Cada vez que Macabra asoma su tablero hace la inversa de lo que debe hacer una persona medianamente racional, vomita la hez de su mundo pequeñito.
Inconcuástica, safrisca, con su cara de tabla bien lavá Macabra Machado, por lo que vomita revela andar en las nubes; a simple vistazo pareciera andar convencida de que ella está vigente, te sale con cada reporqueta ésta siempre fuera de lugar, como si no tuviera en su, a todas luces inhóspito entorno a una persona que la quiera o que al menos la respete, que la asista y le obsequié un consejo de moderación, de sindéresis.
Pero el colmo reside en que esa tipa de la que otros dicen que ella está loca’e bolas, o de capirote, o de remate, se haya metido bajo el sobaco a toda las oposiciones, dada la inmoralidad de éstas para decir siquiera pio porque también estan embarradas de marrón pestilente, ¡fo, carajo!
De mi parte prefiero abstenerme de calificarla en ese sentido clínico porque no soy matasano y ni siquiera contimás brujo yerbatero, esto es que no tengo competencia para afirmar lo que es vox populi pero si pienso que esa tipa es asquerosa. Con cuanto áspero desenfado Macabra urde, proclama y practica horrendos delitos contra Venezuela que se supone sea su propio país y eso lejos de ser normal más parece ser una enfermedad incurable dada su reiterada puesta en escena.
Mas, estimo que al enfermo hay que asistirlo, tratar de curarlo; es cosa de sanidad mental.
No sé, yo le daría un paseo en bote, la llevaría a ver los pecesitos de colores del océano atlántico, le recomendaría darse un buen baño y etc para que se le quiten los brincos; pero Cabello seguramente la internaría en un manicomio en el que quizá le pongan una camisa mangas largas.
Macabra Machado es tan cochambrosa que hizo pacto escrito con Netanyahu para que éste viniese a Venezuela a matar niños.
Hoy todo lo demás pavoroso de esa tipa lo sabe el pueblo venezolano, es asquerosita sin dudas, sucia.
Macabra guía aún los pasos ciegos de mucha gente sin cabeza, gente a la que habría que intentar rescatar para la paz.
Ñapa:
(sin malos entendidos, eh)
Un favor se le hace a cualquier descerebrada si uno es caritativo.
