Doxa, Soberanía y Miedo Real del Imperio

Decía Carlos Escarrá que "el Imperialismo significa una estructura de pensamiento y acción en virtud de la cual el más poderoso impone o pretende imponer decisiones sobre el más débil, que van desde procesos de transculturación, alineación psicológica, posesión de recursos naturales, sostenimiento de situaciones de dependencia económica, entre muchos otros tantos factores".

En una charla realizada en la UBV la semana pasada, el profesor Julio Escalona nos explicaba su teoría sobre la Estrategia de Guerra Permanente del imperio, no sólo contra países como la República Bolivariana de Venezuela, sino incluso, ante su propia gente.

Aunque hubo temas muy interesantes en medio de la charla, quisiera resaltar dos elementos fundamentales que tienen que ver con el peligro que representa Venezuela junto con los países llamados del "eje del mal" desde la época de Bush. Uno de los elementos, tiene que ver con el hecho de que el elemento más fuerte de cohesión social que han desarrollado países como Estados Unidos y algunos de la Unión Europea, es el "miedo", bajo la idea de que existe una amenaza real y permanente de terrorismo, por lo cual sus gobierno deben estar preparados y prestos a la continuación de la política por el medio de la guerra. El segundo elemento que a su vez tiene dos vertientes, directamente relacionado al legado del Comandante Chávez, tiene que ver con la idea fundamental de la soberanía nacional y la independencia.

En relación con el elemento de cohesión social, hemos visto recientemente los niveles de espionaje que ha alcanzado el imperio estadounidense, llegando el propio presidente Obama, a justificar la intromisión en las comunicaciones de los periodistas de Associated Press por parte del Departamento de Justicia de ese país; ello, por supuesto, sin dejar de levantar la bandera de la libertad de expresión, reunión, etc, para condenar a otros países. Igualmente, conocemos de la implicación del gobierno en el tema de los drones o aviones no tripulados con objetivos precisos de ataque. Amén de la vasta y poderosa industria armamentista que controla el congreso de los Estados Unidos, como se puede decantar de la votación en torno a la propuesta de la ley de control de armas, que no fue aprobada. Y ello sólo por mencionar algunos ejemplos, sin incluir por supuesto, el tema de los medios de comunicación en la creación de esa cultura hegemónica del miedo.

En relación con el otro elemento, no hay nada más claro que la propia Constitución Nacional, en su artículo 5, donde expresamente señala

Decía Carlos Escarrá que "el Imperialismo significa una estructura de pensamiento y acción en virtud de la cual el más poderoso impone o pretende imponer decisiones sobre el más débil, que van desde procesos de transculturación, alineación psicológica, posesión de recursos naturales, sostenimiento de situaciones de dependencia económica, entre muchos otros tantos factores".

En una charla realizada en la UBV la semana pasada, el profesor Julio Escalona nos explicaba su teoría sobre la Estrategia de Guerra Permanente del imperio, no sólo contra países como la República Bolivariana de Venezuela, sino incluso, ante su propia gente.

Aunque hubo temas muy interesantes en medio de la charla, quisiera resaltar dos elementos fundamentales que tienen que ver con el peligro que representa Venezuela junto con los países llamados del "eje del mal" desde la época de Bush. Uno de los elementos, tiene que ver con el hecho de que el elemento más fuerte de cohesión social que han desarrollado países como Estados Unidos y algunos de la Unión Europea, es el "miedo", bajo la idea de que existe una amenaza real y permanente de terrorismo, por lo cual sus gobierno deben estar preparados y prestos a la continuación de la política por el medio de la guerra. El segundo elemento que a su vez tiene dos vertientes, directamente relacionado al legado del Comandante Chávez, tiene que ver con la idea fundamental de la soberanía nacional y la independencia.

En relación con el elemento de cohesión social, hemos visto recientemente los niveles de espionaje que ha alcanzado el imperio estadounidense, llegando el propio presidente Obama, a justificar la intromisión en las comunicaciones de los periodistas de Associated Press por parte del Departamento de Justicia de ese país; ello, por supuesto, sin dejar de levantar la bandera de la libertad de expresión, reunión, etc, para condenar a otros países. Igualmente, conocemos de la implicación del gobierno en el tema de los drones o aviones no tripulados con objetivos precisos de ataque. Amén de la vasta y poderosa industria armamentista que controla el congreso de los Estados Unidos, como se puede decantar de la votación en torno a la propuesta de la ley de control de armas, que no fue aprobada. Y ello sólo por mencionar algunos ejemplos, sin incluir por supuesto, el tema de los medios de comunicación en la creación de esa cultura hegemónica del miedo.

En relación con el otro elemento, no hay nada más claro que la propia Constitución Nacional, en su artículo 5, donde expresamente señala que "la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo", quien la ejerce de manera directa o indirecta, y a quien están sometidos todos los órganos del Estado. Esto no sólo lo promovió el comandante Chávez desde el inicio del proceso bolivariano y mucho más cuando habló de la transición al socialismo, sino que permitió que fuera expresado con un basamento legal particular, del que emanaron el "bloque de leyes del poder popular". En ellas, como en la carta magna, se encuentran muchas herramientas de participación que permitan que el pueblo esté presente y sea protagonista en todos los niveles de la toma de decisión -incluyendo la formulación, ejecución y control- inclusive dentro del propio Programa de la Patria, dejando como saldo más de 7000 propuestas específicas, que ayudarán sin duda alguna a la construcción del Gobierno de Calle que se ha iniciado.

La soberanía y la independencia, son esenciales al socialismo bolivariano del siglo XXI, a la concreción de un mundo pluripolar y multicéntrico, a la paz. Implican dejar de ser "patio trasero" si nos ubicamos en la teoría de la dependencia promovida por la Cepal, fundamentada en la doctrina Monroe; pero no sólo forman parte del legado de un hombre, sino que forman parte de la Constitución Nacional, de los programas de gobierno y principalmente, del doxa o saber popular que ha entendido estos dos elementos, para al menos allí, encontrarnos en un punto de no retorno, desde la internalización y comprensión de lo que significa el Poder Popular como ejercicio de esa soberanía para el logro de la verdadera independencia, como base del miedo real que nos tiene el imperio.

que "la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo", quien la ejerce de manera directa o indirecta, y a quien están sometidos todos los órganos del Estado. Esto no sólo lo promovió el comandante Chávez desde el inicio del proceso bolivariano y mucho más cuando habló de la transición al socialismo, sino que permitió que fuera expresado con un basamento legal particular, del que emanaron el "bloque de leyes del poder popular". En ellas, como en la carta magna, se encuentran muchas herramientas de participación que permitan que el pueblo esté presente y sea protagonista en todos los niveles de la toma de decisión -incluyendo la formulación, ejecución y control- inclusive dentro del propio Programa de la Patria, dejando como saldo más de 7000 propuestas específicas, que ayudarán sin duda alguna a la construcción del Gobierno de Calle que se ha iniciado.

Decía Carlos Escarrá que "el Imperialismo significa una estructura de pensamiento y acción en virtud de la cual el más poderoso impone o pretende imponer decisiones sobre el más débil, que van desde procesos de transculturación, alineación psicológica, posesión de recursos naturales, sostenimiento de situaciones de dependencia económica, entre muchos otros tantos factores".

En una charla realizada en la UBV la semana pasada, el profesor Julio Escalona nos explicaba su teoría sobre la Estrategia de Guerra Permanente del imperio, no sólo contra países como la República Bolivariana de Venezuela, sino incluso, ante su propia gente.

Aunque hubo temas muy interesantes en medio de la charla, quisiera resaltar dos elementos fundamentales que tienen que ver con el peligro que representa Venezuela junto con los países llamados del "eje del mal" desde la época de Bush. Uno de los elementos, tiene que ver con el hecho de que el elemento más fuerte de cohesión social que han desarrollado países como Estados Unidos y algunos de la Unión Europea, es el "miedo", bajo la idea de que existe una amenaza real y permanente de terrorismo, por lo cual sus gobierno deben estar preparados y prestos a la continuación de la política por el medio de la guerra. El segundo elemento que a su vez tiene dos vertientes, directamente relacionado al legado del Comandante Chávez, tiene que ver con la idea fundamental de la soberanía nacional y la independencia.

En relación con el elemento de cohesión social, hemos visto recientemente los niveles de espionaje que ha alcanzado el imperio estadounidense, llegando el propio presidente Obama, a justificar la intromisión en las comunicaciones de los periodistas de Associated Press por parte del Departamento de Justicia de ese país; ello, por supuesto, sin dejar de levantar la bandera de la libertad de expresión, reunión, etc, para condenar a otros países. Igualmente, conocemos de la implicación del gobierno en el tema de los drones o aviones no tripulados con objetivos precisos de ataque. Amén de la vasta y poderosa industria armamentista que controla el congreso de los Estados Unidos, como se puede decantar de la votación en torno a la propuesta de la ley de control de armas, que no fue aprobada. Y ello sólo por mencionar algunos ejemplos, sin incluir por supuesto, el tema de los medios de comunicación en la creación de esa cultura hegemónica del miedo.

En relación con el otro elemento, no hay nada más claro que la propia Constitución Nacional, en su artículo 5, donde expresamente señala que "la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo", quien la ejerce de manera directa o indirecta, y a quien están sometidos todos los órganos del Estado. Esto no sólo lo promovió el comandante Chávez desde el inicio del proceso bolivariano y mucho más cuando habló de la transición al socialismo, sino que permitió que fuera expresado con un basamento legal particular, del que emanaron el "bloque de leyes del poder popular". En ellas, como en la carta magna, se encuentran muchas herramientas de participación que permitan que el pueblo esté presente y sea protagonista en todos los niveles de la toma de decisión -incluyendo la formulación, ejecución y control- inclusive dentro del propio Programa de la Patria, dejando como saldo más de 7000 propuestas específicas, que ayudarán sin duda alguna a la construcción del Gobierno de Calle que se ha iniciado.

La soberanía y la independencia, son esenciales al socialismo bolivariano del siglo XXI, a la concreción de un mundo pluripolar y multicéntrico, a la paz. Implican dejar de ser "patio trasero" si nos ubicamos en la teoría de la dependencia promovida por la Cepal, fundamentada en la doctrina Monroe; pero no sólo forman parte del legado de un hombre, sino que forman parte de la Constitución Nacional, de los programas de gobierno y principalmente, del doxa o saber popular que ha entendido estos dos elementos, para al menos allí, encontrarnos en un punto de no retorno, desde la internalización y comprensión de lo que significa el Poder Popular como ejercicio de esa soberanía para el logro de la verdadera independencia, como base del miedo real que nos tiene el imperio.

La soberanía y la independencia, son esenciales al socialismo bolivariano del siglo XXI, a la concreción de un mundo pluripolar y multicéntrico, a la paz. Implican dejar de ser "patio trasero" si nos ubicamos en la teoría de la dependencia promovida por la Cepal, fundamentada en la doctrina Monroe; pero no sólo forman parte del legado de un hombre, sino que forman parte de la Constitución Nacional, de los programas de gobierno y principalmente, del doxa o saber popular que ha entendido estos dos elementos, para al menos allí, encontrarnos en un punto de no retorno, desde la internalización y comprensión de lo que significa el Poder Popular como ejercicio de esa soberanía para el logro de la verdadera independencia, como base del miedo real que nos tiene el imperio.



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Carolina Escarrá Gil


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