Transición energética en Venezuela (II)

En el artículo anterior se presentó un análisis de la situación actual con respecto a la transición energética global y como en este nuevo modelo las fuentes renovables de energía son las protagonistas. A propósito, hace pocos días fue instalado un sistema fotovoltaico en las instalaciones del terminal de pasajeros de San Antonio del Táchira, según informa el alcalde, convertirá al terminal en el primer puerto terrestre autosostenible energéticamente del país.

Venezuela, es privilegiada geográficamente hablando, ya que, si bien es cierto que posee la más grande reserva probada de petróleo, no es menos cierto que tiene excelentes condiciones de disponibilidad de fuentes renovables de energía. En este sentido debe señalarse que en el territorio venezolano no existen diferencias climáticas extremas a lo largo del año, se clasifica entre las regiones de mayor potencial para el aprovechamiento solar; además de contar con una extensa zona costera con velocidades del viento mayores a los 7 metros por segundo calificadas de supremas para las instalaciones eólicas, así como también un magnifico potencial hidroeléctrico, con numerosos ríos en todas las regiones.

En este punto, es preciso destacar, lo genial de la empresa The Sun Exchange, que cuenta con una plataforma peer-to-peer, la cual permite que cualquier persona pueda invertir en energía solar, su director ejecutivo Abe Cambrigde, formula la fusión de la energía solar y el Bitcoin y construye una infraestructura para la producción de energía con costo cero, conspira para la transformación de una era de energía finita y dinero infinito a una era de energía infinita y dinero finito, una verdadera revolución energética. The Sun Exchange, con sede en Sudáfrica, una de las regiones con mayor potencial solar en el mundo, tiene por misión conectar al mundo con el Sol, con un modelo innovador que permite la instalación de sistemas fotovoltaicos sin los grandes costos iniciales, por medio del arrendamiento de las células solares. El modelo es altamente escalable, automatizable, con gran expectativa de implementación a escala global en zonas de alta irradiación solar.

Globalmente el mercado energético Blokchain es un dinamizador que está transformando el sector energético. En la minería de criptomonedas se aporta la potencia de procesamiento de computadoras a cambio de recibir en forma de pago criptomonedas canjeables por divisas como dólares o euros. El proceso de cálculos de los equipos consume gran cantidad de energía eléctrica, que constituye el costo principal del negocio.

En Venezuela en los últimos días ha surgido la minería de criptomonedas de forma ilegal, motivado por el alza de precio del Bitcoin y el bajo precio –para los usuarios- de la energía eléctrica en el país, causando personas detenidas, equipos incautados además los mineros denuncian presuntos cobros de vacunas y extorsión por parte de cuerpos de seguridad [1]. En este sentido está comprobado que en zonas de alta irradiación solar por medio de la generación fotovoltaica es altamente rentable la minería de criptomonedas, siendo una oportunidad para generación de riquezas, claro está, es urgente la creación de un marco legal por el Estado, que permita la inversión, promocione la actividad y se erradiquen tantas irregularidades por parte de mineros y cuerpos de seguridad.

Un actor de gran importancia es el petrolero, es evidente que Venezuela debería seguir siendo un país petrolero, esforzándose al máximo por aumentar la producción en las próximas décadas. Según el reporte anual 2020 de British Petroleum (BP plc.) sobre la estadística energética mundial, Venezuela figura como el país con las mayores reservas probadas de petróleo con 303,8 miles de millones de barriles que corresponde al 17,5% del total mundial, para tener una idea de esta gran magnitud, hipotéticamente si se continua con la actual producción de aproximadamente 400 mil barriles diarios, la reserva duraría unos 2080 años en agotarse. Ante la situación de la transición energética global, en la que se estima que en los próximos 10 años el inicio de decrecimiento de la curva en el uso de los combustibles fósiles hasta llegar a la descarbonización total de la economía antes del 2060, la vasta reserva petrolera venezolana estaría condenada a quedarse bajo la tierra.

En referencia al sector de la energía eléctrica en Venezuela, existen diferencias fundamentales con respecto al panorama energético global. En cuanto a la transición hacia un nuevo modelo, el objetivo a alcanzar no estaría relacionado con la disminución de las emisiones de carbono ya que alrededor del 70% de la potencia eléctrica generada proviene de la energía hidráulica, fuente renovable que no produce emisiones de gases de efecto invernadero. Por otra parte, la transición no estaría inducida por la inversión extranjera en búsqueda de ganancias lucrativas, puesto que el servicio de energía eléctrica tiene un sentido social y es subsidiado por el estado, la ley orgánica del servicio eléctrico enuncia en su artículo 6 "Interpretando el espíritu de la Constitución de la República, se reconoce el acceso universal al servicio eléctrico, el cual será garantizado por el Estado a todas las personas…, se declaran como servicio público las actividades de generación, transmisión, despacho del sistema eléctrico, distribución y comercialización".

Como objetivo de la transición energética en Venezuela, debe estar la construcción de un nuevo modelo del sistema eléctrico nacional que brinde una solución definitiva a la grave crisis energética nacional. El sistema eléctrico nacional es altamente centralizado, la mayoría de energía es producida por una sola planta hidroeléctrica –Guri- y distribuida al resto del país por largas líneas de transmisión. Estas condiciones hacen el sistema extremadamente vulnerable no solo a los embates de la sequia sino también a sabotajes y ataques como de hecho se han perpetrado en múltiples ocasiones. Al mismo tiempo el sistema padece un desgaste sistémico en toda su cadena de valor: la generación, la transmisión y la distribución por la falta de inversión además la falta de reposición de partes ocasionada por el bloqueo económico.

El 09 de febrero de 2021, el Ministro del Poder Popular para la Energía Eléctrica anuncio un plan de recuperación de transformadores y repotenciación de la flota de vehículos con el objetivo de estabilizar el Sistema Eléctrico Nacional. Adicionalmente informó la incorporación de una fábrica de bombillos en Punto Fijo y una empresa de paneles fotovoltaicos [2]. Es de reconocer la gran capacidad de maniobra para evitar el colapso eléctrico a corto plazo, por supuesto que las medidas anunciadas son necesarias, pero se considera no son suficientes ante la grave crisis, se requieren un plan más profundo con acciones que conlleven a una solución estructural.

Es necesario que la Nación se incorpore a un proceso de transición energética, que se trace objetivos tomando en cuenta los recursos disponibles y las condiciones particulares, esto dirigido a crear la política energética Venezolana. Como parte de este proceso se propone la construcción de un sistema de generación distribuida con la incorporación de fuentes renovables de energía, como alternativa a la prestación de un servicio de energía de alta calidad, confiable y seguro, con múltiples instalaciones cercanas a los centros de consumo.

Si Venezuela se enrumba a un modelo de Generación Distribuida, en un largo plazo se suprimen las largas líneas de transmisión que distribuyen la energía eléctrica proveniente de las centrales Hidroeléctricas de la región Guayana, esto se podría lograr gradualmente utilizando parte de la energía eléctrica para producir hidrógeno por electrólisis del agua. Ambos el hidrógeno y la electricidad son vectores energéticos, esto quiere decir que son dos diferentes formas de transportar la energía. Además el hidrógeno es un buen candidato para ser el combustible del futuro, cada día las marcas de vehículos de hidrógeno en el mercado son mayores. Por ejemplo si se utilizara un diez por ciento (1 GW) de la capacidad de Guri para producir hidrógeno, se podrían producir aproximadamente 12 millones de kilogramos de hidrógeno en un mes, cotizados en el mercado en un precio de 73 millones de dólares, divisas que podrían invertirse en generación de energía renovable local.

No obstante existen detractores en cuanto a implementación en Venezuela, de plantas de generación de energías renovables, que apuestan a las tradicionales termoeléctricas, esto se debe en parte a las malas experiencias en los programas del estado, tal es el caso de Sembrando Luz, desarrollado por Fundelec por encargo del presidente Chávez, el cual instaló dos mil sistemas fotovoltaicos entre 2009 y 2011 en todo el país, supuestamente para atender a 202.000 personas, además de dos parques eólicos en Paraguaná y la Guajira de los cuales se anunció podrían producir 100 y 500 MW respectivamente. Hoy, presuntamente, estos proyectos están en el abandono, según investigación de Gutiérrez J, menciona problemas de corrupción, mala gestión, falta de la continuidad en la inversión [3]. Al respecto en el 2018 el entonces ministro Luis Motta Domínguez, admitió que: "El parque Eólico fue completamente desvalijado", a pesar de la vigilancia militar se robaron los aerogeneradores. Se quiere con lo explicado anteriormente significar que las fallas del pasado no son causadas por la tecnología de las renovables sino por la gestión en su implementación. El problema del robo de componentes y bienes públicos por parte de vulgares ladrones apátridas, algunos de ellos tarifados para el sabotaje, también afecta otras instancias, como las termoeléctricas, la industria petrolera, empresas del estado, instituciones públicas, etc., causando graves daños en ocasiones irreparables.

Ante la complicada situación venezolana en lo económico, político y social, luce improbable, quimérico e inverosímil el desarrollo de un proceso de transición energética, pero si los venezolanos quieren el desarrollo sustentable de la patria, es menester trabajar por un modelo energético nacional soberano, de generación distribuida, que por medio del autoconsumo fotovoltaico las personas y comunidades se empoderen y saquen provecho de las energías renovables, con imponentes generadores eólicos offshore, con centrales hidroeléctricas produciendo hidrógeno como vector energético en sustitución de la electricidad y sus líneas de transmisión, con centrales de biomasa para el manejo de residuos sólidos, con vehículos eléctricos, etcétera.

"La energía ha sido siempre la clave de los mayores objetivos de la humanidad y de sus sueños de un mundo mejor", [4].

Referencias

[1] A. Martinez, «Diario Bitcoin,» Preparados para lo peor": el relato de un minero de criptomonedas en Venezuela", 31 Enero 2021. [En línea]. Available: https://www.diariobitcoin.com/articulos/entrevistas/preparados-para-lo-peor-el-relato-de-un-minero-de-criptomonedas-en-venezuela/. [Último acceso: 10 Febrero 2021].

[2] P. D. MippCI, «Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información,» 09 Febrero 2021. [En línea]. Available: http://www.minci.gob.ve/nuevos-proyectos-estabilizaran-el-sistema-electrico-nacional/. [Último acceso: 09 Febrero 2021].

[3] J. Gutiérrez, «Diálogo Chino,» 04 Diceimbre 2020. [En línea]. Available: https://dialogochino.net/es/clima-y-energia-es/38521-la-ironica-abundancia-solar-y-eolica-de-una-venezuela-a-oscuras/. [Último acceso: 05 Enero 2021].

[4] W. Mitchell, Energía, México D.F.: Time Life, 1963.

[5] British Petroleum, Statistical Review of World Energy, 69 ed., Londres: BP p.l.c., 2020.

 

*Ing y Docente Universitario UPTAI del Táchira.

 

josealexander77@gmail.com

 



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