Con una gran victoria ante la adversidad de nuestra naturaleza, herida por los embates de la sociedad imperial, victoria para superar el dolor de miles de compatriotas que perdieron sus escasos bienes materiales, terminamos el año 2.010. A sido ejemplar la respuesta de la revolución. Ni la oposición o la iglesia burguesa han podido desmentir una realidad que le da la vuelta al mundo: Hugo Chávez le responde da la cara a su pueblo, la revolución cobija bajo su manto el dolor y la desgracia que los terribles aguaceros ocasionan aun hoy. Se ponen en marcha programas habitacionales para restituir el derecho a una vida digna para miles de seres que debieron ser sacados de viviendas construidas en las décadas de los gobiernos oligarcas y en las que su vida corre un riesgo cotidiano.
Apenas en tres semanas debemos estar prestos a una nueva batalla que comenzará con la entrada a la Asamblea Nacional del circo opositor. Esta batalla solo terminará en Diciembre del 2.012 cuando el pueblo venezolano por medio de los votos defina para siempre su decisión revolucionaria y socialista. Seguramente arreciarán los ataques de las fuerzas internacionales y deberemos sobrevivir a todo tipo de traiciones y trampas, volverán las denuncias contra Chávez y tratará de insistirse en su vinculación al narcotráfico y al terrorismo. El espacio de la Asamblea será un lugar de alharacas callejeras de todo tipo, se saboteará la posibilidad de avanzar con las leyes que precisa la revolución y de inmediato el dinero que el imperio hace llegar a su corte de ONGs empezará a tratar de desestabilizar a toda la patria.
El pueblo de Venezuela debe estar preparado desde ya para no perder ni una sola escaramuza con los apátridas, se debe asumir el compromiso fundamental de darle piso perdurable al esfuerzo y los logros obtenidos en el transcurso de 11 años de avances revolucionarios. Se debe fortalecer la organización popular. El poder comunal y la unión del pueblo y sus fuerzas armadas son un escudo infranqueable con el que derrotaremos todo intento por hacernos fracasar.
Son millones quienes para el 2.012 tendrán revolución que defender. Millones de camaradas que lograron tener educación, que serán profesionales para esa fecha gracias a las universidades creadas por la revolución, miles los que han recibido salud, los que han recibido vivienda, miles los que tienen puestos de trabajo, millones de compatriotas que deberán preservar la fuerza del movimiento revolucionario para que este avance implacable sobre la jauría del pasado que lo que pretenderá será poner de nuevo sus fauces sobre la riqueza petrolera para volver a robarse todo y dejar la patria en la aridez de la miseria.
Sin protagonismos ni divisionismo, la fuerza del Movimiento Bolivariano deberá avanzar desde el comienzo del año, implacable, al enemigo ni agua, ni un milímetro de nuestro territorio liberado se podrá perder. Avanzar, avanzar y avanzar será la consigna necesaria en la marcha definitiva que hará correr a los oligarcas que aun albergan esperanza de que Venezuela vuelva a sus manos. Aquí el pueblo llegó para quedarse, la revolución no tendrá marcha atrás.
La unión de Venezuela y Cuba, de Ecuador, de Bolivia, de los países del Alba, de los pueblos de África en lucha, de los pueblos castigados en toda Europa por el descalabro imperial, serán las fuerzas que vendrán a sumarse a esta ola gigante que cambiará el mundo. Venezuela no es una revolución de Venezuela, es la mecha que ha incendiado la pradera, es la voz que ha despertado al mundo entero, es el soporte económico de la nueva sociedad capaz de derrotar al imperio en su fase final, es el compromiso de todas y todos por un salto adelante definitivo.
Venezuela seguirá siendo ejemplo de victorias y junto a las patrias dominadas seguirá su avance en la liberación global. Este año que en pocos días comienza, es la hora de partida hacia la liberación definitiva. Todas y todos a avanzar, camaradas, acallar con furia incontenible los intentos desesperados de los oligarcas, a rescatar Globovisión y ponerla en manos del pueblo, a seguir avanzando en la nacionalización del capital explotador, a devolverle a nuestro pueblo lo que por derecho le corresponde. A educar, a ideólogizar en cada barrio, a asumir el uniforme de combate desde el próximo primero de Enero.
Venceremos!!
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