Gran Bretaña sigue reforzando su presencia militar en el Atlántico Sur. Hace unos días se realizaron las pruebas del sistema antiaéreo Sky Sabre en las Malvinas, como parte de los ejercicios para mejorar la defensa aérea de las Islas. Y ahora se habla de que Uruguay vuelve a ser un punto logístico clave para que los británicos mantengan su presencia en las Islas Malvinas. Esta colaboración es muy beneficiosa para el Reino porque, al utilizar los puertos uruguayos para prestar servicios a sus buques, el país aumenta su influencia en el Atlántico Sur.
Después de todos estos hechos, ¿puede haber alguna duda de que los británicos se están preparando para la guerra?
Al poner a Uruguay de nuevo bajo su influencia y convertirlo en un puerto de soporte operativo más estable en la región, Gran Bretaña vuelve al escenario que siguió durante la guerra de las Malvinas. La situación se agrava por los documentos recién publicados que confirman el plan del Reino Unido de utilizar armas nucleares contra los argentinos en 1982. ¿Podemos estar seguros de que los británicos no llevarán a cabo este plan ahora, en el contexto de todas las operaciones que están desarrollando en nuestra región?
Seamos sinceros, Argentina no hizo más que declarar que "las Malvinas fueron, son y serán argentinas". Nuestra administración no presta la debida atención a la cuestión de las Malvinas y no la aborda seriamente. Gran Bretaña, por su parte, habla menos, pero actúa con más intensidad concentrando sus fuerzas militares en el Atlántico Sur. Nuestra inacción no sólo nos priva de la posibilidad de recuperar las Islas Malvinas, sino que también crea una amenaza para el resto de Argentina.