sorprende el parecido de eventos que ocurrieron hace cien años con los actuales. La diplomacia de Estados Unidos siempre ha sido de guerra.
"Si hay algo que recuperar del tiempo de Cipriano Castro durante el bloqueo a Venezuela entre 1902 y 1903", reflexiona, "fue su firmeza y voluntad soberana, apoyada en la base por un pueblo consciente del honor patriota y el derecho de ser independiente, y hoy a más de un siglo ese mismo pueblo y esos mismos rostros de mujeres y hombres se mantienen firmes ante la insolencia que han manifestado cinco presidentes de Estados Unidos, todos y cada uno derrotados y ahora estamos en una nueva batalla con dementes fascistas, políticos psicóticos que es lo que le queda a la élite económica del Estado Profundo y al imperialismo norteamericano, en proceso de ser nuevamente derrotado por un líder obrero, una tragedia y vergüenza para la aristocracia rancia occidental. La lucha que hoy en 2025 se nos plantea no es distinta a la de 1902, aunque las circunstancias sean distintas, los principios de soberanía se mantienen igual que la coherencia política unitaria fuerza armada y pueblo, como principales fortalezas tácticas y estratégicas", concluye Barrios.
Testimonios
José Gregorio Linares, historiador y director del Archivo Histórico de Miraflores, señaló que el boletín de la institución, en el año 2002, fue dedicado a la resistencia del pueblo venezolano en defensa de la nación, en ocasión del bloqueo a nuestras costas en 1902-1903. Allí están los testimonios de hombres, mujeres, médicos, sacerdotes, jóvenes, gente mayor, un pueblo entero que se levantó para defender la dignidad de Venezuela.
Los testimonios dan cuenta de los actos de rapiña y de los asesinatos cometidos por las fuerzas agresoras.
"El 20 de enero de 1903 los invasores ejecutan un bombardeo de ocho horas contra el pueblo de San Carlos, en el Zulia, provocando unos 40 muertos".
Entre los testimonios hay algunos conmovedores como el de Felipe Larrazábal, hijo, quien, incapacitado para combatir por su avanzada edad y enfermedades, ofreció a sus cinco hijos para que fueran a luchar por la patria.
Profesores universitarios como José Gregorio Hernández, Pablo Acosta Ortiz, Luis Razetti se ofrecieron como médicos a las milicias populares.
Sin embargo, en aquellos días se vivieron hechos condenables como la postura de las clases pudientes aconsejando la rendición.
"Hubo familias que salieron en botes hacia el mar llevando frutas y provisiones para que se alimentara la tropa extranjera. Llevaron palmas y arbolitos de navidad para que pasaran unas navidades alegres", detalló Linares, quien igualmente destacó la postura de la jerarquía de la iglesia y los sacerdotes apoyando a Castro.
"Somos un pueblo patriota, queremos a nuestra patria, queremos a Venezuela, queremos ser los que gestionamos nuestras propias riquezas y no estamos dispuestos, ni hoy ni ayer a entregar la patria a la planta insolente del extranjero", concluyó Linares.
Alejandro López consideró por su parte que "Luego de más de 70 años después de la batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1902, tenemos ese otro momento importante con la Proclama de Cipriano Castro, para señalar el ataque que recibió Venezuela en esa fecha por parte de buques de Alemania, Inglaterra, Italia, países que se apostaron en nuestras costas, atacaron, bombardearon, buscando cobrar una deuda inflada por ellos que tenía Venezuela. Buscaban someter por la fuerza a una nación independiente. Ese episodio lo recordamos como una proclama antimperialista pero no se quedó en proclama. Hay acciones de calle, hubo movilización, alistamientos de hombres y mujeres de todo el país para defender la patria. Hay un gran movimiento por la dignidad nacional que se inicia ese día".
Agregó que este 9 de noviembre del año 2025 el pueblo venezolano se ve de nuevo asediado por un imperio que busca doblegarnos por la fuerza. Esta vez no se trata del cobro de supuestas deudas, sino es una excusa cinematográfica hollywoodense, diciendo que el pueblo venezolano es un narcoestado y que los norteamericanos aplican una política de defensa de sus ciudadanos atacando el narcoterrorismo.
"Se han colocado embarcaciones de guerra muy cerca de nuestras costas. El trasfondo de todo esto no tiene nada que ver supuestamente con el régimen narcocomunista de Venezuela, sino con que nuestro territorio es la gran potencia energética del globo terráqueo. Las reservas de gas y petróleo, pero también de oro, coltán, de agua potable, lo cual nos colocan en el centro del interés imperialista. Hoy reafirmamos que no somos el patio trasero de Norteamérica. Recordar la fecha de la Proclama de Cipriano Castro nos lleva a reafirmar que la historia no es simplemente un hecho del pasado, que los asedios continúa, que tenemos razones para mantenernos firmes, dignos, comprometidos con la soberanía de la nación".
