En algún momento sabremos cuáles fueron los puntos que se negociaron para que el Big Brother entregara a la niña, sana y salva, a pesar de que Marco Rubio no estaba de acuerdo, pues entregar a la niña sería un muy alto punto a favor de Maduro y su gobierno.
De hecho, así fue. Maduro acaba de recibir a la niña, Mykelis Espinoza Bernal, de dos años de edad, quien le fue arrebatada a sus padres en pleno aeropuerto de Estados Unidos y fue retenida sin que las autoridades gringas dieran alguna explicación. El hecho se convirtió en todo un acontecimiento nacional e internacional. Pero a la vez, es una victoria en una de las tantas batallas que se libran en el difícil mundo de la diplomacia. Aunque Maduro fue presto al agradecer a Trump la decisión de ordenar la liberación de la niña.
¿Qué pasó exactamente? ¿Cómo fue la negociación? ¿Tuvo Putin algo que ver con esto? Lo cierto es que el gobierno desató una ofensiva tanto mediática como jurídicamente, y movilizó una batería de abogados que se agitaron ante las instancias jurisdiccionales del mundo. Y aunque los gringos se limpian con ese tipo de presiones, algo debió ocurrir. O Trump entendió que tiene problemas muchos más complejos que quedarse con una niña que no juega ni pie ni cabeza en el difícil ajedrez de la política internacional. La Batalla había durado poco más de dos semanas. "El milagro otra vez se ha consumado" dijo Nicolás.
Y a propósito de lo que dijo, no ha faltado en las redes sociales, quienes aseguran que es el primer milagro de José Gregorio Hernández, luego de haber sido canonizado santo por el Papa Francisco, recientemente fallecido. Hay una convergencia de factores que le dan al acontecimiento un halo de magia, un espacio para la especulación y la manipulación del hecho sobrenatural y de las creencias en lo mágico-religioso. Cosas veredes diría el Quijote.
Lo cierto es que, en esta complicada batalla, Maduro y su equipo son los triunfantes, pero de tal repercusión que La Interfecta lleva varios días con la boca cerrada, tratando de reaccionar en su quehacer y ver cómo rediseña su nueva campaña mediática. Por lo pronto, la arrechera la debe tener con los pelos de punta.
Y, por cierto, Maduro viene de un triunfo en su viaje a Rusia. Quien va a perder en esta batalla es Marco Rubio, porque ya tenía los puntos en contra y seguro Trump lo despedirá.
