Los bolivarianos derrotaremos los últimos vestigios de esclavitud

El Paraíso en el Nuevo Mundo está en América y su centro, el Edén, es Venezuela. Los españoles lo supieron desde que enviaron al pirata de Cristóbal Colón, cuando éste entró a las costas de Venezuela, desde allí observó que esta tierra infinita se extendía hacia el paraíso terrenal. Los metales preciosos de América, incluyendo los de Venezuela, alumbraron e hicieron crecer la engañosa fortuna de una nobleza española que vivía su Edad Media de una manera ostentosa, de lujos, valiéndose de la expropiación y esclavitud de los pueblos primitivos de América, con el trabajo forzado de los indígenas y de los negros esclavos arrancados de África, así como con la masacre que ejecutaron por la no conversión al cristianismo y el racismo imperante de la época. Los esclavistas europeos se apoderaron de las ciudades, fundaron bancos a costa del dinero y las riquezas saqueadas. La exquisita Europa, la flamante Europa, la culta Europa, concentró la renta y el poder que tiene hoy gracias al saqueo contra los pueblos que ellos llamaron primitivos, gracias al dominio, esclavitud y holocausto que impregnaron en nuestro continente. Quien crea que hay que agradecerle al imperio español, a la limpia Europa por esas atrocidades, mancha y deshonra a todo este continente, pues toda Europa que aún hoy, de manera descarada viste sus estructuras, palacios y vive de esas riquezas que nos usufructuaron, está en deuda con los pueblos que oprimieron en América y sus ciudadanos deben exigir que se nos devuelva todo lo que nos quitaron, porque los karmas que viven y aun les falta por vivir, se derivan de esa forma de vida que ellos convalidaron, ya que tanto daño que hicieron a la humanidad sus genocidas gobernantes se revertirá y algún día nuestro lucha contra la explotación del hombre cesará.

Venezuela ha sido explotada, esclavizada y víctima hasta nuestra época de seis imperios: primero, el español, que lo oprimió por más de tres siglos. Luego, a finales del siglo XIX fue presa de Inglaterra; unos años después durante el régimen de Cipriano Castro sus puertos fueron bloqueados por las armadas imperiales de Inglaterra, Alemania y Holanda. En 1908 Juan Vicente Gómez se subyugó al dominio extranjero y le entregó el petróleo a las compañías supranacionales de Holanda, Gran Bretaña y Estados Unidos, lo cual catapultó al dictador como el hombre más rico de América, pero a su país en el esclavo de tres imperios. Desde ese año hasta 1998 más del 80% de la riqueza petrolera salió del país, con la complicidad de los gobernantes de turno, o el puntofijismo de la derecha rancia venezolana que esclavizó junto a sus amos imperiales al pueblo venezolano y les permitió el saqueo de nuestras riquezas petroleras y minerales. La historia se repitió durante muchas décadas como otrora lo hiciera el continente europeo bajo otra modalidad "más decente", pero es innegable ocultar que gracias otra vez a este saqueo Venezuela hizo estos imperios más ricos, sus ciudadanos pueden tener calefacción, tener calles y avenidas pavimentadas con nuestro petróleo y una mejor forma de vida gracias a las regalías petroleras que les dieron nuestros pérfidos presidentes a sus amos. Con la llegada de Chávez a la presidencia se sucedieron los cambios más radicales en materia petrolera, lo cual permitió el surgimiento de una nueva concepción en la inversión social más equitativa. Sin embargo, con el triunfo una vez más de la revolución Bolivariana con el presidente Maduro, se han aplicado las políticas de saqueo más salvajes contra nuestro pueblo, para seguir con el sometimiento que durante siglos nos han impuesto. Esta vez ya no solo usan la cruz, la biblia y la iglesia para idiotizarnos y someternos, sino que usan a países aliados para una confrontación belicista y cercaron al país para acorralarlo y despojarle de sus riquezas; lo aislaron del mundo para asfixiar al pueblo venezolano, someterlo de rodillas y pedir clemencia para que nos regresen lo que es nuestro, lo que hemos obtenido por la divina providencia. Tenemos a una Portugal que se apropió de más de 1.600 MM de dólares del pueblo venezolano. En complicidad con los EE.UU, el Reino Unido bloqueó el oro venezolano valorado en más de 1.200 MM de dólares, a raíz de las sanciones indiscriminadas. El imperio de Trump y su títere de Colombia tienen un método particular para apropiarse de los activos como lo hicieron con CITGO y la empresa Monómeros. EE.UU congeló los fondos de PDVSA, por un valor de más de 7.000 MM de dólares y el bloqueo de todos los pagos que emitan empresas gringas por el petróleo venezolano. CITGO la remata como si fuera un patrimonio de ese país. Nos roban nuestros activos para engordar sus cuentas bancarias. Mientras Guaidó y los demás vende patria aplauden semejante acción como lo hicieron en la cuarta, porque son beneficiarios de esta ganancia ¡Qué vergüenza! Inmorales los hermanos venezolanos que entregan a su país para que sigamos en este sometimiento de esclavitud. ¿No sienten ignominia los norteamericanos y europeos por disfrutar algo que no les pertenece, que ha sido producto del saqueo, de la muerte y de la mentira?

La historia se repite, lo que ocurre en Venezuela desde la administración del comandante Chávez y ahora del presidente Maduro es terrible. En cada episodio vivido, en cada guerra que hicieron los europeos para cubrirse de oro y dejar a este pueblo bañado de sangre, ellos se desarrollaron en el poder, en la barbarie, en la oscuridad, en pisar cada vez más fuerte a los débiles; mientras los pueblos de Bolívar se desarrollaron, poco a poco, en defender su soberanía, en la solidaridad, en el surgimiento de una nueva humanidad. En cada nuevo intento de cualquier imperio, sobre todo Estados Unidos, en hacer un ataque contra Venezuela, de crear guerras no convencionales, de preparar mercenarios para derrotar al gobierno de Maduro, de continuar con sus políticas violatorias de derechos humanos contra nuestro pueblo, en cada intento que sea para destruir al pueblo libertador, los bolivarianos derrotaremos los últimos vestigios de esclavitud, como lo hizo Bolívar contra el Goliat de Europa (España); como lo hizo Chávez contra los genocidas Bush y Obama, así como lo hizo con los santandereanos Pastrana y Uribe. De esta manera la huella de Bolívar, expresada en el rostro de pescadores, milicianos, campesinos, clase obrera, chavistas, de los revolucionarios, defenderá la patria de Bolívar. Las venas abiertas del Edén de América le chorrean sangre aún y el imperio continúa cortándolas, el mundo todo debe condenarlo porque la fijación patológica de Donald Trump es aniquilarnos, desaparecernos, que no quede ningún vestigio de estos rebeldes primitivos para satisfacer las perversas miras de un orate que conduce una nación hacia el inhumanismo y control. Solo reclamamos a Europa y a Estados Unidos que nos devuelvan lo que nos robaron, no queremos que nos regalen nada, pues nuestra lucha ha sido durante siglos legal y pacífica, porque tenemos como principio fundamental la paz y la solidaridad con todos los pueblos del mundo. No estamos dispuestos a renunciar a nuestros derechos, menos a nuestra riqueza de hermandad y a nuestro legado de los libertadores, de ver formada en esta parte del mundo la más grande nación del universo, más por sus virtudes, por sus luces, que por las infinitas riquezas que le cubren.

Fecha: 26/05/2020



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Esmeralda García Ramírez

Licenciada en Administración Articulista

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