Era casi previsible esta derrota de la centro izquierda tibia del gobierno Boric y de la candidatura de la valiente y cerebral candidata presidencial Jeannette Jara, que desafortunadamente representó la hora de los saldos y las tibiezas, la división, la dispersión, la falta de alianzas, el viraje tímido de una generación en el poder hacia el centro, la repetitiva narrativa inadaptada para los nuevos tiempos de descarnada discursiva anti-woke y algoritmo impune de la Ultraderecha Regional y Global en Latinoamérica. Imagino que los delincuentes intocados: Elon Musk, Steve Bannon y el pedófilo, celebrarán con vino tinto chileno.
Tiempos sombríos se anuncian en el Cono Sur con un Brasil solitario y un Uruguay aún sin despegar regionalmente la respetable fuerza nacional de la izquierda charrúa.
Recuerdo la tesis de Álvaro Garcia Linera, de que asistimos en estos tiempos a una región que permanecerá como territorio continental en disputa, por una década, o más.
¿La extrema derecha fascistoide hará un bloque anti-Sur Global (anti-BRICS) también en lo militar y en lo geoestratégico; y que, además, sería un poderoso bloque anti- gobiernos y anti-fuerzas políticas progresistas y de las izquierdas del continente de Violeta Parra, Allende y Miguel Enríquez? Lo que sí se puede vislumbrar es el shock y la parálisis que le sobrevendrá a la CELAC, ya golpeada en estos últimos meses.
Lo más angustioso y lo que más indigna es que los más de 10 gobiernos progresistas y de izquierdas variopintas de Latinoamérica y el Caribe, no han asumido la urgencia de actuar en bloque. En breve será 17 de Diciembre: aniversario de la muerte de Simón Bolívar. ¿Qué falta de visión estratégica están entregando esos gobiernos, fragmentados entre sí, en bandeja de litio al imperio decadente y bribón, pero letalmente eficaz?
Tras la ejemplar derrota de la consulta de Noboa en el Ecuador y el vergonzoso narco-fraude electoral en Honduras (abandonada a su suerte por los gobiernos y movimientos progresistas y de izquierdas del continente), y después del triunfo agresivo de Milei en las elecciones legislativas de Argentina; en medio de la peor Ofensiva Imperial Corsaria que se recuerde desde los años 80' de Ronald Reagan, con un Trump en calidad de pirata impune en toda Latinoamérica, sin una respuesta sólida ni en bloque de los gobiernos progresistas de Latinoamérica y del Caribe, puede intuirse el potencial "cerco sanitario" al Brasil (la ultraderecha ha decidido lanzar al hitleriano hijo de Bolsonaro como su candidato), aunque el gran país de Lula es una potencia BRICS por sí sola, y a su lado está la gran pequeña nación de Artigas, Mujica y Raúl Sendic.
Hoy esa potencia está rodeada por extremas derechas sionistas y fascistoides en el poder en 6 países sudacas: Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y, un poco más al norte, el Ecuador. Kast apostará a sumarse al coro de bestias y a extender el cerco sanitario al progresismo de Colombia, a Venezuela y a actuar a espaldas del Brasil.
Está claro el orden del día del trumpismo, el Mossad y las extremas derechas sueltas como lobos, y sin ovejeros con munición eficaz ni mirilla telescópica. Ese orden del día es: "El hemisferio no debe ser Sur Global". Léase, no puede ser parte del Mundo Polifónico y Multipolar ya existente. México y Brasil siguen siendo los dos grandes Centros de Gravedad Estratégica, seguidos por dos acosadas capitales de la izquierda variopinta y dividida: Caracas y Bogotá.
Kast, reconocido por su brutal narrativa pinochetista, triunfa en un país cuya centro-izquierda no logró cambios profundos, ni adherir sino a... Ukrania la nazi, tomar distancia suicida del Sur Global, aunque sostener una ejemplar postura contra Netanyahu el genocida, y en favor de la mártir de todos los tiempos: Palestina -y más que nunca: Gaza-.
¿Qué lecciones sacar de esta nueva derrota? La ultraderecha tiene agenda regional y hemisférica. Es cuestión de tiempo para constatar si, además de la intervención de Vox, del supremacismo blanco que aúpa a Trump, asistimos al virulento ingreso de Netanyahu y del sionismo en la vida política, económica y geoestratégica del Cono Sur y Latinoamérica.
Nos deben una deuda impagable los gobiernos progresistas y de las izquierdas diversas del hemisferio. No se convocan, esperan aún inviables correlaciones de fuerza favorables en Celac la inútil. Rusia, China, India e Irán, los 4 Grandes del siglo 22, están demasiado lejos de un Cono Sur donde la única esperanza serán los pueblos organizados (toda vez que están muertos los principales estadistas que podían modificar tal quietismo: Chávez, Fidel y Néstor Kirchner), con un nuevo presidente progresista -Lucho Arce, en Bolivia-, procesado y detenido por la Lawfare de la extrema derecha, en medio del brutal silencio de ese bloque fantasma de gobiernos progresistas.
Nos quieren muertos, o en estado de quietismo catatónico, o derrotados estratégicamente.
Como lo acuñó el estadista revolucionario de América, nuestro Bolívar, hace 2 siglos: se trata, otra vez, de una "Guerra a Muerte". Pasar a la Ofensiva Coordinada, Regional y Continental, es cada vez más impostergable.
El 12 de septiembre de 1973, una militante chilena anónima en las afueras del entonces oprobioso Estadio Nacional de Santiago, gritaba un mensaje grabado por un puñadito de sus compañeros y pasado luego por Radio Moscú al mundo. La oí en un disco húngaro de la solidaridad de aquel entonces. Me lo grabé de memoria y lo paso hoy, como consigna de Resistencia, a mis hermanas y hermanos de mi Chile siempre herido y amado:
"Hemos perdido la batalla, pero no la guerra, que los procesos sociales no se detienen ni con la bala ni con la muerte!"
