Binóculo Nº 168

Optimismo o pesimismo

A propósito de las primarias del Psuv y de las postulaciones que se hicieron ayer, conversé con un amigo y además camarada, quien a pesar de tener formación política y trabajar enconadamente por el proceso, tiene una especie de bajón con respecto a la contienda para la Asamblea Nacional. “He perdido hasta el sueño por la incertidumbre que se cierne sobre nuestro futuro. La gente cree que esto es un juego. Creo que los dirigentes del partido están confiando en algo que no es real. Te confieso que no soy optimista”, “oitismita” hubiera dicho Cantinflas.

Yo supongo que nuestra dirigencia estará haciendo análisis para tratar de entender por qué hay un muy alto porcentaje de comprometidos con el proceso que están viendo en peligro el triunfo de las parlamentarias. Incluso de muchos chavistas cuyo único compromiso se circunscribe a acudir a votar en las elecciones, pero sin asumir la obligación de moverse a convocar el voto. “Voy a votar por nuestros camaradas, por Chávez, por más nada porque esto se volvió un desastre”, me comentó otro, que en los principios de este proceso era un comprometido de alma y corazón. Hoy, solo se limita trabajar en un hospital y regresar a su casa a ver televisión y dormir para levantarse al día siguiente.

Basta estar en la calle o encontrarse en una de las escasas reuniones que hoy se hacen (antes eran por cientos en cualquier parte) para evidenciar que una realidad está presionando la visión de esos compañeros. Y la está presionando con mucha fuerza.
El tío Miguel decía que frente al enemigo no debería haber sorpresa “porque simplemente no se descuida nunca. Siempre tiene que adivinar por dónde viene porque ellos nunca van a descansar y le pisarán los talones. Cuando usted lo derrotó una vez, de inmediato tiene que diseñar la estrategia para saber cuál ataque vendrá después. Y esa será la batalla permanente hasta que se logre la utopía, para lo que se necesitan siglos, si es que se puede alcanzar”.

Llevo varios meses diciendo, dentro de mi análisis, que el chavismo no vota por la oposición, pero que su alto nivel de descontento lo llevará a la abstención. Pues el gobierno tiene cifras en este momento que ubican esa abstención chavista en un 35%. Y entonces como dice mi camarada “la gente cree que eso es un juego”.

Y viene la pregunta obligada. ¿Cómo es posible que si llegamos a 700 mil viviendas entregadas, casi tres millones de pensionados, un tercio de la población va a la escuela que incluye a los estudiantes universitarios, más de la mitad de esa población tiene canaimitas, las obras de infraestructura se mantiene en crecimiento; 18 millones de venezolanos se movilizaron por todo el país en Semana Santa y ninguno debió tener menos de 30 palos en el bolsillo; la atención médica hospitalaria ha mejorado ostensiblemente, cientos de miles de toneladas de asfalto están resolviendo el grave problema de la vialidad, por primera vez tenemos un ministro de trasporte que entiende el problema, nada de eso se entienda? Más de medio millón de venezolanos ya son egresados de universidades creadas por Chávez, miles de autobuses Yutong comienzan a apropiarse de las avenidas venezolanas con un nuevo sistema de transporte; a pesar del sabotaje es la primeva vez en Venezuela que los venezolanos no se acuestan sin comer porque el Estado se encarga de que siempre le llegue aunque sea lo esencial. ¿Por qué la decepción entonces?


Creo que el problema fundamental reside en la ausencia de estrategia comunicacional. A pesar de los pesares, y por tanto tiempo, no hemos podido llevar la información al pueblo. No solo esa información cotidiana, sino una información que tenga una carga de formación política, de orientación.

Los estudios nos dicen que los seres humanos somos inmediatos. Es decir, no solo tienen que decirme todos los días las cosas, sino recalcarlas de manera permanente. Debería ser el primer elemento a tomar en cuenta para el diseño de una estrategia comunicacional. El chamo que tenía 10 años en 1998, hoy tiene 25. Ese chamo va a votar. Imaginen un chamo de la clase media que lleva 15 años recibiendo ese bombardeo ideológico no sólo mediático, sino de la familia, la iglesia, la escuela, todos aparatos ideológicos del Estado al decir de Althuser.

¿Porqué a pesar de tantos medios de comunicación, no le llegamos a la gente? ¿Por qué la gente capta más el “no tenemos papel toalet pero tenemos patria”? ¿No sabía el gobierno que esta guarimba económica no solo vendría, sino que será más fuerte en los meses venideros? ¿Por qué con tantos medios de comunicación en nuestro poder, no hemos podido revertir la tendencia a la apatía? A veces me pregunto si es que no estoy viendo las cosas equivocadamente, pero no puede ser que tantos tengamos una visión peligrosa a futuro de los aconteceres.

El triunfo en la cumbre, nos dejó el sabor como de seguir festejando. Si es así, craso error. Deberíamos repetirnos todos los días que el enemigo no duerme. En consecuencia, y ante la coyuntura, creo que debemos trabajar en cuatro vertientes, con más fuerza que nunca: 1) Es urgente y necesaria una estrategia comunicacional. Ojo, comunicacional no es mediática únicamente. 2) Estimular los mecanismos de participación colectiva más allá del aparato del partido. Que no sean un apéndice sino estructuras propias. Aprender de Chávez cuando dijo “me resteo con el pueblo”. 3) Darle con todo a la corrupción, sin contemplación y sin miramientos, incluyendo cárceles y escarnio público y 4) Se hace estrictamente necesario que no solo se estimule el proceso industrial, sino que se retome el campo como única posibilidad de tener la tan anhelada suficiencia alimetaria.

Si queremos ganar las elecciones de la Asamblea Nacional, es imperioso entender que se deben cambiar las estrategias. Ciertamente este oponente, la oposición, no tiene altura, pero tiene una ventaja, cualquier estropajo que sea candidato, estimulará el voto antichavista porque simplemente su problema es “acabar con esta pesadilla” como lo han dicho reiteradamente. Poco les importa si es narcotraficante, asesino o ignorante. Votará por cualquiera y punto.

De nuestro lado, si la gente no entiende la necesidad de votar, creo que la veremos fea, mucho más fea de lo que suponemos.
Caminito de hormigas…

A la hora de escribir esta columna (8:00pm) me aseguran que la participación en la postulación de candidatos del Psuv, fue demasiado baja. La soledad que vi en muchas Ubch, era de pronóstico reservado. Debería leerse eso con detenimiento… Es casi seguro que no habrá primarias en la oposición. Están diseñando la excusa, pero ya comenzaron a hablar de fraude. Primero Justicia está de mal en peor y es el menos ganado para éstas, sobretodo después del fó que le hizo el embajador estadounidense a Henrique Capriles al no invitarlo a la reunión escuálida… ¿Cierto o falso? En Carabobo, será verdad que detrás de la suspensión de las primarias estarían las manos peludas de AD, PJ y UNT para liquidar a Voluntad Popular, María Corina y Proyecto Venezuela… Más presos en Mercal por el negocio con los alimentos. Dios santo… Recomiendo ver el Bombero Atómico, no solo por la genialidad de Cantinflas, sino por la fuerte crítica social.


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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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