A continuación se enumeran algunas de las 10 principales razones históricas que explican los ataques de la oposición en Venezuela contra el gobierno bolivariano (las cuales no hay que olvidar) y una breve anécdota de la Asamblea Constituyente de 1999:
1. En 2003, Hugo Chávez provocó la ira de los dueños de todas las clínicas y hospitales privados del país cuando ordenó la creación de la Misión Barrio Adentro. La Misión Barrio Adentro ocasionó grandes pérdidas económicas para los negocios de esos centros hospitalarios, los cuales comenzaron a financiar a la oposición para desmontar (a costa de todo lo que fuera posible) ese servicio público gratuito, pues era necesario regresar a aquella Venezuela donde la población venezolana debía pagar por su salud y generarles riquezas. En la actualidad, esta es una de las principales fuentes de recursos de la oposición.
2. En 2003, Hugo Chávez provocó la cólera de los dueños de todas las instituciones universitarias privadas y autónomas cuando ordenó la creación de la Universidad Bolivariana de Venezuela y la subsecuente creación de otros 34 institutos universitarios gratuitos, la reforma del INCES y el lanzamiento de la Misión Vuelvan Caras I y II. De esta forma, los institutos universitarios perdieron una inmensa cantidad de clientes (estudiantes) los cuales emigraron a las instituciones públicas. Como respuesta, los dueños de esas instituciones privadas comenzaron a financiar grandes campañas de desprestigio en torno a la calidad educativa de esas universidades púbicas para recuperar algo del mercado cautivo que por muchos años ellas llegaron a construir a su alrededor.
3. En 2000, Hugo Chávez dio un duro golpe a la familia de Henrique Machado Zuloaga, propietaria de SIVENSA, luego que ordenara interferir sobre las prerrogativas financieras y comerciales que esa empresa había adquirido con el gobierno de Venezuela durante la IV república. En poco menos de unos tres años, la empresa perdió el monopolio del acero en Venezuela y comenzó a hacer una gran resistencia contra el gobierno venezolano. De hecho, María Corina Machado (hija de Zuloaga y propietaria –heredera- de SIVENSA), tiene la responsabilidad familiar y personal de restituir el monopolio que alguna vez tuvo la empresa. Son varios los que piensan que si el gobierno comete el error de restituir el poder perdido a SIVENSA es muy probable que ella desaparecería de la escena política para siempre y volvería a trabajar en el negocio familiar.
4. En 2000, Chávez provocó la ira de los dueños de los medios privados de comunicación luego que ordenara modificar las políticas sobre la publicidad gubernamental. Por ejemplo, cuando los diarios El Nacional y El Universal perdieron los contratos con PDVSA por concepto de publicidad, lo cual significó el final de ingresos constantes por miles de millones de bolívares, ellos cambiaron su línea editorial hacia la oposición. De hecho, RCTV y GLOBOVISIÓN fueron profundamente afectadas por esa política. Cuando, el gobierno bolivariano comenzó a publicar (especialmente) sus avisos en el sistema nacional de medios públicos, estas televisoras dejaron de recibir grandes cantidades de dinero y comenzaron a tener pérdidas. Por ello, se dice que los medios privados de comunicación, no perdonaron ni perdonan que Chávez les haya alterado su negocio, el cual tenía años explotando las finanzas gubernamentales con innecesaria y costosa publicidad. Además, la aparición de 1500 medios alternativos de comunicación en todo el país acabó con el control comunicacional por parte de los medios privados lo que les dio una nueva razón para hacer presión contra el sistema público y alternativo de medios de comunicación a fin de que éste desapareciera.
5. En 2011, Chávez provocó la irritación del sector privado de la construcción en Venezuela cuando ordenó la creación de la Gran Misión Vivienda Venezuela. Una vez más, Chávez alteró un modelo de negocio oligárquico nacional y lo sustituyó por un sistema público. En esta nueva etapa, los grupos constructores privados del país le juraron la máxima adversidad a Chávez por quitarles un mercado que consideraban propio y por reducir su clientela. En especial, de forma indirecta, la familia y allegados a Henrique Capriles es afectada por esta decisión, pues les hace perder parte de una porción que tenían del mercado constructivo del país.
6. En 2006, Chávez provocó molestó al sector bancario privado nacional cuando ordenó la creación del Banco del Tesoro y otra serie de políticas que se relacionaban a la creación del Banco de la Mujer, el Banco del Pueblo Soberano, el Banco Bicentenario, el Banco de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, la nacionalización del Banco de Venezuela y la desaparición del Banco Industrial, entre otros. Con estas medidas, el gobierno nacional tenía como objetivo que todas las instituciones públicas emigraran sus cuentas a los bancos públicos. Esta decisión desencadenó la furia de algunas familias propietarias de bancos nacionales, pues ellas se habían acostumbrado a mantener instituciones públicas cautivas, las cuales eran el soporte de sus finanzas. De hecho, cuando en 2009 varias instituciones bancarias comenzaron a iniciar la emigración a la banca pública, varios bancos se negaron a cumplir las órdenes de retiro diciendo que: "no podían hacer eso".
7. En 2007, Chávez dio un duro golpe contra un amplio grupo de abogados y partidos políticos opositores cuando de forma increíble ordenó la eliminación de las prebendas asociadas a las notarias y registros mercantiles del país. Para ese año, el modelo empleado en el sistema de notarías y registros públicos de Venezuela era la franquicia. Con esta forma, un notario o registrador público acumulaba y administraba de forma independiente los ingresos producto de sus actividades y los dividía entre sus trabajadores. Por ejemplo, se sabe que tan sólo en julio de 2006 el registro mercantil de Ciudad Bolívar acumuló una suma aproximada de 200.000 dólares (al cambio en bolívares para le época), los cuales fueron repartidos entre la nómina (integrada por familiares y amigos del registrador). Este comportamiento era totalmente legal y legítimo, pero cuando Chávez se enteró (luego de casi 8 años en que nadie le dijo nada ni le informó sobre esto) de un zarpazo eliminó las leyes que soportaban eso y estableció una banda de salarios para los funcionarios de los notarias y registros. Desde entonces, gran parte del dinero producido por esas instituciones es enviado al Tesoro Nacional.
8. En 2007, Chávez provocó la ira de las grandes cadenas distribuidoras de alimento como la Central Madeirense, Luvebras Automercados, Locatel, Hipermercado Éxito, MACRO, entre otros; debido al lanzamiento del proyecto PDVAL, MERCAL y, posteriormente, Abastos Bicentenario y programas de Mega Mercados, los cuales arrebataron gran parte de la clientela de los supermercados privados del país. Desde esa época, todo el sector de distribución de alimentos ha luchado por tratar de recuperar el modelo de negocio que alguna vez fue muy útil para sus propósitos.
9. En 2010, Chávez desmanteló el negocio de varias familias colombianas, venezolanas y estadounidenses cuando la Fuerza Armada Nacional Bolivariana comenzó a derribar sistemáticamente diversas aeronaves que sobrevolaban el territorio nacional ilegalmente para transportar droga. De hecho, la correlación de estos factores sugiere que a medida que más avionetas han sido derribadas, más crece el ataque y la desesperación de las clases políticas de esos países contra el gobierno venezolano. De hecho, cuando Nicolás Maduro cerró la frontera con Colombia, causó otro daño a las organizaciones colombianas ubicadas en Cúcuta que controlan el archiconocido y excepcionalmente rentable mercado de reventa de la gasolina venezolana. Las quejas del cierre de la frontera y el derribo de las avionetas, incluso, llegaron hasta el presidente colombiano Juan Manuel Santos y al presidente mexicano Felipe Calderón, quienes criticaron la acción venezolana por "tumbar esas aeronaves sin notificarles".
10. En 1998, Chávez acabó con las intensiones continuistas de las clases políticas relacionadas a Acción Democrática y COPEI cuando llamó a los venezolanos a participar en un proceso constituyente. Una vez instalada la Asamblea Constituyente, un solitario Jorge Olavarría (ya desaparecido) hizo lo imposible para tratar de detener los cambios que se avecinaban. El intervino y criticó la discusión de todos los artículos y satanizó aquel "parapeto" como "abominable". Pero, la participación de otros constituyentes especializados en Derecho Constitucional (y que para la época ya eran duros opositores) como Hermann Escarrá y Allan R. Brewer-Carías, lograron influir de manera favorable para construir (lo que a mi juicio es) la más moderna, científica y técnica constitución que se haya escrito en el mundo. Por ejemplo, esa constitución marcó un presedente en cuanto a la teoría de la participación política que acabó con el Pacto de Punto Fijo. Sin embargo, en aquel proceso constituyente ocurrieron dos cosas que muchos, quizás, habrán olvidado y que es necesario recordar y tener presente cuando llegue la hora de reconstruir la nueva constitución. Por un lado, la constitución de 1999 no tiene incluida la palabra "tolerancia" por ningún lado ¡Algo increíblemente absurdo! Y segundo, varias fuentes (citadas por Hermann Escarrá en una conferencia en 2005 en el TSJ-DEM) denuncian que un artículo de la constitución de 1999 fue eliminado en la versión final. Tal artículo, se relacionaba con el desarrollo de los mecanismos de participación ciudadana. Y vale destacar que tuve la oportunidad de preguntarle directamente a Escarrá sobre eso: ¿Cómo un artículo que fue aprobado en la Asamblea Constituyente pudo ser obviado en la impresión final? ¿Acaso nadie se dio cuenta? ¿Ni Olavarría?... a lo cual Escarrá me respondió con su típica mirada de ojos vidriosos: - Fue un duende… En aquella Asamblea Constituyente habían duendes por todos lados. Siempre que aprobábamos algo, al otro día lo volvíamos a debatir y faltaban ideas y frases previamente aprobadas… llámalo saboteo… yo prefiero llamarlos duendes… -
Politólogo. MsRe. aPhD en Relaciones Exteriores
Moscú, Rusia.
Segulac@gmail.com