La revolución se lleva en el corazón no en la boca para vivir de ella

Esta frase del Che es muy especial para mí porque refleja claramente los tiempos que corren en nuestro país.

Ante todo, hay que recordar al Che, pero no al Che de las franelas de moda el de los bolsos de damas o el de los sombreros y gorras, no, esa es una imagen de un gran hombre comercializada vilmente por el capitalismo.

Hay que recordar al Che ministro trabajando directamente con los trabajadores en la fabrica, hay que recordar al Che asmático pateando con un fusil a cuestas las montañas cubanas. Ese es el Che a ser imitado en lo revolucionario, a ser seguido en su pensamiento, pero sobre todo en su conducta ante la vida, ante el pueblo que fue y es su vida, pues el Che vive en cada uno que vive para su pueblo y su revolución.

Nuestro presidente el comandante Chávez ha conocido en directo al igual que el Che en su momento, a la oligarquía miserable por dentro. La conoció como oficial de nuestro glorioso ejército desde el centro de poder oligarca en ese Miraflores de 1978 o 1979 (creo que fue en uno de esos años) por donde desfilaban periódicamente los amos del valle, aquellos que hambreaban al pueblo. Nuestro presidente también ha conocido, por que sobre todo es parte de él (nunca lo ha dejado de ser) el pueblo pobre, el más necesitado, y si hay alguien en este país con moral y sobre todo conocimiento para hablar de socialismo para el pueblo es nuestro presidente y líder de nuestra revolución.


La revolución en la boca para vivir de ella…

Hay muchos que están en la Revolución solo para vivir de ella tratando de sacar algún beneficio y lo que es peor sin medir el efecto de sus acciones sobre el pueblo.

Son los burócratas, personajes que arropados con un supuesto conocimiento de todo levantan uno tras uno muros burocráticos que no permiten el crecimiento del Proceso Revolucionario.

No hace falta que los Estados Unidos nos bloqueen, ya hay funcionario del Ministerio de Alimentación que nos bloquean el ingreso de alimentos con trámites burocráticos en muchos casos insostenibles.

Una de sus principales arnas es la fecha de vencimiento de los trámites, Uds, pueden importar pero de tal fecha a tal fecha, lo cual evidencia un total desconocimiento del comercio global de los embarques, transporte y negociaciones.

Hay legiones de inspectores y controladores en nuestras aduanas, sin embargo, pese a las múltiples revisiones e inspecciones de los embarques, llegan productos vencidos y dañados al país.

Y es que en la legión de funcionarios con bellas corbatas y trajes costosos o de mujeres fuertemente emperifolladas, que deambulan por los ministerios y en reuniones de trabajo se ven las distancias.

Hace unos días tuve le oportunidad de estar en una reunión de Cadivi con la cámara de pequeños y medianos empresarios de alimentos y algo que me llamó la atención fuertemente, aparte de la elegancia de la sala de reunión, fue que los únicos con traje y corbata en la sala fueron los funcionarios de Cadivi sentados a la cabeza de la mesa con sus asistentes a cada lado, mirando con altanería al resto de los presentes en la sala y es que daba risa ver a los funcionarios ejerciendo el papel de oligarcas, desafiantes con el poder que da simplemente administrar las divisas de todos los Venezolanos.

También he estado en el Ministerio del Poder Popular para la Alimentación y en verdad si hay algo que falta en ese ministerio es el poder popular, hay un grupo de tecnócratas que son los que mantienen bloqueado este país en el sector alimenticio. No es prioridad ante todo la alimentación del país ¿Por qué limitar la importación de comida?, ¿para que está ese ejercito de fiscales si no se puede controlar que es lo que entra al país?. Lo que pasa es que la política errada del Ministerio es prohibir y no controlar. Y es que la realidad es que en el Ministerio de Alimentación hay que cambiar hasta los pilares del edificio.

Lo cierto y real es que muchos de los funcionarios que bloquean a nuestro país se trasladan en vehículos de la nación o sea de todos los Venezolanos, que muchas veces están en las puertas de grandes restaurantes del este de Caracasa, donde son mimados y cortejados por la oligarquía.

Y sé por vista propia de un alto funcionario que después de una marcha desde Petare hasta la Avenida Bolívar y una vez terminada la alocución del presidente, salió derechito a una mesa de un restaurant del este de Caracas con un 18 años en la mano mientras esperaba una punta trasera y soltó esta perla de frase para la historia: Que duro es este proceso de revolución.


robertoperez57@yahoo.com





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Roberto Perez


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