Guillén, Blair y Bush



Honor. "Estoy desilusionado. Es un gran honor el ser invitado a la Casa Blanca y estrecharle la mano al Presidente Bush. No me importa quien seas tu. Quizás crees que eres demasiado importante”. Esta cita pertenece al alcalde de Chicago Richard Daley, refiriéndose a la negativa de Oswaldo Guillén de visitar la Casa Blanca. Lo lamento por Daley, quien se desilusiona porque Guillén no estrechará la mano del responsable de los muertos de Afganistán y de Irak, por nombrar sólo dos de sus “hazañas” en nombre de la “libertad y de la democracia”. No tengo información sobre las razones que llevaron Guillén a declinar tan “importante” invitación y, por respeto, no voy a caer en el tentador “terreno de las especulaciones”. Pero si puedo asegurar que retratarse con Bush en la Casa Blanca sólo puede ser considerado un “honor” por quienes hablan en nombre de la libertad y la democracia y al mismo tiempo planifican cómo hacer la guerra no sin, sino con los mayores “daños colaterales” posibles. Es decir con muchos niños muertos y mutilados, que así llaman a ese horror los portavoces del Departamento de Estado. Daños colaterales. No sé si Guillén rehusó estrechar la mano del personaje en cuestión porque está enfermo, porque está de viaje o porque no le da la gana. O porque está de acuerdo conmigo. Pero no lo lamento, lo celebro. No vaya a ser que pase a la historia de los equívocos como otra persona que exhibió sus canillas al lado de este genocida. ¿Honor? ¡Por Dios!

Respuesta. "Es importante que el gobierno venezolano comprenda que si quiere ser un integrante respetado de la comunidad internacional tiene que acatar las reglas de esa comunidad internacional". Esta cita no es de un alcalde, sino de un Primer Ministro. Anthony Blair, de Inglaterra e Irlanda del Norte. Ya la carga colonialista que tiene el nombrecito de su cargo, lo inhabilita para expresarse en esos términos. Porque, ¿Con qué moral Blair, comandita de Bush, alcahueta de Bush, acólito de Bush, puede pedir al gobierno de Venezuela “acatar reglas internacionales”? Que se sepa, Venezuela no ha participado en ninguna guerra genocida. Que se sepa, Chávez no ayudó a Bush a mentirle a la comunidad internacional, para justificar la invasión a Irak. Que se sepa, los gobiernos responsables de la muerte de más de 200 mil iraquíes son el gobierno de Estados Unidos de América y su principal aliado, el Reino de Gran Bretaña. Que se sepa, el imperio está al norte. De América.

Pregunta. "Estoy seguro de que usted comparte la satisfacción de muchos colegas sobre el giro a la izquierda que ha tenido lugar en América Latina. Pero ¿coincide en que sería mala noticia para todos que permitamos que nuestra política hacia esos gobiernos -especialmente países como Venezuela- esté moldeada por los intereses de una administración estadounidense republicana tan derechista?". La cita no es ni de un alcalde ni de un primer ministro. Es del diputado Colin Burgon, compañero de partido de Blair. La respuesta a esa pregunta está en la cita anterior. Vuelva a leer y dígame si la respondió. Respondió, pero a los intereses de Washington. Era una exigencia de su comandita y tenía que criticar a Venezuela aunque le preguntarán cuánto cuesta en Inglaterra un kilo de ñame. A lo que Blair respondería: Es que Chávez se come todo el ñame. Blair debería hablar más con su compañero de partido, quien lo emplazó a diferenciarse de Bush. Pero no se diferencia, son caimanes del mismo pozo. Y que me perdonen los caimanes.


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Mercedes Chacín


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