Desde hace más de un mes los habitantes de la tercera etapa de la urbanización Los Próceres, parroquia Agua Salda del Municipio Heres del Estado Bolívar, estamos lo que se dice peor que los Saharauis, ya que no nos llega nada del vital líquido. Al menos a los camaradas despatriados del desierto les llega semanalmente una cisterna de Naciones Unidas que les provee del servicio de agua y reciben dotación de medicinas y provisiones.
Pero a nosotros que vivimos en la ribera del caudaloso Orinoco no nos llega nada de agua y hasta ahora no tenemos ninguna respuesta pública que indique cual es la dificultad o si se está haciendo algo para solventar esta escasez tan terrible.
Hemos escuchado que supuestamente se robaron unas bombas y que por eso estamos sin el preciado recurso. La situación atenta contra la salud física y mental de muchas familias que debemos lidiar con una situación económica tan asfixiante que no nos permite adquirir comida -ya que esta es la cuna de la especulación y el bachaqueo y lo que es el carro de Drácula no lo conocemos ni de vista- mucho menos costear el llenado de los cisternas que cobran un ojo y mitad del otro por cada tambor del barro que ofrecen. El panorama lo vemos así: si no morimos deshidratados terminaremos con escabiosis. Un botellón de agua de manantial se vende entre 3 mil 500 bolívares y 4 mil bolívares y no se trata sólo de lo caro que resulta el producto sino de lo que cuesta conseguir efectivo ya que las entidades bancarias sólo te dan diez mil bolívares que ni alcanzan para pagar el transporte, que de paso este es otro tormento para los bolivarenses ya que aquí los prestatarios del servicio hacen y cobran lo que les da la gana y el servicio de Transbolívar ha sido desmejorado; desde hace una semana nos conseguimos con que limitaron la ruta que antes llegaba hasta el complejo hospitalario Ruiz y Páez y ahora los usuarios debemos pagar dos pasajes para llegar al destino, como si no tuviéramos suficiente con los costos médicos; ni que decir del desvío de medicamentos.
Sería bueno que el Fiscal le metiera la lupa a las hidrológicas -en especial a la de Bolívar- que yo creo que deben estar con más guisos que PDVSA, ya que el gobierno nacional le viene aprobando recursos y más recursos y el servicio es cada vez peor.
También nos gustaría exigirle a la gestión local que acelere la entrega del CLAP; al sector no le llega este beneficio desde septiembre y ahora que nos tocaba supuestamente lo suspendieron porque y que están haciendo una auditoria pues cambiaron la administración ¡que suerte!. De paso la información no la obtenemos nunca de los responsables sino que tenemos que estar indagando como locos porque la comunicación de esta gente con la comunidad es prácticamente nula. Me pregunto como personas así pueden ser líderes comunitarios si no le dan ni los buenos días al vecino.
mariaangelicagonzalez254@gmail.com