“Reposará en la estepa la equidad…
el producto de la justicia será la paz,
…el fruto de la equidad, una seguridad perpetua… ”
Antiguo Testamento, Profecías de Isaías, Capítulo 32, versículos del 16 al 18
Rescato reflexiones cuando tuve el privilegio de haber recibido del Consejo Mundial de la Paz la declaratoria de “Caracas, Capital Mundial de la Paz y la Lucha Antimperialista”, “en reconocimiento al espíritu combativo y el nivel de conciencia social y política, demostrado por el pueblo… al rescatar a su Presidente legítimo, Hugo Chávez Frias…”
Gran compromiso nos generó este reconocimiento al valor y consecuencia de nuestros compatriotas en las luchas de nuestra primera guerra de independencia y por la capacidad rebelde y libertaria de nuestros ciudadanos hoy.
Superamos conspiraciones, fomentadas por el “terrorismo mediático”, para reconstruir nuestra patria.
Socialismo o barbarie
La primera amenaza para ello deviene de la esencia depredadora y destructora del capitalismo y particularmente del imperialismo Norteamericano. Su estrategia de expansión insaciable para la dominación planetaria, en contraposición al bienestar de los pobladores de la tierra y de su relación armónica con la naturaleza.
Como dijera Rosa Luxemburgo: “socialismo o barbarie”. Hoy, la urgencia de esta afirmación es mucho mayor.
El drama de la hegemonía globalizada imperialista, se profundiza y agudiza con la crisis estructural capitalista, en lo económico, militar y político.
Si estos desafíos del movimiento popular no se enfrentan con éxito los riesgos serán mayores.
Dificultamos que este proceso termine siendo pacífico o que su vía de consolidación pueda ser exclusivamente electoral. No queremos violencia armada, particularmente lo digo porque la he vivido. Pero estamos seguros que ese es un escenario cercano y posible. Lo entendemos y nos preocupa, para ello nos prepararnos. Como dice nuestro Comandante Chávez: “Somos una revolución pacífica, pero no desarmada”. Debemos asumirlo e internalizarlo entre nuestros principios y formas de lucha, aunque no nos agrade.
Dicen los franceses: “así es la vida”.
Miren lo que dice uno de los más insignes neoliberales venezolanos, Emeterio Gómez, en El Universal el 03/02/08:
“En el himno universitario que humedece los ojos dice: (se refiere al de la UCV) ¡miliciano que vas a la guerra con un canto infinito de paz! … ¿Cómo se puede ir a la guerra cantándole a la paz? No hay allí contradicción alguna amigo; en el espíritu -a diferencia del mundo exterior- nada se contradice con nada. Los boleros y rancheras saben de eso más que los filósofos y los psiquiatras. No hay contradicción en el famoso “te odio y te quiero”. Se puede amar y odiar a una misma persona… sin estar loco o psicótico. Así mismo, es posible ir a la guerra porque no te queda otro camino, porque -aunque te duela matar y seas devoto de la paz- haya razones que te lleven a hacer daño contra tu voluntad. No hay sentimientos contradictorios”. Ir a la guerra “porque no queda otro camino”, es una posibilidad cierta, inevitable ante la agresión imperialista a nuestra patria. No creemos hoy en una invasión formal, por ahora. Hay muchas formas de invasión. Siempre antecedida por la “guerra mediática”, que se está dando con el plan “Jaque al Rey” (ver Aporrea, C4).
Señalaba el Comandante Fidel, al poeta venezolano Pablo Mora: “Los fusiles, señor Mora, se toman y se cargan y se disparan cuando ello es necesario, cuando no queda otra salida, cuando morir o matar es la única alternativa que resta para reconquistar la dignidad… la Revolución ha de hacerse, para poder enterrar los fusiles, de una vez y para siempre. La Revolución es Paz, y por eso cuesta tanto, justamente. Permítame usted que recurra a otro concepto del Che: 'La fuerza —decía él— es el recurso definitivo que queda a los pueblos. Nunca un pueblo puede renunciar a la fuerza, pero la fuerza sólo se utiliza para luchar contra el que la ejerce en forma indiscriminada. Nosotros (y podrá parecer extraño que hablemos así, pero es totalmente cierto), nosotros iniciamos el camino de la lucha armada, un camino muy triste, muy doloroso, que sembró de muertos todo el territorio nacional, cuando no se pudo hacer otra cosa (...) Hay algo que debe cuidarse; que es, precisamente, la posibilidad de expresar las ideas; la posibilidad de avanzar por cauces democráticos hasta donde se pueda ir; la posibilidad, en fin, de ir creando esas condiciones que todos esperamos se logren algún día en América (...) la aspiración del pueblo a su bienestar se puede lograr por medios pacíficos, eso es lo ideal y eso es por lo que hay que luchar”.
Alerta ante la conspiración que avanza. Oligarcas conspiradores, si lo hacen o no… escóndanse, o váyanse a Perú. Están a tiempo.
¡Ni golpe, ni magnicidio!
Con Chávez todo, sin Chávez nada.
¿Disociados o Sicópatas?
No puede ser que una madre grite en Globoterror: “quiero pagar más por el colegio de mis hijos”. Que otro atolondrado diga: “quiero que no controlen la especulación”; pero va a Mercal. Otra loca diga: “Que se vallan los médicos cubanos”; y luego proteste porque su 4x4 no tiene estacionamiento en el CDI de Chuao, al cual va. O contra la eliminación del IPC en compras de vivienda, o que recojan real para el “pobre” Zuloaga (el de los Toyotas acaparados, “trofeos de caza” y dueño de Globoterror), para pagar una multa por evasión de impuestos. ¡Cuidado! No olviden que Gouvella, terminó disparando contra ustedes en Plaza Altamira. Ojo, nosotros los conocemos. No se confundan.
Irán
Ante el rotundo éxito de Mahmud Ahmadineyad el imperio intenta derrocar la revolución islámica en Irán. Reforcemos la solidaridad. Aprendamos que con cualquier excusa pueden pretender “incendiar la pradera”.
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