Tanto en Colombia como en el mundo conocen los grandes esfuerzos y la dedicación de la senadora Piedad Córdoba por la libertad de los rehenes de guerra en poder de la insurgencia colombiana. Estos mismos se lo han agradecido y no pocas veces ha contribuido, de manera decisiva, a lograr la libertad de varios de ellos. Eso tampoco agrada a los hacedores de guerra que teniendo un gran negocio en compra y venta de armas quisieran que jamás cesara la violencia en Colombia.
Una noticia recorre y asombra el mundo político –en lo particular- y hasta el mundo social –en lo general-. La Procuraduría de Colombia ha decidido inhabilitar, como senadora y políticamente, a la senadora Piedad Córdoba por dieciocho años. ¡Horrible desparpajo político! La Procuraduría, aprovechándose del golpe militar y político dado a las FARC con la muerte del Mono Jojoy, tejió una vulgar red jurídica para inhabilitar a la senadora Piedad Córdoba. Mucho disgustó al Estado colombiano y a la oligarquía colombiana que la senadora Piedad Córdoba no se sumara al festín por la muerte del comandante guerrillero. Todas las personas que escucharon la respuesta de la senadora Piedad Córdoba, cuando medios de comunicación quisieron que se alegrara por la muerte del Mono Jojoy, deben recordar que ella dijo lo siguiente: “Para los militares fue una victoria, para los demócratas un luto”. Sin embargo, partiendo que para un buen entendedor bastan pocas palabras, nadie debe haber entendido de lo dicho por la senadora Piedad Córdoba alguna afirmación de que estaba de parte de las FARC o de la insurgencia colombiana. Esto último, es el resultado de la tergiversación, en lo cual son expertos los ideólogos del capitalismo, que hacen poderosos medios de comunicación o altos funcionarios del Estado colombiano para justificar lo injustificable de inhabilitar a la senadora Piedad Córdoba de todo ejercicio político o legislativo por dieciocho años. ¡Una monstruosidad de decisión que quedará archivada en la historia política colombiana como un exabrupto de los enemigos de la democracia, de la justicia, de la libertad, de la paz y la solidaridad humana!
La vida de la senadora Piedad Córdoba corre un gran peligro de muerte en este momento en Colombia. Tanta persecución tenía, por lógica, que dar un paso de avance y que se manifiesta en la inhabilitación. De esa manera quedan espacios vacíos para que se le acerquen las manos de la muerte y le quiten la vida. La senadora Piedad Córdoba requiere, en este momento, de un gran movimiento de solidaridad internacional que trate de frenar lo que viene siendo crónica de una muerte anunciada. Ya el Estado colombiano, a través de la Procuraduría en obediencia a los altos mandos militares, ha escrito y divulgado una breve biografía donde se tergiversa por completo las funciones políticas desarrolladas por la senadora Piedad Córdoba a favor de la paz, del diálogo y de la libertad de los rehenes de guerra. Los halcones de la muerte han alzado el vuelo nuevamente, ya tienen personajes políticos seleccionados para quitarles la vida.
Hacemos un llamado al gobierno del camarada Presidente Hugo Chávez en Venezuela y de otros mandatarios, especialmente, de naciones de América Latina, a las instituciones internacionales que deben velar acertadamente por el respeto a los derechos humanos, a organizaciones políticas de toda naturaleza, a gremios sociales, a las Iglesias, al Papa, a los obreros, a los campesinos, a los intelectuales, a los estudiantes, a las mujeres, a todos y a todas las personas que luchan por un régimen de vida económico-social que supere con creces las desigualdades y las injusticias que nos impone, cada día con mayor gravedad, el capitalismo salvaje, para que levantemos una sola voz en solidaridad y en defensa del derecho a la vida y el de derecho a su ejercicio político actualmente arrebatados a la senadora Piedad Córdoba por un Estado que ha permitido impunidad para proteger a criminales de lesa humanidad y criminalizar las actividades políticas y de todo género, que sueñan con que la paz pueda ser un día una verdadera realidad en Colombia mediante un diálogo que haga valer más las palabras y el compromiso que el ruido de las armas de la guerra.
Un movimiento de solidaridad que responsabilice al Estado Colombiano y sus fundamentales instituciones de todo daño físico y moral que pueda sufrir la senadora Piedad Córdoba en un momento en que está siendo asediada y amenazada de muerte por los enemigos jurados de la libertad en Colombia.
¡Viva la senadora Piedad Córdoba! ¡Castigo para quienes la persiguen, la acosan y la amenazan con quitarle su derecho a la vida y al ejercicio de la política!
