Reivindicando el Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia Invicto

Continúa el secuestro de las finanzas venezolanas junto con la aviesa y abierta perversión económica inducida las cuales están causando daños irreversibles de carácter de lesa humanidad contra el pueblo de Bolívar y Chávez el cual consecuentemente sufre inmerecidas penurias: el gran reto a conquistar por parte de aquellas naciones que con su ejemplo iluminamos nuevas rutas de equidad y justicia para el mundo. Nuestra victimización es la expresión corpórea del brutal asedio inmisericorde del capital contra el invicto estado de derecho democrático y social de derecho y de justicia señalado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 2, el régimen de compromisos de carácter social presentes en el texto constitucional y cómo estos le han devuelto dignidad a muestra patria. No obstante, aun en gran medida debido prolongado y sostenido saboteo, nuestro estado de derecho luce magnánimamente inquebrantable, indoblegable e inderrotable. Muy a pesar de que no es sino hasta 2015 cuando esta divina utopía que saboreamos en creciente porcentaje y magnitud mientras el Comandante Chávez llevó las riendas del brioso corcel de la revolución bolivariana, comienza a sufrir los embates que el capital internacional le imprimen vía asedio financiero y perversión económica inducida un cierto pretendido amargo sabor, cada día más y más hijos de la patria asumen con dignidad el morral de la transformación sociopolítica.

La canalla opositora –llámese capital apátrida egoísta- se dio cuenta de la temible ejemplarizante palpable realidad mundial que constituye la avalancha de beneficios sociales sin discriminaciones como manda el art. 21 de la CRBV y comenzó sin pérdida de tiempo y con todas sus fuerzas a torpedearlos sin piedad, así sufrieran sus familiares. Por la parte gubernamental, es importante comprender que no basta con el cambio de nombres: maravilloso el nombramiento de la Autopista Gran Cacique Guaicaipuro, por cierto! Urge operacionalizar desGINIzadora y radicalmente el estado democrático y social de derecho y de justicia a los fines de garantizar la reproducción de nuestro modelo sociopolítico que garantice la existencia social -Marx- para que surja esa conciencia revolucionaria que constituya el leit motif de nuestro quehacer transformacional Chomskiano, permitiéndose erguirse en la gran propuesta nacional que proyecte esperanzadoramente sobre el mapa ñángara latinoamericano, el proceso venezolano como eje auténtico de cambio y transformación política, social y económica para las mayorías y así deslastrarnos académicamente, del indeseable bastión de la corrupción.

Muy a pesar de ciertas viudas neoliberales quienes cuan brujas vuelan de una país a otro a socorrer el hundimiento de candidatos y presidentes derechistas, sigue siendo desolador hoy como ayer el espectáculo nauseabundo que nos ofrece este modelo hambreador en el mundo y peor aun, el rostro desencajado de sus seguidores, disociados, a la deriva, devenidos en asesinos históricos de sus pueblos. Fosas comunes, falsos positivos, bombardeos humanitarios con balas de uranio empobrecido, ajustes macroeconómicos, asesinatos selectivos de líderes sociales, hambre, corrupción, acuerdos con el BID y FMI para fortalecer a la clase gobernante, saqueos-entrega de los productos naturales y territorio ancestral indígena, desplazamientos, y tantos otros males que son su exclusiva tarjeta de presentación, carro blindado de la gesta de la usurpación y el terror durante décadas. Hoy la derecha internacional deja entrever por sus costuras su inviabilidad como fallido modelo.

El pensamiento de izquierda en conjunción con el progresismo de centroderecha latinoamericanos liderizados, eso sí, por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, están llamados a apurar el paso academicista en beneficios socioeconómicos para salvaguardar nuestro gran polo de fuerza en palabras de Chávez «En el mundo hay cinco polos o agrupaciones de fuerza. África, Asia, Europa, y en este continente dos, el polo de Norteamérica y el polo de Sudamérica». Seguimos siendo nosotros la cuna del germen de la insurrección aleccionadora latinoamericana bajo el liderazgo emergente, oportuno y tenaz de Nicolás Maduro Moros, un exautobusero/excanciller auténticamente bolivariano e izquierdista, con apoyo irrestricto de quienes nos hemos erguido precisamente en esa punta de lanza que ha venido abatiendo al pensamiento de derecha abominablemente deslucido y aberrantemente criminal en Chile, Perú, Bolivia, Colombia, Honduras, Ecuador, Brasil, etc. Amen cuando pueblos enteros a sabiendas del hostigamiento que victimiza al pueblo venezolano, han venido echando el miedo a la espalda para en la ruta de las urnas electorales, darle un espaldarazo a un nuevo promisorio horizonte que los conduzca a la salvación de sus patrias. Es tan profundo el compromiso revolucionario en Venezuela que todavía la derecha desmovilizada electoralmente pretende cambiarnos espejitos de alternabilidad gubernamental personalista que nadie quiere.

Pero tenemos que predicar profundizando el ejemplo laboral contractual para respaldar a los trabajadores y así asestar el golpe mortal a la derecha fascista en esta parte del mundo de una vez por todas. Estimulemos la creación de una gran economía integradora de centroizquierda para baipasear el cerco económico y que en conjunción con nuestro Art. 299 "El régimen socioeconómico se fundamenta en los principios de justicia social, democracia, eficiencia, libre competencia (…). El Estado, conjuntamente con la iniciativa privada promoverá el desarrollo armónico de la economía nacional (…) para lograr una justa distribución de la riqueza (…)", sople vientos de justicia y equidad sobre las velas del navío emancipador libertario para hacerlo navegar a lo largo y ancho de los grandes 5 polos de fuerza: África, Asia, Europa, y en este continente dos, el polo de Norteamérica y el polo de Sudamérica y así contribuir con la devolución a las mayorías, de innumerables derechos secuestrados por el bullying cayapal de derecha frustrada y fracasada. Solo así, otros pueblos comprenderán que ha llegado el momento crucial en la historia contemporánea de nuestras naciones sojuzgadas de dejar de temerle al tigre de papel gringo.

Nuestra América Latina hoy como ayer es ícono esperanzador para el mundo anhelante de justicia y paz social. Venezuela, acusando el más terrible de los castigos por atreverse a levantar su voz contra el imperialismo impío, criminal, sedicioso y mordaz, gracias a su dirigencia consustanciada con el mandato constitucional, ha venido recuperándose mostrando su vigor y moral histórica para orgullo de sus hijos.

Vivan la Constitución del República Bolivariana de Venezuela y su estado de derecho democrático y social de derecho y de justica.

 

*Profesor, Consejero Ejecutivo Nacional Universidad Nacional Experimental Simón Bolívar - USB

 

zualmar@gmail.com

 

 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1216 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter




Notas relacionadas


Revise artículos similares en la sección:
Ideología y Socialismo del Siglo XXI