Antes de que calificara de “cerdita” a una periodista, Donald Trump, había declarado “puede que tengamos algunas conversaciones con Maduro”. Dos días después, el destructor gringo Jason Dunham, que estuvo durante 91 días en aguas del Caribe, inició su regreso a su puerto base. Y cómo la casualidad no existe, está claro que los mandaderos de Trump, están haciendo la cama para un encuentro con Maduro. Hay dos elementos inmediatos de suma importancia: uno, los científicos aseguran que, el invierno gringo está próximo a comenzar, durará tres meses, y será implacable, será mucho más agresivo que los inviernos anteriores, por lo que necesitan mucho petróleo, que solo Venezuela puede proveer. Y dos, los expertos aseguran que el fin del conflicto en Ucrania, está próximo y Trump debe ocuparse en persona de cómo será el tema de la rendición y lo que hará la OTAN.
Ucrania ya tiene un millón de muertos. Más unos 500 mil hombres han regresado a casa, pero que ya no son más que pedazos de cuerpos: ciegos, sordos, mutilados, sin brazos, sin piernas; es decir, medio millón de personas que no tendrán ninguna utilidad para la sociedad, pero sí una carga, y mucho menos para la reconstrucción de ese país. De paso, opiniones expertas aseguran que la reconstrucción de Ucrania costará más de dos trillones de dólares, incluyendo la industria, pero sin contar los sistemas de transporte y el complejo sistema ferroviario.
Y, por otra parte, a pesar de la campaña guerrerista, este sábado, con un lleno total se hizo el festival del reggaetón original en Caracas, donde miles de jóvenes se encontraron, y Nicolás hizo alarde de su oído musical al tocar las tumbadoras, congas y el cencerro.
No por ello Venezuela ha echado a un lado su tarea permanente de formar a sus combatientes, para en caso de que se produzca un enfrentamiento.
Una de las cosas que analiza el gobierno gringo y sus estrategas militares, es que sus fuerzas nunca habían combatido contra una estructura donde las fuerzas armadas de un país estuvieran unidas con fuerzas civiles, que en el caso de Venezuela se llaman milicianos. Y aunque no se sabe exactamente cuál es su número, algunos aseguran que hay 4.000.000 de civiles incorporados a las fuerzas milicianas, listos para combatir. Sin embargo, insistimos en que la paz es una necesidad y que no hay nada mejor que el diálogo… Y a ello seguimos apostando…
