El huracanado combinado alemán que recien había aplastado a Argentina, parecía un equipo de compadres arreglando de la mejor manera el gol de Puyol; y los Panzer, de tanto practicar el oficio de aya con los ahijados de la FIFA, propician la arreglada anotación: ¡Gooooooooool de Españaaaaaaaa!
No hay que consultar las 2 bolas de cristal, a las que usualmente recurrimos en las horas oscuras e imprecisas, para adivinar que la ahijada de la FIFA va a ganar el campeonato mundial de futbol el próximo domingo derrotando a una Holanda que tiene que ceder por tercera vez la posibilidad de ser campeona mundial del llamado deporte rey, ante los planes, que no podrán ser rechazados, de esta querubinesca Ada de los jardines de los euros y de los dollares.
¿Quién es la FIFA para jugar con la buena fe de los miles de millones de aficionados del futbol en el mundo? Simplemente una mafia, que privilegia la defensa de sus intereses por encima de cualquier sentimiento terruñero de orgullo patrio. ¿Ahora nos preguntamos, cuántos mundiales más han arreglado la FIFA para obtener milmillonarias ganancias, en el campo de la publicidad, el mercado de la venta de la fuerza de trabajo futbolístico en los espacios nacionales particularmente supermillonarios, como en el caso de España?
Quizás el buen Pelé, el perro amaestrado de la FIFA, pueda darnos una respuesta de lo que pasó en el mundial en que la Francia fue la ahijada de la gran caponata del futbol asociado. A lo mejor nos explica el pobre desempeño de las súper estrellas en esta versión de la máxima cita del balompié. Sospechamos que el rey nos puede aclarar muchas dudas de esta mamarrachada mundial.
¿Y ahora quien va a creer en la FIFA? Probablemente Súperman, los Simpson, el duende de las torres gemelas, Obama, Alvarito Uribe y su papá Juan Manuel Santos, ahhhh, y por supuesto, los españolacas de la complutense.
¿Será que el domingo me siento frente al televisor a ver la gran charada?
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