En defensa de la humanidad contra la piratería de EEUU

La Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad llama a todos los pueblos, asociaciones, gobiernos y organizaciones internacionales del mundo a expresar su repudio contra el bloqueo, la destrucción injustificada de embarcaciones pesqueras, la masacre de tripulantes civiles indefensos, y ahora el robo de un buque tanquero perpetrados en aguas extraterritoriales por una flota de guerra de Estados apostada en las inmediaciones de la Zona Económica Exclusiva del mar de Venezuela. En palabras del presidente Trump; "un petrolero muy, muy grande, el hecho el más grande que se ha incautado jamás".

Dichos actos, y en particular el latrocinio perpetrado contra un tanquero, son hechos ilegítimos, infundados y repudiables por las razones siguientes:

1) Porque violan el artículo 1 de la Carta de las Naciones Unidas, el cual pauta que: "Los Propósitos de las Naciones Unidas son: 1. Mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin: tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz".

2) Porque violan el parágrafo 4 del artículo 2 de dicha Carta según el cual: "4. Los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas". Por tanto, ningún país tiene derecho a interferir en los asuntos internos de Venezuela, y menos de amenazarla concentrando fuerzas militares en el borde de sus aguas territoriales y aniquilando inermes embarcaciones pesqueras de sus nacionales.

3) Porque la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) reunida en La Habana en 2014 proclamó a América Latina y el Caribe como "Zona de Paz basada en el respeto de los principios y normas del Derecho Internacional, incluyendo los instrumentos internacionales de los que los Estados miembros son parte, y los Principios y Propósitos de la Carta de las Naciones Unidas". Un bloqueo naval aniquilador de embarcaciones civiles y asesino de sus tripulantes constituye violación flagrante de Principios, Normas y Propósitos del Derecho Internacional.

4) Porque según el artículo 111 de la Convención de Naciones Unidas sobre Derecho del Mar de 1982, la persecución de naves militares contra un buque no nacional sólo procede "mientras el buque extranjero o una de sus lanchas se encuentre en las aguas interiores, en las aguas archipelágicas, en el mar territorial o en la zona contigua del Estado perseguidor", en este caso Estados Unidos. No existe tal derecho en aguas extraterritoriales, y mucho menos el de aniquilar o robar embarcaciones y tripulantes indefensos: tal atrocidad no es más que simple piratería, a veces acompañada con homicidio múltiple, perpetrado con premeditación, ventaja y alevosía.

5) Porque el artículo 1 del Estatuto de Roma tipifica como crímenes de lesa humanidad "k) Otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental o física"; "xiii) Destruir o apoderarse de bienes del enemigo, a menos que las necesidades de la guerra lo hagan imperativo"; "xxv) Hacer padecer intencionalmente hambre a la población civil como método de hacer la guerra, privándola de los objetos indispensables para su supervivencia, incluido el hecho de obstaculizar intencionalmente los suministros de socorro de conformidad con los Convenios de Ginebra". Estas normas, aplicables a la guerra, lo son más a una situación formal de paz donde ocurre un inhumano bloqueo destinado a hacer padecer intencionalmente hambre a la población venezolana, privarla de los objetos indispensables para su supervivencia; causarle deliberadamente grandes sufrimientos y atentar gravemente contra la integridad física o la salud de ésta, privándola además de sus bienes y depósitos en el exterior.

6) Porque la coartada estadounidense de que el cerco militar sobre los límites de la Zona Económica Exclusiva del mar venezolano estaría destinada a "combatir el narcotráfico" carece de sustento, pues en el Informe de la Unión Europea sobre Drogas 2024 y el de 2025 ni siquiera se menciona a Venezuela como corredor del narcotráfico internacional, ni tampoco se la menciona en absoluto en el Informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito 2024. En dichos documentos además se revela que el 87% de la droga ingresa a Estados Unidos por el Océano Pacífico, desde países en la mayoría de los cuales esa potencia mantiene bases o contingentes militares, y no por el Caribe. Dicho pretexto es mucho menos válido para el robo de un tanquero cargado de petróleo, que no es ni droga ilegítima ni alucinógeno, sino una mercancía legal indispensable para el funcionamiento de la economía moderna.

. 7) Por tanto, el actual bloqueo naval y el acto de piratería contra una nave civil de transporte de petróleo, no son más que continuidad de la política agresiva de Estados Unidos contra Venezuela que se inicia con su participación en el golpe de Estado contra el Presidente Hugo Chávez Frías en abril de 2002, prosigue con la proclamación de Venezuela como "amenaza inusual y extraordinaria" contra Estados Unidos; y avanza con el sistemático pillaje de bienes públicos y privados venezolanos en el exterior, la aplicación de más de un millar de medidas coercitivas unilaterales, la inconstitucional expedición de autos de detención contra las autoridades legítimas venezolanas, la destrucción y el asesinato de tripulantes de embarcaciones pesqueras civiles desarmadas, y el abordaje y latrocinio de naves de transporte de hidrocarburos.

8) Por lo cual la calificación del bloqueo naval, la aniquilación con misiles de pequeñas embarcaciones y el robo de transportes de hidrocarburos como supuestas "operaciones antidrogas", no son más que pretextos para intensificar una continuada agresión de más de un cuarto de siglo contra Venezuela con el propósito de invadirla y ejercer el pillaje sobre sus reservas de hidrocarburos, que suman la quinta parte de la energía fósil del mundo.

9) Si se tiene en cuenta que según British Petroleum, la Agencia Internacional de la Energía y la OPEP estamos pasando el "pico de los hidrocarburos", a partir del cual éstos se agotarán en cuatro o cinco décadas, y los datos de la Agencia Internacional de la Energía según los cuales Estados Unidos sólo dispone de reservas de petróleo para seis años, se comprende que el latrocinio armado de la energía fósil de Venezuela por Estados Unidos podría dificultar la instauración del mundo multipolar, acelerar el derroche de energías no renovables, y colocar bajo amenaza de perentoria agresión militar y saqueo a cualquier país con recursos naturales o aspiraciones de soberanía.

10) Motivos por los cuales convocamos a todas las personas y naciones del mundo a condenar las amenazas, la piratería y la destrucción de naves de Venezuela, y a mostrar su activa solidaridad con el pueblo venezolano víctimas de tales atrocidades.

Reiteramos que en Venezuela se juega el destino de la Humanidad, y que entre todos podemos decidirlo.



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