En respuesta a “Salud de la Constituyente” de Oscar Feo

Leer el artículo del Doctor Feo induce a un alerta para tomar precauciones pero también a una respuesta complementaria e inclusive provocadora. https://www.aporrea.org/ideologia/a248667.html

El autor, quien como constituyente fue parte responsable en materia de salud de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) de 1999, reconoce y dice muchas cosas importantes pero me permito transcribir unas que lo son en extremo:

"No basta con tener una buena constitución. Hay que cumplirla. No podemos dejar de reconocer la crítica situación en que se encuentra la salud. Es grande la deuda que tenemos con el pueblo venezolano. No haremos nada ocultando esa realidad. No se trata de un tema electoral Es algo que sabe toda la población, habría que ser bien ciego para no reconocer la crisis en la que se encuentra la salud en Venezuela. Siete ministros de salud en cuatro años. Un presupuesto mayor para seguros y clínicas privadas (HCM) que para el Ministerio de Salud. Retrocesos importantes. Corrupción. Negocios. No es este el espacio para analizarlos, pero en la constituyente tenemos que hacerlo con responsabilidad y seriedad."

Mi única diferencia con lo dicho arriba es que este (en referencia a Aporrea) sí es, entre otros, el espacio para analizarlos. Son interrogantes demasiado importantes que se desprenden a lo dicho por Feo para asumirnos en espera, y sobre todo, necesarias sus respuestas para evitar a futuro los errores del pasado y del presente.

Debemos responder:

¿Por qué teniendo una Asamblea Nacional total o en gran parte revolucionaria desde 1999 hasta 2015, no se pudo cumplir con el artículo 84 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela? En relación al sistema de salud que nunca se creó.

"Artículo 84.

…el Estado creará, ejercerá la rectoría y gestionará un sistema público nacional de salud, de carácter intersectorial, descentralizado y participativo, integrado al sistema de seguridad social, regido por los principios de gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, integración social y solidaridad."

Para el lector ajeno a la estructura de los sistemas de salud en Venezuela, desde la década de los 30 del siglo pasado se inició y desarrolló un sistema de prestación de salud de múltiples cabezas o instituciones con independencia entre ellas: Ministerio, Seguro Social, IPASME, PDVSA, variados entes del estado entre muchos otros, incluyendo algunos de carácter revolucionario como Barrio Adentro -de requerida incorporación al sistema como dice Feo- y algunas misiones, por nombrar solo los más representativos. Esta -bien llamada- fragmentación asistencial en salud también fragmenta sus beneficios en el pueblo, las políticas de salud y la eficiencia en la administración de los recursos. Recursos todos aportados por el estado venezolano bajo la mirada complaciente de los nuevos amos de la salud hecha mercancía: la gran industria aseguradora y en general de la salud.

Volviendo al artículo 84 y estando de acuerdo con el Dr. Feo en que, agregar la palabra Único al Sistema Nacional de Salud -es decir: Sistema Único Nacional de Salud, haría (o habría hecho, en el pasado) inequívoca la intensión del constituyente por acabar con la fragmentación de la salud en el país, preguntamos: ¿Fue por esa exclusión en la redacción del artículo que no se cumplió el mandato de la constitución del 99?, o ¿es su inclusión ahora en una nueva constitución lo que lo garantizará? Sin duda la respuesta es No. La pregunta esencial y la respuesta que hay que buscar, es saber porque y a quien le interesa mantener la fragmentación de la salud en Venezuela. Es claro hoy que todas las disertaciones teóricas sobre la salud necesaria, hechas en 1999, expresadas y plasmadas en la CRBV, no frenaron la fuerza de un capital insaciable que buscó y logró alianzas con sectores de poder en el gobierno, como tampoco lo frenará a partir de una constitución nueva o mejorada, si no se lucha abierta y frontalmente contra ese pequeño monstruo oficioso y permisivo que habita con poder en las propias entrañas del chavismo y de la revolución.

En junio de 2016 escribí sobre el punto https://www.aporrea.org/contraloria/a230071.html y dejé abiertas posibilidades. Esta vez trataré, sin separarme de lo expresado en el artículo de Feo, de argumentar sobre aspectos más directos.

Pero aún siguen las dudas: ¿Qué pasó con el Proyecto de Ley de Salud aprobado en primera discusión por la Asamblea Nacional en 2005?, ¿Quién y por qué se detuvo la discusión y aprobación de una ley tan importante para la salud de los venezolanos?, ¿Qué papel jugó el mercado y la gran industria de la salud en este infeliz resultado? ¿Por qué al mismo tiempo que se bloqueaba este avance en salud, la industria aseguradora y la industria de las clínicas privadas crecía y se alimentaba con el presupuesto del estado?

Es tan cierta esta realidad que si uno busca los proyectos de ley actualmente en discusión por la Asamblea Nacional de control opositor http://www.asambleanacional.gob.ve/leyes/proyectos, no encontrará nada en materia integración de la salud, por el contrario se podrá ver una ley de seguridad al policía donde la salud juega un papel fundamental, pero de nuevo: otro Fragmento. Con lógica opositora, ellos dirán: Para qué re-legislar en salud si eso no fue tocado por la revolución, más allá de los tres artículos en la CBRV redactados de tal manera que pudieran ser pertinentes tanto a un gobierno socialista de un país latinoamericano como a uno socialdemócrata europeo. Con la triste particularidad que la salud como derecho tiende a ser más socialista en Europa y francamente conservadora en Venezuela que sigue, en la práctica real y actual, al modelo asegurador privado de los Estados Unidos. Esto también lo vincula Feo cuando menciona que el estado financia por mitad o más al sistema privado que al público de salud en Venezuela. Y además, muy coherente ese modelo asegurador con esa palabra "Asegurar" del Plan de la Patria que sustituye simbólicamente la de "garantizar" de la constitución del 99, como claramente nos lo hace ver el autor. Esos errores no son aleatorios, responden a algo y es nuestro deber, en principio, al menos entenderlo.

Me permito sugerir que una fuerza interna en el PSUV y la revolución impidió, en vida de Chávez, hacer cumplir la voluntad del pueblo que aprobó aquella constitución en materia de salud; y por tanto, hoy, nos preguntamos: quien garantiza que lo que se redacté en una nueva constitución será luego respetado.

Es necesario conocer la magnitud de esa fuerza interna, identificarla claramente, determinar la consciencia que ella se tiene a sí misma y limitar su desarrollo futuro. De lo contrario podrán pasar 20 años más y mal "asegurarse pagando" en salud será, como ya es, el objetivo central de cualquier familia, aun siendo pobre, en Venezuela.

La idea de una derecha marxista, cada vez parece menos una elucubración teórica y en nuestro caso retomo aquello de la derecha chavista. Pero atención, no la refiero en términos peyorativos, ni siquiera políticos porque muchos en ella ni siquiera se reconocen, lo planteo más como una categoría ontológica, casi inconsciente para algunos de quienes la representan y proyectan. La derecha como una propensión innata, humana pero terriblemente demoledora de revoluciones cuando no se la reconoce o tratamos de no reconocer, tapándonos la nariz o viendo para un lado.

Solo daré un ejemplo sencillo y vinculante a la salud, y donde también Feo nos advierte: "Siete ministros de salud en cuatro años", el supuesto bunker que debería resguardar a los paladines de la equidad e integralidad de nuestra salud parecen, hasta ahora, marionetas que bailan al son de la presidencia del IVSS, eje principal del fraccionamiento sanitario en Venezuela; se me olvidaron los años que tiene mandando el verdadero rey de la "salud pública" en este país.

 

cespino58@gmail.com



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1514 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter




Notas relacionadas