Es derecho fundamental de cualquier candidato, no importa de la elección de la que se trate, conocer al final del proceso cuántos votos obtuvo. Ningún candidato se satisface sólo con saber quién gano, y cuántos votos obtuvo. También quiere conocer su propio resultado y el de los otros contendores. Miles de compatriotas, en todo el país, y yo entre ellos y como ellos, pregunto ¿cuántos votos saque?
Las primarias que venimos de transitar son inéditas en Venezuela, nos llenan de orgullo y sirven de ejemplo de lo que debe hacerse. En acto de confianza en el PSUV, en su democracia interna y en los mecanismos partidistas para seleccionar sus abanderados, miles de socialistas militantes de nuestra organización presentamos nuestros nombres al escrutinio de la base. Yo lo hice en el valle Guarenas-Guatire del Estado Miranda, en la Circunscripción Número 4, donde nací, vivo y lucho con mi familia y los míos. Como todos los que aspirábamos, sabía de las posibilidades de ser o no beneficiado de la confianza de nuestros compañeros. El día de las elecciones estimé que había quedado entre los elegidos. Con un amplio margen logré la cuarta posición. La sorpresa fue grande cuando, pasadas las once de la noche, al darse lectura al escrutinio oficial, conocí que otro estaba en el lugar en el que yo me encontraría, según los números que tenía a la mano, fruto del escrutinio de las mesas.
Mi disciplina partidista, mi confianza en el Comandante Chávez -líder del proceso- y mi fe en la Revolución, con la cual comulgamos y estamos casados Patria o Muerte, me llevan a decir públicamente que respaldo a plenitud -haré campaña por ellos- a quienes fueron favorecidos con el escrutinio oficial: Marlene Contreras de Cabello y Juan Soto como candidatos principales a Diputados en nuestra Circunscripción, y a Miguel Mora y José Vicente Rangel Avalos como suplentes.
No obstante el respaldo público e irrevocable que doy a los candidatos pesuvistas de Guarenas-Guatire, reclamo junto a miles de candidatos que dimos el paso de ofrecer nuestros nombres, el derecho elemental que tenemos a saber cuántos votos sacamos y, por supuesto, cuántos votos obtuvimos en cada mesa de votación. El CNE sólo arrojo las cifras de los elegidos. Quienes no aparecemos como beneficiados, nos preguntamos, ¿cuántos votos saque yo?.
Solicito a las autoridades del PSUV, y lo hago no sólo en mi nombre sino en todos aquellos que acudimos a la contienda del pasado 2 de mayo, haga justicia. Que en expresión de democracia, se nos diga cuáles son los resultados totales. Debo suponer que, en buena lid, hasta los ganadores podrían querer conocer también esa parte de la verdad. Igual derecho tienen los militantes de la organización. Queremos saber cuántos votos obtuvo el candidato por el cual sufragamos, así como los obtenidos por los otros aspirantes.
Sólo veo justicia y beneficio general en la publicación de las cifras que reclamo en mi nombre y en el de miles de compatriotas que, como yo, aspiramos a ser nominados por el PSUV.
Lo que comento a continuación, quisiera sólo referirlo en estas reflexiones de hoy, y no tener que hacerlo otra vez luego. No todos los funcionarios públicos acataron la clara e indubitable orden del líder del PSUV. Chávez dijo que ningún funcionario del Estado podía utilizar su cargo, ni los recursos que le confían la República y la Revolución, a favor de candidato alguno. Especial mención hizo el Comandante de la obligación de Alcaldes y Gobernadores a jugar limpio y con neutralidad en el proceso. Cada una de las autoridades tiene derecho a respaldar en lo personal a quien crea conveniente, para decirlo en criollo, a quien le de la gana. Lo que no puede hacer sin desatender la voz del Jefe, sin violar las normas y sin afectar la equidad y la justicia, es poner la autoridad que ejerce en nombre de todos, y los recursos que a todos pertenecen, en beneficio de uno o algunos de los candidatos. Deploro esta situación. No quiero tener que referirme a ella más. Que el Presidente de la República, el Comandante Hugo Chávez, realice o haga realizar las investigaciones que correspondan. Que en el futuro nadie incumpla la obligación de servir a todos y a la causa común de la Revolución.
Que el pueblo soberano, el Poder Popular, premien la constancia y la fidelidad al proceso en el que militamos. Que nuestros candidatos triunfen sobre el adversario que viene con todo; los guarimberos pretenden arrinconarnos. Comencemos ya la Campaña, quedan poco más de cuatro meses para las elecciones. No hay tiempo que perder, sólo nos toca mirar adelante. Dejo estas reflexiones más con la aspiración de ver hacia el mañana, que de reencontrarnos con el pasado. No obstante, los errores deben corregirse y las injusticias sanarse. Que los miles de candidatos que participamos el pasado 2 de mayo, no tengamos que preguntarnos nuevamente, ¿cuántos votos saque yo?
cesar.dorta62@gmail.com
