Mientras el coronavirus y la mediática del miedo crece, se crea una recesión momentánea, tiempo para las elites y una propuesta a la ANC

Ya nadie se acuerda de los incendios de la amazonia o Australia, el deshielo de los polos, el fracking tan destructivo, o los daños ambientales al planeta, ahora tenemos una agenda del miedo. Una especie de bioterrorismo planetario para hacernos olvidar quienes destruyen el planeta, quienes promueven la guerra y quienes controlan al mundo desde su "dios" dólar.

Es muy natural sentir miedo e incertidumbre ante situaciones cotidianas. El ser humano puede "ser y sentir" en su contexto vital; situaciones que alteran su simbiosis armónica para entrar en un estado de pánico individual o colectivo. Son muchas las maneras que el miedo esta presente: perder un ser querido, el trabajo, la pareja, los hijos, la salud, no tener poder adquisitivo, los alimentos. Esto alimenta los temores cotidianos.

Pero cuando se trata de manipulación de las masas y bioterrorismo transnacional; ya nos ha dado antecedentes para pensar que el coronavirus es otro "experimento maligno" para sembrar miedo, pánico y desesperación en la población mundial. Ebola, H1N1, gripe porcina y aviar, Chikungunya, zika, SARS, VIH y un gran etc. Son muestras que las elites mundiales solo quieren dinero y no el bienestar de la población mundial.

Estas elites elogian el papel de las ciencias para sí mismas y esconden el poder de las plantas, la naturaleza y las fuentes de energías limpias. Atacan no por casualidad a la República Popular China con una medicina tradicional milenaria. Pero con una población muy alta donde el flujo de propagación sería mucho más alto con un impacto más destructivo, no solo en el tema salud, sino en la recesión económica de estos próximos meses por ser tan estratégica la ciudad en que se dio inicio a este virus. No por casualidad Wuhan es un punto de tránsito y comunicaciones, además de centros de desarrollo y alta tecnología conocida como la "Chicago China" con un PIB igual a Portugal y muy superior a varios países europeos.

Esta coincidencia pareciera no ser casual en un momento donde China inicia en su calendario el año de la rata referido a la riqueza, éxito y prosperidad. Este bioterrorismo traerá consigo pánico y desestabilizará mercados, donde los productos chinos estarán marcados con la desconfianza y el temor a contagios masivos mundiales.

A este contexto debemos observar la coincidencia donde las grandes transnacionales de la industria y laboratorios médicos han sufrido bajas económicas por recientes fallos jurídicos que atentan contra sus ingresos. La población mundial sigue despertando y han presentado querellas donde se demuestran hasta la gravedad de vacunas que no son aptas para la población. Asimismo, la hegemonía del dólar sigue perdiendo terreno en el comercio binacional, donde el yuan y las criptomonedas desplazan dicha hegemonía. Pereciera que esta forma de bioterrorismo es solo un "dar tiempo a las elites" para recomponer su estatus cada vez más débil en un mundo multipolar.

El miedo es un arma no convencional y trabajarla para sembrar pánico da muy buenos resultados. Por ello siguen el patrón tradicional de sembrar el virus, construir la mediática, pronto veremos una patente para esa "cura experimental", dar la orden mundial para la compra gubernamental masiva de esa supuesta vacuna y final feliz para una elite que se llenará de dólares y nuevamente un mercado en movimiento, manipulado y bien consolidado para continuar la dependencia bajo un esquema de bioterrorismo desde la corporación mundial.

Nos promueven el miedo para quitarnos el amor. Sin amor no hay solidaridad. Sin amor ni solidaridad jamás existirá humanidad.

Yo ya perdí el miedo, amo mi tierra, amor mi planeta, amo lo que hago. Amo la naturaleza, amo mis plantas. Aquí estamos en la República Bolivariana de Venezuela soñando con un mundo mejor. Ahora más que nunca ampliemos el artículo 122 de nuestra constitución y demos rango constitucional a la medicina natural especializada para toda la población. Acaso las grandes corporaciones no sacan los componentes de las plantas y a su vez nos dicen que no las podemos usar? Acaso la cura a estos virus no estarían en nuestras plantas, nuestra naturaleza y nuestro ser en armonía?



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David Vivas


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