Las críticas que destapan ollas

Las críticas que destapan ollas. Empezamos este escrito con esta frase de nuestro Presidente Nicolás Maduro con el firme propósito de manifestar algunas críticas – no para destruir o desmerecer a alguien o a algo, no; sino para construir, rectificar y reflexionar-, en torno a los inconvenientes de diversa índole que exterioriza la República Bolivariana de Venezuela. Para nadie resulta un secreto la difícil situación económica, el menoscabo de la educación, el ausentismo juvenil del sistema educativo y el éxodo de talentos al exterior.

Estas dificultades no las vamos a solucionar trayendo cerebros del extranjero para que vengan a vivir como reyes y a cobrar salarios ingentes que en comparación con los salarios de los trabajadores resultan incentivos paupérrimos. En todo caso estos cerebros extranjeros lo único que hacen es sacar provecho de las situaciones y no resuelven absolutamente nada. En resumidas cuentas, este panorama ya lo vivimos aquí con el Centro Internacional Miranda. No queremos repetir eso. En otras palabras, es degradante siquiera pensar en confiar en un cerebro extranjero que en las capacidades y talentos de nuestros compatriotas venezolanos. A caso no se pone en tela de juicio nuestra educación, nuestras enseñanzas y aprendizajes. Y no solo eso, se menosprecian y se desvalorizan los estudios y las capacidades de los pocos profesionales que quedan aún en el país. Compatriotas nuestra patria cuenta con expertos y técnicos que pueden y que han realizado aportes importantes para solventar la grave realidad económica que manifiesta Venezuela. Otra cosa muy distinta es que esas voces no son escuchadas. Esas voces son invisibilizadas por pequeñas elites dentro de la revolución bolivariana que no les conviene que Venezuela surja del abismo en que se encuentra. Para esos grupos es mejor que la economía venezolana continúe su curso y se mantenga en esa línea estacional de estancamiento.

De todo esto se desprende una debilidad, una incapacidad latente para solventar los problemas más inmediatos o tal vez se deba a la falta de voluntad politica de los dirigentes para encarar las dificultades. Precisamos de un partido que esté vivo y que responda a las necesidades más adyacentes de la población. Requerimos dirigentes y líderes comprometidos con la revolución bolivariana, dispuestos a defender al pueblo en el terreno que sea. Como dijo Antonio Gramsci: "Para que el Partido viva y esté en contacto con las masas, es menester que todo miembro del Partido sea un elemento político activo, sea un dirigente".



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Allen Nebrija

Poeta, articulista y novelista.

 allennebrija@gmail.com

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