Lección de los terremotos

¿Acaso los terremotos probaron que el hombre y mujer blanco es superior al negro? Las diferencias entre los terremotos de 8.8° en Chile y el de 7.4° de Haití, lo marca la calidad en la construcción de las viviendas con menos de 700 muertes chilenas y 220000 haitianas, la capacidad económica e influencia política de uno y otro. Más presidentes visitaron Chile llevando la ayuda humanitaria que los dos, Correa y Sarkozy que llegaron a Haití, más el ex presidente Clinton y el director de la ONU. Es indudable que el terremoto chileno opaco la ayuda al pueblo haitiano. ¿Discriminación?

Los terremotos demuestran el lado más trágico de una sucesión de fracasos políticos en los gobiernos que han sufrido los terremotos como en los que todavía no. Dolorosa lección lo de Haití y Chile, destrucción dantesca, sufrimiento extremo, saqueos, hambre, sed, sin agua, sin luz, sin techo, los sobrevivientes se preguntan, para que tanta política o politiquería. Prioridades electorales e intereses políticos, años de ella que no se preocupan por el futuro de la población, sin concretar una verdadera institucionalidad de Estado. Frágil prevención frente a la fuerza de la naturaleza.

Los terremotos nos enseñaron que no importa lo acostumbrados que una nación pueda estar a ellas, o si el pueblo es culto o analfabeto, organizado o desorganizado, ya que una vez ocurrido el terremoto o cualquier desastre natural, los gobiernos, de quien depende la ayuda y la organización están sumidos en la sorpresa y desorganización que producen la fala de planes de prevención. Considerando que ningún país, por desarrollado que sea está en capacidad de evitar las consecuencias de la furia de la naturaleza, pero, si puede amainar las consecuencias como la del tsunami que las autoridades chilenas desestimaron, o como las declaraciones iníciales, prepotentes, de su presidenta Bachelet, que ellos eran autosuficientes antes de medir el alcance y magnitud del terremoto.

Los terremotos nos gritan la urgente necesidad de colocar los cimientos que promuevan y masifiquen los liderazgos creativos, y los que lo tienen, que ayuden en esa gestión, que no se aferren a ser los únicos lideres, porque los terremotos necesitan de liderazgos diseminados en todo el territorio para que desde la sobrevivencia planteen sugerencias desde las bases y sean un aporte a las autoridades regionales.

Las autoridades se equivocan, sus equivocaciones cuestan la vida y ante eso no hay nada que hacer, esa la lección de los últimos terremotos. Pueblos a merced de funcionarios inmorales e indolentes. Un asunto de mucha sangre fría, completamente inhumano, desde su poder político decide la suerte de la gente, en esos casos no se trata de imponer políticas por las condiciones extremas, el pueblo habrá de tener un derecho inmediato a preservar su vida y ayudar con normas humanistas de solidaridad de conciencia del que mejor este en esas circunstancias.

Y, aunque en último término los dictados del gobierno procedan de la misma fuente, no todos los funcionarios son éticos o el pueblo los estima, y que, estando mejor protegidos por el poder con ordenes insensatas pretendan controlar un pueblo desbastado. La organización de la masa ayudara a protegerse uno mismo hasta que el gobierno evalué y sus decisiones sobrepasen el burocratismo, la indiferencia e indolencia gubernamental.

Es oportuno considerar al mundo tal como es hoy con los cambios climáticos, sin que los terremotos tengan nada que ver con el calentamiento global, pero si hay que establecer el grado de responsabilidad que corresponde al pueblo cuando se trata de su vida y de sus pertenencias familiares en una posición relativamente en desventaja con respecto al gobierno y con el factor tiempo, cuestión fundamental de vida en los terremotos, en este caso.

Por eso las influencias individuales de base, nuevos liderazgos ayudaran a la acción inmediata para detener el caos, la desesperación y la incertidumbre. Liderazgos del pueblo que busquen la verdad y la justicia revolucionaria en tiempos de caos y paz. La riqueza y el poder de la creatividad social no pueden partir de una posición atrincherada en un proceso de cambio.

La creatividad del poder popular es parte sustancial del socialismo. Dios no lo permita, pero que mejor aporte de la masa en tiempos de caos para construir un sistema socialista como el que requiere Haití.

La comunidad internacional ¿permitirá una reconstrucción democrática de ese intento fallido como nación que es Haití? Solo se ven y se escuchan críticas y agradecimientos generales por la ayuda básica inmediata entregada por humanismo, pero nada o casi nada de una reconstrucción que permita a los haitianos dejar de ser colonia estadounidense como lo fue de Francia tiempo atrás.

Es el primer país que nos concedió el ejemplo de libertad en 1804. Se merece otra alternativa de libertad y equidad desde sus cenizas. Esa debería ser un proyecto mundial orquestado desde Naciones Unidas y desde la OEA, pero, ¿qué se puede esperar de esas organizaciones alquiladas por los Estados Unidos?

Insulza se encuentra preocupado por su reelección en la OEA, que por promover alternativas democráticas en Latinoamérica. Haití es una gran oportunidad para esa alternativa. No, definitivamente la OEA debe desaparecer. Es un estorbo para la integración de los pueblos, para eso fue concebida, claro ejemplo el cubano.


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Raúl Crespo


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