El papel de la estafa en la involución del hombre a mono

Hoy que la libre competencia engendró la concentración de la producción y de los sistemas financieros en los grupos de poder más tenebrosos del planeta. Grupo Bilderberg, el G-20, FMI, OMC, CSNU-Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Estos grupos o asociaciones monopolistas vienen a sustituir completamente al viejo capitalismo que se basaba en el colonialismo y en la competencia entre los cartels.

El movimiento de estos grupos financieros dejó de ser pasajero y se convirtió en una de las bases de toda la vida económica capitalista, conquistando cada vez más áreas de la producción. Principalmente toda la dinámica del petróleo, la banca, la producción de armas y los activos fijos y circulantes de los estados.

Los estados débiles se encuentran ante la subordinación forzosa a las asociaciones monopolistas o desaparecer acosados por sanciones o bombardeos. A los estados que aún no se someten se les aplican sanciones que van desde privación de materias primas, privación de mano de obra especializada, privación de posibilidades de ventas y de compras o bloqueos comerciales, disminución de los precios, privación de créditos con el objetivo de arruinar al país implicado. Esta es la estrangulación que los grupos de poder ejercen sobre los países que no se someten a sus designios. Si esto falla llevan aparejada la invasión militar para cambiar al régimen. Estos grupos financian grupos terroristas expertos en guerras y contratan ejércitos privados para llevar la guerra a donde quieran.

Esto le pasó a Irak y Libia, en este momento Siria, Irán, Corea del Norte y Cuba están enfrentando tales agresiones, ya con anterioridad habían controlado Yemen, el Líbano, Pakistán y otros países asiáticos.

Esto significa que ahora nos encontramos no en la lucha competitiva entre desarrollados y subdesarrollados, entre pequeñas y grandes empresas sino estamos ante la estrangulación de estos grupos de poder de todos aquellos (gobiernos, empresas, bancos, etc.) que no se sometan a su dominación y arbitrariedades. Toda la actividad económica se desplaza a una actividad organizada de especulación y fraude es decir una economía que descansa sobre la base de la estafa. Son los estafadores, en los bancos, en los préstamos, en los créditos comerciales y de todo tipo quienes consiguen mayores éxitos. Son ellos los que han convertido la actividad comercial, industrial y financiera en cuestión de relaciones manejadas con la lógica genial del robo.

Se puede observar, ahora, que la base de toda la economía capitalista mundial se halla en quiebra, pues las ganancias principales de toda la actividad económica mundial del capitalismo van a parar a los bolsillos de los “genios de la maquinación financiera”, mientras que millones y millones de gentes por todo el planeta se quedan sin empleo, sin alimentación, sin vivienda, sin educación y sin vida en las guerras impuestas por estos genios de la estafa. En esto vino a parar la constitución de esos grupos de poder: las ganancias a los genios de la estafa y la miseria y el sufrimiento para millones y millones de seres humanos en el planeta. Condenados a vivir en la calle, apelando a la caridad, a comer cuando se puede y a demandar diariamente un presente porque para el futuro no hay esperanzas. Pareciera entonces que la lógica de la estafa, la violencia asociada a esa actividad y el desempleo ha hecho que el hombre esté involucionando a mono.

Sin embargo, los 300,000 niños músicos, los más de un millón de latinoamericanos que recobraron la vista con la operación milagro, la nacionalización de los recursos naturales estratégicos para la economía y para la vida, la participación política de los pueblos en la planificación del presente y el futuro social de los países latinoamericanos y la administración pública limpia y a favor de los más necesitados han hecho de América Latina un continente de esperanzas humanas de trabajo, alegría, educación y nueva vida socialista. Y en ello tienen que ver hombres históricos como los Castro, Ortega, Correa, Morales, Fernández, Mujica y especialmente Hugo Chávez.

Los problemas latinoamericanos ya no son el futuro del dólar y seguir engañando a los ahorradores, el desempleo, la depresión y el estancamiento económico de décadas. Los problemas de los latinoamericanos tienen que ver con la construcción de sociedades más humanas, con la educación de millones y no suspender los programas educativos con dotación de uniformes, cuadernos, zapatos y alimentación, en adecuar las estructuras jurídicas y políticas a las necesidades de los desposeídos y en fin a buscar cada vez formas más efectivas de participación política de los pueblos en los destinos de sus países. Aquí en América Latina no hay lugar para que los estafadores involucionen a nuestros pueblos. Aquí hay dignidad acumulada, retumbante patriotismo, autenticidad moral, alegría desbordante y cojones bien puestos para defender lo conquistado. Esto es parte de nuestro patrimonio creado por hombres como Bolívar, los dos Martí (José y Farabundo), Sandino, Allende, Neruda, Dalton, Kirchner, Castro, Chávez y los contemporáneos. Muchos de ellos se encuentran ya unidos en la eternidad de la historia y otros construyéndola.


catonwel@yahoo.com.ar


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Memo Fernández


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