Las bases son un golpe de estado continental

Las aventureras doctrinas de la presidenta Argentina Cristina Fernández al manifestar que, “no es conveniente ninguna presencia militar en ninguna base de alguna potencia extra continental para no manejar un doble discurso con ningún país” cuando las bases militares norteamericanas en Colombia ya están asentadas, persigue la alianza con Washington desde una posición de fuerza e interés político económico, actitud que la presidenta la viene sosteniendo desde la aparición de Obama. Peligrosa y desleal doctrina, hace peligrar la paz y la seguridad de todos los pueblos en la región.

La interacción de conflictos sociales, componendas políticas, delitos socio-económicos, violencia, narcotráfico, crisis económica, se incrementaran en los países del cono sur. Las bases son las continuadoras de aquella línea de guerra sucia de la CIA; esa simetría es la estrategia del golpismo, adquiere un viso de ironía porque sabemos que eso se viene, pero, como siempre, la división de nuestros gobiernos en la OEA hoy UNASUR por los intereses económicos a la integración y a la paz, las oligarquías y la oposición convoca a un segmento burgués de las fuerzas armadas para la defensa de su capital. Estamos propiciando el retorno de una nueva fase de militarismo pro norteamericano.

El grueso de naciones Latinas posee gobiernos débiles y desleales, incluidos el brasileño y el argentino, mientras más grandes más dependientes son de los Estados Unidos por sus grupos de intermediarios con los organismos crediticios para sostener los monopolios protegidos por los militares, brazo armado de las oligarquías en esos países, y estos ya no son únicamente guardianes, no, tienen objetivos propios y combinados con la industria como son los ejércitos de Colombia y Brasil, la una por la guerra y la otra por la industria bélica, y junto a los intereses económicos de las otras naciones se convierten en los gestores de los intereses estadounidenses.

Siempre que hay crisis, estas facilitan periodos de permisividad como lo que está ocurriendo actualmente con las bases norteamericanas, nadie, excepto las naciones socialistas quieren oponerse abiertamente a los EEUU, por temor a agravar sus problemas internos, desempleo, inversión social y congelamiento de créditos, moratoria psico –social que se repite una y otra, y otra vez.

Terapia social, política y militar, misma creación cultural del imperialismo esta vez con otro color desde la casa blanca, con profundas repercusiones internacionales para frenar los modelos revolucionarios, al mismo tiempo son respuestas al pensamiento libertario de los pueblos. De concretarlo, la revolución quedara aletargada por al menos otros diez años, tiempo suficiente para re culturizar y consolidar el capitalismo en la región.

Las palabras soberanía y libertad van juntas, tenemos que cambiar el conocimiento diplomático practico y actualizado, sobre los asuntos internos de cada país que, casi siempre es utilizada a conveniencia, pero, que nos perjudica más que beneficiarnos cuando las naciones toman decisiones desleales por los intereses con los norteamericanos. En septiembre, cuando se vuelva a reunir el consejo de seguridad, las tres naciones, Venezuela, Ecuador y Bolivia, o toman una decisión firme con respecto a las bases en Colombia, o nos separamos de UNASUR, no importa si es una propuesta nuestra, porque al igual que la OEA está creciendo contaminado, para que otro organismo, en esas circunstancias, con la Organización de Estados Americanos bastaría.

De no hacerlo así, cada año que pasa, quedaría más lejos la construcción del socialismo. Procurar que se apliquen plena y eficientemente la autodeterminación, la soberanía y la dignidad cultural, es uno de los compromisos asumidos por nuestros líderes y nuestros pueblos.

Bastantes torpes nuestros intentos por luchar con éxito contra los protectores del imperio, elemento aprovechado por Washington para propagar la histeria. ¿Con que fines se difunden las mentiras de la guerra contra el narcotráfico y el terrorismo o sobre la amenaza venezolana, iraní, coreana? La respuesta es simple porque es la misma que todos conocemos: EEUU busca un pretexto para ampliar su expansión en Sur América y Asia, y lo crea por todos los medios.

La histeria anti terrorista y anti narcotráfico la necesitan no solo para mantener la ola expansionista, sino para que en la cresta de esa ola se sostengan gobiernos títeres como los de Colombia y Afganistán. Lo principal es que, EEUU tiene que crear una red de bases militares para explotar los recursos energéticos y naturales sin obstáculos, al mismo tiempo usa esos territorios para fines geo estratégicos apuntados contra el mundo socialista, es la esencia.

La CIA conoce bien todo lo relacionado a las creencias religiosas del mundo musulmán, Afganistán, Irak, Irán, Líbano, así como nuestro mundismo latino, cultural y religioso, por eso la tesis de divide y vencerás le resulta tan bien y las aprovecha en su beneficio. El incremento del consumo de droga en Latinoamérica y Colombia especialmente no es casual, es estratégico. Desde hace tiempo la droga es utilizada como arma de guerra para apaciguar la rebeldía de los jóvenes y pueblos en general, sumirlos en la inseguridad, la pobreza y la ignorancia.

Aletargamiento de la población le permite la invasión cultural por medio de la política y las diferentes religiones para imponer su arte, nos convertimos en servidores de culto capitalista. Otra forma de gotear sangre latina.

rcpuma061@yahoo.com



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Raúl Crespo


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