Provocación imperial desde Guyana

No es necesaria una inteligencia sobresaliente, para comprender que la provocación del gobierno de Guyana ha sido hecha por encargo del imperialismo, pero para diseñar la estrategia contra la provocación sí son necesarios niveles superiores de sabiduría, inteligencia, de experiencia y de paciencia, pues el propósito de la provocación no es el Esequibo, sino la justificación para una  intervención militar imperialista en Venezuela.

No es momento para dar mayor intensidad a la reclamación por el Esequibo, distinta a la que el Gobierno Bolivariano venía ejerciendo con anterioridad a la provocación, tampoco es necesario el apresuramiento. Este momento de provocación por el gobierno de Guyana y de oscuras intenciones imperiales sugiere reducir la velocidad, persistir incluso en la paciente espera de la designación  del Buen Oficiante, que fue aceptado por las dos naciones. Si Guyana pretende ignorar su aceptación esperemos otro momento y otras circunstancias para la discusión, acerca de éste u otro método de resolución de la controversia.

No es oportuno incurrir en la elocuencia para controvertir con el gobierno de Guyana, cuando el imperialismo pretende silenciar la provocación y utilizar nuestras respuestas como argumento de la supuesta agresión de Venezuela contra una nación débil y desprotegida, para justificar su intervención. Cualquier respuesta a la provocación del gobierno guyanés, por muy justa que sea esa respuesta, será utilizada por el imperialismo para justificar una agresión militar, que exige la profundización de nuestra defensa y actitud discreta, conciliadora con el pueblo guyanés, víctima también del propósito imperial y complicidad de su gobernante, que no es el Esequibo.

Sí es momento para reiterar, como hizo el Presidente Maduro, la solidaridad que debe regir entre los pueblos de América Latino Caribeña y, en tal sentido, reiterar la solidaridad de la Revolución Bolivariana con el pueblo guyanés, en especial con los pueblos aborígenes.

Sí es momento para exponer, en los organismos internacionales,  como lo hace nuestro Presidente, nuestra vocación pacífica y respetuosa de las leyes e instancias internacionales para resolver la controversia, e ignorar las provocaciones del gobierno guyanés.



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Rafael Flores

Capitán de altura y productor agrícola

 eveliseyrafael@hotmail.com

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