El verdugo

Al ver la cruenta e inmoral ejecución de Saddan Hussein la pregunta que una vez me hice algunos años atrás vuelve a mí ¿cuántos litros de sangre necesita el carro de la civilización que conduce Mr. Bush?

Pareciera que son infinitos, por que Irak ha aportado, sin querer, mas de tres millones quinientos mil litros, algunos de estos de los muertos que superan los 700 mil; en un holocausto por tan sólo tener una cultura diferente que se afianza en 8 mil años de historia y un Dios compasivo y misericordioso, donde sus fieles dan todo por Él; y el estar parado sobre millones de barriles de petróleo, el néctar mas codiciado del imperio.

Dónde están los llorones de los DDHH que acorralan día a día a Chávez, a su gobierno y aquellos que apoyamos al presidente, no en forma incondicional, ya que particularmente no sedo mi condición de poder discernir y criticar lo que no creo prudente en un momento dado; pero que cada día mas, estoy convencido de lo imprescindible de las políticas de Chávez y su visión de América libre.

Por qué los llorones de los DDHH no dicen nada sobre el espectáculo que ha dado el gobierno norteamericano en Irak, que invadió a un país basándose en la creación de su propia mentira; satanizando al presidente Hussein para derrocarlo, perseguirlo hasta que lo llevo a un juicio con testigos y testimonios dudosos, inexactos y falsos; con una visión muy particular de la democracia anglosajona que impone su sistema con las medidas mas antidemocráticas, violando desde los DDHH hasta las normas mas simple de la justicia.

Si Hussein era un criminal, peores son los que lo ejecutaron, con un tribunal que lo había ya sentenciado antes que este se instalara. Si Hussein era un genocida por haber aniquilado más de cien mil personas, entonces que calificativo se le impondrá a Bush que lleva más de 700 mil tan solo en Irak.

La hipocresía del mundo suele ser tan grande como la doble moral norteamericana y su democracia excluyente, segregacionista y explotadora de la miseria humana. No he podido olvidar la imagen de tranquilidad, seguridad, fortaleza y las palabras de la oración de Hussein en el patíbulo, ante un coro de insultos creados en ingles y traducidos al árabe, aprendido al caletre mas amargo de un pueblo vencido gracias a la complacencia de gobiernos que se dicen civilizados, cuando en verdad tan sólo son unos cómplices del verdugo.


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Carlos Vicente Torrealba

Escritor / Über maestro en Filosofía / Entrenador de Vida / MTC

 carlosvicentetorrealba@gmail.com      @cartorrealba

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